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El plan, denominado “Operación Salvaguardia” por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, comenzaría el martes, al día siguiente de la toma de posesión de Trump.
Por Zolan Kanno-Youngs y Hamed Aleaziz
Zolan Kanno-Youngs y Hamed Aleaziz han cubierto la política de inmigración y su aplicación durante los gobiernos de Biden y Trump. Reportaron desde Washington.
El gobierno entrante de Trump tiene previsto llevar a cabo redadas de inmigración “posteriores a la toma de posesión” en Chicago la próxima semana, según dos personas familiarizadas con la planificación y la correspondencia revisada por The New York Times, lo que constituye un primer paso en el objetivo del presidente electo Donald Trump de liderar la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos.
El plan, denominado “Operation Safeguard”(“Operación Salvaguardia”) por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), comenzaría el martes, al día siguiente de la toma de posesión de Trump, y duraría hasta el lunes siguiente, según las personas familiarizadas con él y la correspondencia. Sin embargo, las fechas aún se estaban finiquitando y podrían cambiar.
La magnitud de la operación prevista no estaba clara. El ICE lleva a cabo habitualmente deportaciones en ciudades de todo Estados Unidos. Pero la agencia estaba tomando medidas adicionales para intensificar la aplicación de la ley para la operación y la vinculó a la toma de posesión de Trump en un mensaje enviado al personal de toda la agencia.
Se pidió a cientos de agentes que se ofrecieran voluntarios y participaran en la operación “posterior a la toma de posesión” dirigida contra los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos. El ICE tiene previsto enviar unos 150 agentes a Chicago para las redadas.
Para Trump, la percepción pública de unos agentes de inmigración ataviados con equipo balístico y deteniendo a inmigrantes de estatus incierto o cuestionado en una ciudad dirigida por demócratas podría ser suficiente. El gobierno entrante está deseoso de encontrar formas de enviar el mensaje de que está tomando medidas enérgicas contra los inmigrantes indocumentados y castigando a las llamadas “ciudades santuario”, comunidades como Chicago que se niegan a entregar a las autoridades federales de inmigración a los inmigrantes detenidos por la policía.
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