¿Es verdad lo que afirman algunas personas de que hay alimentos que son auténticos “asesinos” para nuestra salud intestinal? Tal cual, pues resulta que no. La cosa es mucho más complicada. La experta Ana Luzón explica que, como técnica en Nutrición y Dietética, su compromiso “es ofrecer información basada en la evidencia científica, evitando alarmismos innecesarios que solo generan miedo y desinformación”. Cuando se habla de un supuesto “alimento asesino de los intestinos”, la realidad es más compleja, afirma Luzón: “No hay un alimento concreto que, por sí solo, sea responsable de dañar nuestra salud intestinal. Lo que importa es el conjunto de nuestra dieta y estilo de vida”.
Lo que sí es verdad es que la salud intestinal es clave para el bienestar general, resalta esta experta. “El intestino no solo es responsable de absorber nutrientes; también alberga una comunidad de microorganismos (microbiota) esencial para nuestra salud. Una microbiota equilibrada está relacionada con una mejor digestión, un sistema inmunológico fuerte y hasta con la salud mental”. Sin embargo, algunos hábitos pueden afectar negativamente esta microbiota, y esta técnica en nutrición enumera los más comunes.
Por un lado, el consumo excesivo de ultraprocesados. “Estos alimentos, ricos en azúcares, grasas de baja calidad, y aditivos, suelen tener poca fibra y escasos nutrientes esenciales. Consumidos de forma habitual, pueden alterar la composición de la microbiota, favoreciendo bacterias menos beneficiosas”.
Otro problema lo provoca la deficiencia de fibra. “Ésta es el alimento principal para las bacterias buenas del intestino. Una dieta pobre en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres limita su desarrollo”, recuerda la nutricionista.
Además, están el sedentarismo y estrés crónico. “Ambos factores influyen negativamente en la salud intestinal, recuerda Luzón. Entonces, ¿deberíamos evitar un alimento “concreto? “Ningún alimento es “asesino” por sí solo“, responde la técnica en dietética. Incluso los ultraprocesados, que suelen asociarse con efectos negativos en la salud intestinal, no causan daño si se consumen ocasionalmente en una dieta equilibrada”. Y advierte que “lo peligroso no es comer una galleta o un refresco de vez en cuando, sino que estos alimentos se conviertan en la base de la alimentación diaria”.
Esta experta profundiza, además, en el problema de lo que denomina “el sensacionalismo nutricional”. “Mensajes como ‘este alimento es un asesino’ son comunes en redes sociales y medios, pero generan confusión y miedo innecesario. Cuando alimentarse de forma saludable no significa eliminar alimentos, sino aprender a tomar decisiones conscientes y equilibradas. Es más, prohibir alimentos puede llevar a una relación poco saludable con la comida, basada en la culpa y el miedo“, asegura esta especialista. E insiste en que hay buscar un enfoque equilibrado de estas cuestiones. “Prioriza alimentos frescos y de calidad, pero permite espacio para disfrutar sin culpa de aquellos menos nutritivos en contextos ocasionales”.
En cuanto a cómo cuidar de tu intestino sin alarmismos, Ana Luzón afirma que, en lugar de centrarte en evitar un alimento específico, ella recomienda seguir una serie de pautas. En primer lugar, “incluir más alimentos ricos en fibra: Verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos y semillas son fundamentales para alimentar a tu microbiota”. En segundo, “incorporar alimentos fermentados: Yogur natural, kéfir, chucrut y otros alimentos fermentados contienen probióticos, que benefician a tu microbiota”. En tercero, “evitar el sedentarismo, porque el ejercicio regular mejora el tránsito intestinal y la diversidad de la microbiota”.
Además, en cuarto lugar recomienda Luzón aprender a gestionar el estrés: “Técnicas como la meditación, el yoga o la terapia pueden tener efectos positivos en la salud intestinal”. Y, finalmente, en quinto lugar, insiste en que no debemos olvidarnos de hidratarnos adecuadamente. “El agua es esencial para un buen tránsito intestinal y para que la fibra cumpla su función”, resalta.
En conclusión, esta técnica en Nutrición y Dietética resume que “la salud intestinal no depende de evitar un alimento concreto, sino de cuidar el contexto general de tu alimentación y estilo de vida”. Así que aconseja “dejar de lado los mensajes alarmistas y centrarse en construir hábitos sostenibles, variados y equilibrados“. “Porque, en nutrición, no hay “asesinos”, sino malos hábitos sostenidos en el tiempo. Así que recuerda esto: tu bienestar no se mide por lo que eliminas, sino por lo que construyes”, apostilla Ana Luzón.