Nueva York CNN —
El presidente Donald Trump prometió a los inversores en criptomonedas que marcaría el comienzo de una era de legitimidad para un sector que durante mucho tiempo ha estado relegado a la oscuridad financiera, desestimado por algunos inversores convencionales como una apuesta altamente especulativa, en el mejor de los casos, o un elaborado esquema Ponzi, en el peor.
Pero días antes de su toma de posesión, Trump sorprendió a muchos partidarios de las criptomonedas al vender un token digital conocido como meme coin, un activo sin valor funcional que se basa en el bombo publicitario y es un vehículo para las estafas conocidas como “rug pulls” en donde los creadores de la criptomoneda abandonan repentinamente el proyecto y la moneda se queda sin liquidez.
Para que quede claro, no todas las meme coins son estafas, y las monedas $TRUMP y $MELANIA parecen tener salvaguardas incorporadas para evitar que lo sean.
Concretamente, el sitio web de la moneda Trump dice que sus poseedores mayoritarios están sujetos a un calendario de desbloqueo de tres años, por lo que no pueden vender todo a la vez. Pero incluso sin vender ni un solo token, la Organización Trump se había embolsado unos US$ 58 millones en un solo día solo en comisiones, según el criptoinvestigador y antiguo ejecutivo de Coinbase Conor Grogan.
Sin embargo, las monedas meme se han hecho famosas por que los desarrolladores lanzan una moneda, suben su precio y la retiran rápidamente. Si esto te suena familiar, la influencer “Hawk Tuah” Haliey Welch fue demandada recientemente por su propia moneda, que alcanzó brevemente una capitalización de mercado de US$ 500 millones antes de caer un 90%. Welch dijo en un comunicado publicado en X el mes pasado que se toma la situación en serio y que está trabajando para ayudar a los inversores afectados.
Las monedas meme representan el lado absurdo, a veces fraudulento, de las criptomonedas que los defensores cada vez más ricos de las ampliamente comercializadas bitcoin y ether querrían dejar atrás. El hecho de que el primer presidente “pro cripto” de Estados Unidos esté pregonando un token sin utilidad tangible tiene a algunos miembros del sector preocupados por el juicio de Trump y sus asesores, que se preparan para revisar el régimen regulador estadounidense con un nuevo celo por los activos digitales.
“Trump tiene que despedir a sus criptoasesores, en todos los niveles”, tuiteó Gabor Gurbacs, fundador de la empresa de activos digitales Pointsville.
Una gran preocupación ética se centra en la propiedad mayoritaria de los tokens por parte de Trump: el 80% del suministro de la moneda está en manos de las filiales de la Organización Trump CIC Digital y Fight Fight LLC, una concentración que parece diseñada para enriquecer personalmente al presidente. La Organización Trump no respondió a una solicitud de comentarios, pero Eric Trump, vicepresidente ejecutivo de la empresa, dijo en una publicación de X el sábado: “Estoy extremadamente orgulloso de lo que seguimos logrando en cripto. $Trump es actualmente el meme digital más caliente del planeta”.
“Incluso los entusiastas de las meme coin se muestran escépticos ante los proyectos en los que la mayoría de los tokens no están en manos de una comunidad más amplia y parecen estar diseñados de forma que benefician desproporcionadamente a los iniciados”, me dijo Gareth Rhodes, director gerente de la empresa de asesoría Pacific Street. “Pero es pronto, y el equipo de lanzamiento aún puede tomar medidas para convertirlo en un proyecto más centrado en la comunidad”.
Los expertos en ética denunciaron rápidamente el aparente conflicto de intereses.
Walter Shaub, el vigilante de la ética que se enfrentó a Trump durante su primer mandato antes de dimitir, dijo a mi colega Matt Egan que la maniobra de la moneda meme sugiere que “la idea misma de la ética gubernamental es ahora un cráter humeante”.
La Administración Trump, que entró oficialmente en la Casa Blanca este lunes, no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
El mercado global de criptomonedas, de US$ 3,5 billones, es un “atrapatodo”, y aunque los tokens como el bitcoin dominan el sector, la naturaleza descentralizada y de código abierto de la blockchain, la infraestructura de las criptomonedas, facilita que cualquier desarrollador lance un token, haga subir el precio y se marche impunemente. Según Forbes, cada día se crean entre 40.000 y 50.000 nuevas meme coins, con un valor de mercado combinado de US$ 100.000 millones.
La semana pasada, pocos días antes de que Trump lanzara su token, el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York emitió una alerta al consumidor sobre las meme coins “de rápida proliferación”, que presentan “un riesgo excepcional de fraude y pérdida de fondos”.
Matthew Homer, exrregulador financiero y ahora socio general de la empresa de criptomonedas Department of XYZ, se hizo eco de un refrán común en el sector, según el cual la falta de claridad reguladora en torno a las criptomonedas ha contribuido a esos riesgos de fraude.
El enfoque de la Comisión del Mercado de Valores, dijo, “creó una situación en la que los proyectos con una utilidad genuina se enfrentan a importantes obstáculos reguladores, mientras que los activos puramente especulativos no”.
Mientras que el bitcoin, la criptomoneda original, se anuncia como una sofisticada innovación con el poder de revolucionar el sistema financiero, las monedas meme tienen poca función fuera del juego. También son extremadamente volátiles, en parte porque suelen estar en manos de un pequeño grupo de inversores que se reúnen en torno a un nicho, un momento fugaz de la cultura de Internet.
En otras palabras, no son serias, y a los defensores de las criptomonedas les preocupa que las incursiones del presidente retrasen el progreso en las cuestiones serias que ha prometido abordar, como dar a los inversores más claridad y apertura reguladoras. Además, que el presidente que regula la industria estadounidense pueda beneficiarse de ella al mismo tiempo no ayuda a las criptomonedas en su búsqueda de años para sacudirse su reputación, a veces dudosa.
“Por lo general, la introducción de cualquier moneda meme levanta sospechas de quienes se toman en serio el uso, la legitimidad y la seguridad de las criptomonedas”, dijo Kyla Curley, experta en criptomonedas y socia de la consultora global StoneTurn. Sin embargo, añadió que las monedas meme de Trump “no deberían hacernos suponer que la Administración Trump no tratará de impulsar el entorno regulador de las criptomonedas”.
En todo el sector, parecía existir la sensación de que los criptoadultos simplemente tendrían que aguantarse el drama de las monedas meme. Puede resultar vergonzoso, pero es mejor que sufrir bajo el reinado del declarado escéptico de las criptomonedas Gary Gensler, que supervisó la Comisión del Mercado de Valores y se convirtió en el “hombre del costal” del sector.
“El sector, sea o no aficionado de las meme coins, está entusiasmado con una nueva era en el enfoque regulador de las criptomonedas”, dijo Rhodes.