El Manchester City necesitaba nuevas caras en invierno para recuperar la ilusión. Llegaron, por partida triple, con Khusanov, Marmoush y Vitor Reis, pero la del central uzbeko, que junto a la del delantero egipcio, se estrenaron contra el Chelsea tras pocos días en Manchester, casi le cuesta un disgusto monumental a un Guardiola que finalmente pudo alzar sus puños ante todo un Etihad que respiró aliviado con los tantos de Gvardiol, Haaland y Foden que daban la vuelta al tempranero y absurdo gol de Madueke en el tercer minuto de choque (3-1).
Tras un sincero abrazo entre Pep Guardiola y su ‘aprendiz’ Enzo Maresca, que está firmando un gran año en Stamford Bridge, el City tardó solo tres minutos en volver a las andadas. De la adrenalina de la primera carrera de Marmoush como futbolista cityzen, al primer gran error de Khusanov, central al que acaban de pagar 40 millones al Lens, que supuso el primer tanto del Chelsea, obra de Madueke, tras un error inverosímil en una cesión con la cabeza.
Su particular drama continuó en el siguiente minuto con una merecida amarilla después de cortar una acción peligrosísima de Palmer que él mismo generó tras un pase horizontal muy malo a Kovacic y con el 0-2 que desaprovechó el Chelsea, pero que habilitó al tirar mal la línea en un balón largo. Por suerte para el uzbeko, Jackson no definió rápido en el mano a mano. Y este fue el gran error del Chelsea, no liquidar al City cuando tuvo oportunidad.
Gvardiol, al rescate del City y de Khusanov
Pasados los diez minutos, el equipo de Guardiola empezó a generar peligro. Primer Foden, con un latigazo a la media vuelta que solo pudo frenar el poste. Después Gvardiol, con un disparo alto tras un buen recorte. Siguió Marmoush, que saboreó su primer gol con el City, pero se lo anularon por fuera de juego. Y repitió el croata, al romper hacia dentro con un gran desmarque. Sin embargo, a la quinta llegó la vencida, pero por el costado opuesto. Un desmarque perfecto de Nunes a la espalda de la defensa generó el 1-1 de Gvardiol tras un rechace de Robert Sánchez.
Aliviado se fue al descanso un Khusanov que fue sustituido a los pocos minutos de reprender el segundo acto y que pudo disfrutar de su primera victoria con el City desde el banquillo. Avisó Haaland en el 50′ con un gran disparo cruzado, y como el que avisa no es traidor, firmaría el 2-1 en el 67′ castigando un grave error de Robert Sánchez en una mala salida a un balón largo que se selló con una gran vaselina del noruego.
Tras tomar el control del partido con la entrada de De Bruyne y con el Chelsea bastante dormido, Foden, que parece que va recuperando su mejor versión, puso el 3-1 definitivo en un buen mano a mano para cerrar un partido que empezó accidentado, pero que deja al City en la cuarta plaza y metido de lleno en el nuevo objetivo del equipo, conseguir un billete para la próxima Champions.