En tan solo cuatro ediciones la saga Novablast logró convertirse en una de las zapatillas más queridas por los seguidores de Asics. Mucho mérito teniendo en cuenta la competencia interna que hay dentro de la propia marca japonesa, con modelos legendarios como la Nimbus, la Cumulus o la Kayano –orientados a las tiradas más largas y amortiguadas–, y otros de carácter mixto y prestaciones similares a la Novablast como la propia Superblast o la Glideride Max.
Entonces, ¿cuál es el secreto de la Asics Novablast para haber alcanzando esa jerarquía con tan pocas ediciones? Buena pregunta. La respuesta está en un compendio de aspectos como su precio, su versatilidad, su confort, el abanico de corredores tan amplio que alcanza, sus diferentes utilidades y, por supuesto, el cariño que desde las propias oficinas de Asics han dado a la Novablast en estos últimos tiempos.
En cualquier caso, podemos afirmar sin miedo que la Asics Novablast 4 fue una de las zapatillas más exitosas del 2024, por lo que esta quinta generación ya viene «con un pan debajo del brazo» y la buena prensa que su antecesora le ha regalado.
Origen y evolución de la saga Novablast
La primera Asics Novablast se remonta al 2020, un año que marcó un cambio de rumbo en la casa japonesa y en su manera de hacer zapatillas. La determinación de Asics a día de hoy es convertirse en la marca de running que fabrica las zapatillas más cómodas. Según los propios estudios que manejan, es la variable que más influye en los corredores a la hora de elegir su zapatilla de running. Por eso vemos que en casi todos los modelos importantes de la casa, el confort es un aspecto que se cuida en todos los componentes de la zapatilla.
La Novablast no es ninguna excepción. Si bien la primera edición era una zapatilla más enfocada a correr a ritmos alegres, los usuarios manifestaron cierta inestabilidad. Se trabajó por ahí en la segunda edición, pero el problema parecía persistir. En la tercera la zapatilla ya ofrecía un mejor comportamiento en todos los aspectos, y además se buscaba un rango más amplio de consumidores. Y con el lanzamiento de la Novablast 4 por fin llegó el éxito que Asics tanto buscaba.
Esa cuarta versión, que tanto nos gustó en RUNEDIA, se caracterizó por dar con dos teclas clave. En primer lugar, su versatilidad, pues el tipo de prestaciones que ofrecía, su espuma y sus acabados permitían utilizarla con nota para entrenamientos de todo tipo. Y en segundo lugar, la gran cantidad de perfiles de corredor al que podía llegar, ya que su amortiguación exquisita, estabilidad y agilidad enamoraba por igual a atletas de perfil más pro que a corredores del montón.
Entonces, ¿qué nos encontramos en esta Asics Novablast 5? ¡Vamos a verlo!
Cambio de espuma en la mediasuela, la gran novedad de la Novablast 5
Sorprende que tras el éxito de la Novablast 4 la casa japonesa se haya aventurado con tantos cambios en la quinta generación. Pero bueno, son fieles a su filosofía KAIZEN, esa que obliga a buscar siempre la excelencia en cada paso que damos en la vida. No es que haya cambios radicales en esta nueva versión, pero sí muchos retoques interesantes en cuanto a construcción, materiales y acabados.
En primer lugar, se sustituye por completo la espuma de la mediasuela. Desaparece el FlyteFoam Blast Plus ECO, de tacto más firme, y se introduce el FlyteFoam Blast MAX, un compuesto ya utilizado en otros modelos de la marca, pero nunca de la manera que se hace en este calzado. Y es que la Novablast 5 es la primera zapatilla que lleva una mediasuela 100% de esta espuma FF Blast MAX.
El objetivo buscado por Asics con este cambio es aligerar algo el peso del conjunto y darle agilidad a la zapatilla. El tacto que se siente es más suave que antes, más mullido y esponjoso, pero eso sí, algo más chicloso también. De manera colateral también se han cambiado las geometrías, que ya no son tan exageradas como en la Novablast 4, siendo ahora algo más refinadas, con el objetivo de optimizar las prestaciones de esta nueva espuma.
