El legado de los videojuegos deportivos comenzó en Atari, promoviendo la fantasía de vivir el espectáculo y la máxima emoción del baseball, el baloncesto o el fútbol todos los días, a cualquier hora y desde casa. ¿Cómo difuminar la barrera entre las súper estrellas del deporte profesional y los muñecos pixelados? Pues como lo haría cualquier gran club: fichando en exclusiva a los más grandes, como Pelé el “rei do futebol”.
Atari fue la primera superpotencia del videojuego pero sobra decir que a través de su revolucionaria (y muy querida) Atari 2600 era imposible aspirar a ofrecer sensaciones de realismo futbolero en las partidas. No era algo propio sino un problema compartido por primeras generaciones de consolas y básicamente por cuestiones de hardware y, a grandes rasgos, en aquel tiempo casi todos ofrecían algo muy parecido a los mandos o en pantalla.
Pero claro, la gran genialidad de Atari era que mientras la Intellivision y otros sistemas de la competencia ofrecían propuestas genéricas y a medida de los límites de la tecnología de principios de los 80s, el legendario Edson Arantes do Nascimento, conocido como ‘Pelé’ por los enamorados del Deporte Rey, no solo recomendaba personalmente su propio juego – faltaría más- sino que protagonizó una campaña en la que, como verás, afirmaba textualmente dejar su carrera de futbolista para dedicarse a jugar exclusivamente Atari.
“He dejado el fútbol para jugar a la Atari”
A partir de aquí toca hacer varios apuntes, Pelé no fue ni el único astro del deporte internacional en formar parte de la iniciativa, ni tampoco formaba parte del plan original. El proyecto futbolero de Atari se llamó originalmente Championship Soccer e iba a salir en navidades de 1980, aunque debido a un retraso no pudo llegar a las estanterías hasta febrero del año siguiente. Aquello, se mire como se mire, era una tremenda faena dado en gancho de las campañas navideñas.
Ante esas, Atari tomó la iniciativa y no solo fichó al futbolista brasileño, sino que lo convirtió en uno de sus embajadores, llevándolo de Tour para promocionar su juego y todo el catálogo de sus consolas y, en el proceso renombrando Championship Soccer al mucho más resultón Pelé’s Soccer prácticamente en el tiempo de descuento.
Un movimiento maestro por parte de Atari, dado el tirón del balompié en territorio europeo o territorios hispanoamericanos, que nos dió divertidísimos anuncios tanto en la prensa dedicada a la tecnología como a los medios mayoristas en los que el icono era toda una institución.
De hecho, el propio Pelé reconocía que no era tan bueno jugando con Atari como con el balón, pero su faceta de embajador de Atari se le daba de escándalo, retando a los jugadores de todo el planeta a vencerle e incluso apareciendo en numerosos spots y campañas a escala internacional junto con leyendas de su nivel y generación, como el mismísimo Kareem Abdul-Jabbar o el piloto Mario Andretti. Es más, técnicamente eran los encargados de probar los juegos que ellos mismos protagonizaban.
De Pelé’s Soccer en Atari al UFL de Cristiano Ronaldo
El efecto de estas campañas era justo el deseado: Atari no tenía “otro juego de baloncesto” que hacía lo que podía con el hardware de la consola, sino el juego que desafiaba a la mejor estrella de la NBA. ¿Qué mejor modo de promocionar la fantasía de jugar en casa los primeros videojuegos de deportes?
En lo que respecta a Pelé, quizás conviene matizar que realmente no dejó su amado fútbol por los videojuegos. De hecho, el “rei do futebol” siguió apareciendo en nuevos títulos tras la caída de Atari. En 1993 la compañía Accolade lanzaría en Mega Drive el juego simplemente llamado Pelé y, coincidiendo con el mundial del 94, llegará la secuela Pelé II: World Tournament Soccer.
Por su parte, y como es natural, los derechos de uso del futbolista brasileño por parte de Atari no fueron eternos, con lo que al relanzar el título clásico en sistemas posteriores o recopilatorios se recuperó el nombre original del cartucho: Championship Soccer. Y no lo vamos a negar, en el proceso se perdió un “muchito” de lo que lo hacía especial.
Pelé’s Soccer en Atari (izda.), lanzado en 198,1 frente al Pelé II: World Tournament Soccer en Mega Drive (dcha.) de 1994
Aquella iniciativa pionera por apadrinar lanzamientos deportivos con estrellas continúa a día de hoy y se extiende a las grandes sagas futboleras: aparecer en la portada de EA Sports o NBA 2K es tanto un honor como una responsabilidad, y hasta Messi y Cristiano Ronaldo sirven de aval a la hora de respaldar el eFootball de Konami o UFL respectivamente.
¿Qué hacía la competencia frente a estos fichajes? Contraatacar usando el mismo fuego. En la primera guerra de consolas la propia Intellivision contrató al actor George Plimpton para comparar sus juegos con los de Atari. Y pese a que en cuestión de gráficos o jugabilidad había diferencias, los fans del fútbol preferían ampliamente a Pelé.
Por su parte, Atari siguió sentando las bases de la industria del videojuego. En 1982 sorprendió al planeta entero lanzando el primer videojuego basado en una película con En Busca del Arca perdida. La primera adaptación de muchas que llegarán después. Sin embargo, lo más fascinante es cómo aquella fórmula sigue funcionando 40 años después. Ya sea promocionando God of War con Joaquín Reyes o arropando el lanzamiento de la PS5 con El Rubius o David Broncano.
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