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Medios estadounidenses apuntan a que un día después de posesionarse como presidente, Donald Trump daría comienzo a la “Operación Salvaguardia” con la que buscaría sacar del país a cientos de migrantes.
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Adelante, operativos de agentes estadounidenses contra inmigrantes. Atrás, la ciudad de Chicago en el estado de Illinois. FOTO: imagen tomada de redes.
Los rumores de una operación masiva de deportación vienen cogiendo más fuerza con el paso de los días y las horas para que llegue la fecha de la posesión del magnate Donald Trump como el presidente 47 de los Estados Unidos, programada para este 20 de enero.
Según medios como The New York Times y Telemundo, un dispositivo migratorio denominado “Operación Salvaguardia” sería llevado a cabo por el Servicio de Inmigración y el Control de Aduanas estadounidense el próximo martes 21 de enero.
Por ahora, de acuerdo con lo publicado por el prestigioso diario neoyorkino, dicha operación se realizaría en la ciudad de Chicago apenas un día después de que Trump volviera a la Casa Blanca. Esta sería, “un primer paso en el objetivo del presidente electo Donald Trump de liderar la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos”, según el medio.
“El plan, denominado ‘Operation Safeguard’ (Operación Salvaguardia) duraría hasta el lunes siguiente, según las personas familiarizadas con él y la correspondencia. Sin embargo, las fechas aún se estaban finiquitando y podrían cambiar”, publicó el diario estadounidense.
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De acuerdo con las fuentes de este diario, se pidió a cientos de agentes que se ofrecieran voluntarios y participaran en la operación “posterior a la toma de posesión” dirigida contra los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos. El ICE tendría previsto enviar unos 150 agentes a Chicago para las redadas.
La explicación de por qué se habría elegido Chicago la brinda el periódico en uno de sus apartes en los que anotó: “El gobierno entrante está deseoso de encontrar formas de enviar el mensaje de que está tomando medidas enérgicas contra los inmigrantes indocumentados y castigando a las llamadas ‘ciudades santuario’, comunidades como Chicago dirigidas por demócratas que se niegan a entregar a las autoridades federales de inmigración a los inmigrantes detenidos por la Policía”.
Cabe recordar que desde campaña Trump ha prometido que una vez volviera al poder realizaría deportaciones masivas contra los millones de inmigrantes no autorizados.
De hecho, uno de los portavoces del gobierno entrante identificado como Tom Homan (el “zar” de la frontera según Telemundo) ha dicho que la nueva administración no dudará en deportar a los padres que estén en el país ilegalmente pero tengan hijos nacidos en Estados Unidos.
Según The New York Times, también se ha dicho que los estadounidenses deberían esperar acciones de inmigración en los primeros días de la presidencia de Trump que creen “conmoción y asombro”.
La nueva administración de Estados Unidos ha dado advertencias a las llamadas “ciudades santuario” que son principalmente gobernadas por mandatarios demócratas, antagonistas del partido de Trump.
De hecho, en noviembre, se sugirió que se aumentaría el número de funcionarios federales de inmigración en esas zonas. Las nuevas fuerzas vendrían justamente de los territorios gobernados por republicanos.
“Nueva York, Chicago, San Francisco, Los Ángeles, las principales ciudades de este país siguen siendo ciudades santuario. Si no van a ayudarnos, duplicaremos el personal en esas ciudades”, dijo Homan.
Por su parte, un portavoz de la policía de Chicago citado por el diario neoyorkino dijo que el departamento “no intervendría ni interferiría con ninguna otra agencia gubernamental en el desempeño de sus funciones”, pero dijo que “no documenta la situación de los inmigrantes” y “no compartirá información con las autoridades federales de inmigración”.
Si bien En 2019, en los estertores del primer mandato de Trump el ICE expulsó a más de 267.000 personas –el mayor total anual durante el gobierno de Trump–; según The New York Times, la cifra palidece en comparación las más de 400.000 personas deportadas en un solo años de la administración del demócrata Barack Obama quien se suponía era más proclive a la inmigración.
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