Nuevos materiales en el upper pero mismo concepto
El segundo de los cambios sustanciales de la Novablast 5 –junto al mencionado de la espuma de la mediasuela– es el upper en su conjunto. Son diversos detalles que vamos a analizar, aunque el más evidente es el tejido de su rejilla. El material woven, de carácter más clásico, se ha sustituido dejando paso a una malla de ingeniería más tupida. Con este cambio la zapatilla gana en tres facetas: transpirabilidad (necesaria para los meses más calurosos del año y para rodajes largos), resistencia, ya que es un tejido más duro y denso, y ajuste, al ser un material menos elástico y más envolvente.
Otro de los elementos del upper que se ha rediseñado es el collarín, ahora más voluminoso y acolchado, pensando en esos días de tiradas más largas. La lengüeta es prácticamente idéntica, cosida al upper y a la mediasuela, pero algo corta en cuanto a longitud. Es un poco incómodo ponerse la zapatilla en ese sentido. Eso sí, es de forma anatómica, presenta una pequeña muesca a mitad de recorrido para evitar volumen y además cuenta con un pasador (novedad) que asegura la parte central de los cordones.
En todo caso, sigue siendo un upper muy despejado, sin apenas protecciones y con muy poca estructura. El contrafuerte del talón sí es algo más rígido, lo cual se agradece por cuestiones de estabilidad y sujeción.
Uso y recomendaciones
Si bien Asics transmite que la Novablast 5 es una zapatilla rodadora y para el entrenamiento diario, yo cogería esta tesis con pinzas. Su peso, 255 gramos, nos da una pista muy clara sobre el tipo de zapatilla que es. Y según qué corredores la usen, le falta estructura y empaque para hacer tiradas largas. Es decir, corredores que estén sobre los 80 kilos y prefieran ritmos tranquilotes, necesitarían otra zapatilla para ese fin, quizá algún modelo con una espuma más firme, tipo FlyteFoam Blast Plus. Eso sí, para un perfil más de nivel medio, peso de 65-70 kilos, y ritmos de 5:00/km, la Novablast 5 es una opción muy buena para esos entrenamientos más largos.
En cualquier caso, para hacer sesiones de intervalos, series o fartlek, son zapatillas ideales. Amortiguan cuando deben hacerlo, tienen respuesta cuando se les exige, estabilidad y un buen agarre. Además, son cómodas de principio a fin y en cualquier circunstancia. Sería la zapatilla que elegirías si tuvieras que llevarte solo una para pasar unos días de vacaciones lejos de casa.
La horma de esta Novablast 5 es de carácter universal tirando a ancha. De hecho, es más voluminosa y redondeada que su predecesora, y el motivo es el cambio del tejido en el upper: ahora al ser un material menos elástico (enginereed mesh) que en la versión 4 (woven), el tejido no cede igual y por eso su horma generosa. Por supuesto, se le puede extraer la plantilla de serie y cambiarla por una plantilla personalizada.
En cuanto a sus cifras, se mantienen los números: 31 mm de altura en el talón por los 23 mm de altura en la parte delantera, con un drop resultante de 8 mm, es decir, una cifra habitual en las zapatillas de running de Asics. El peso del conjunto, eso sí, ha mejorado unos gramos, pasando de 260 a 255 gramos. Y lo mejor de todo, mantiene el mismo precio: 150€.
Conclusiones y opinión personal de la Asics Novablast 5
Tras rodar con la Asics Novablast 5 durante las últimas cuatro semanas y sumar cerca de 200 kilómetros en diferentes sesiones, terrenos y climas, cada vez comprendo mejor por qué la casa japonesa ha puesto tanto empeño en esta pieza de su colección. Y eso que no me escondo: prefiero la Novablast 4. El motivo es que me parece más gustoso el tacto de la 4, con una espuma más firme y densa, y un tacto menos «pegajoso». Y además una mayor prominencia de las geometrías del talón. Me explico: la «popa» de la zapatilla se ha recortado en esta edición, mientras que la 4 ofrecía un mayor recorrido a la mediasuela por detrás del talón. Y claro, para mí, como corredor talonador, es un punto en el que la Novablast 5 pierde algo de estabilidad.
A pesar de este detalle -que por otra parte es algo muy personal-, uno de los aspectos que más me gustan precisamente de la Novablast es la anchura de su base, tanto en la zona del talón como en la zona central y metatarsal. Me ofrece mucha confianza al correr con ella, al contrario que otras zapatillas más estilizadas que te obligan a estar más concentrado en tu propia zancada.
El nuevo upper es cierto que mejora en ventilación y en ajuste (y seguramente también en durabilidad aunque no he podido comprobarlo aún), pero para mí pierde en comodidad. Ese tacto más sedoso que se tenía en la 4 se pierde en la 5 a cambio de sujeción y resistencia. En todo caso, como explicaba, es un upper muy despejado, sin refuerzos a la vista ni demasiada estructura.
Por su parte la suela mantiene el caucho clásico de Asics, AHAR, de baja densidad, buscando un equilibrio entre el agarre y la durabilidad, y sobre todo asegurándose de que las propiedades del material se alarguen en el tiempo lo máximo posible. Si bien en la parte trasera de la suela encontramos un estriado más profundo, precisamente con ese objetivo de alargar la vida útil del caucho. Por contra, la isleta central que presenta el dibujo en la zona metatarsal, por su morfología curvada, resbala. Si eres talonador o apoyas con la parte central, no hay problema. Si apoyas con la parte metatarsal, hay que andarse con precaución.
Ronda de preguntas rápidas de la Asics Novablast 5
¿Es una zapatilla para tiradas largas? Depende del ritmo y del tipo de corredor. Para corredores de 80 kilos, elegiría un modelo más estructurado y con una espuma más firme. Para la mayoría de corredores de perfiles estándar, sí.
¿Sigue siendo esa zapatilla versátil que tanto éxito le ha dado en la versión 4? Sí, para la mayoría de corredores. Cumplidora en todo tipo de entrenamientos. La zapatilla que tendrías en el armario si solo pudieras tener una para todo.
¿Entre la Novablast 4 y la 5 con cuál me quedaría? Con la 4, pero es una decisión muy personal, como explicaba antes. El tacto de la 4, tanto en el upper como en la mediasuela, me parece más gustoso que el de la 5.
¿Por qué elegirías la Novablast 5 antes que otros modelos similares? Porque su relación calidad-precio es inmejorable. Tiene un PVP de 150€ y sus competidoras están casi todas en un rango de precios superior.
Pros y Contras
Contras
▪ El isleta central de su suela, encorvada y ubicada en la zona del antepié, resbala cuando corremos por terrenos duros húmedos y apoyamos con esa parte del pie.
▪ La lengüeta es algo corta, y eso incomoda a la hora de calzarse la zapatilla.
▪ La chasis es quizá algo minimalista para querer aspirar a ser una zapatilla para el entrenamiento diario, sobre todo para corredores con pesos más elevados.
Pros
▪ Su horma es más bien anchita y se le puede extraer la plantilla, por lo que podemos introducir nuestra plantilla personalizada.
▪ Mantiene el precio de 150€, a diferencia de otras zapatillas de su segmento que, del pasado curso a esta nueva temporada, han subido.
▪ Es una zapatilla muy equilibrada en aspectos determinantes como la amortiguación, la ligereza, la comodidad, la estabilidad y la respuesta. Su comportamiento es sublime.
Ficha técnica de la adidas Ultraboost 5
Tipo de zapatilla: de entrenamiento y muy versátil en cuanto al uso
Superficie: pavimento duro y seco en buen estado (carretera, carril-bici, arcén)
Corredor: todo tipo de corredores, desde los más avanzados a los de nivel más bajo
Perfiles: 31 mm – 23 mm (H) / 30 mm – 22 mm (M)
Drop: 8 mm
Peso: 255 g (H) / 225 g (M)
Precio: 150€