El Telescopio Espacial James Webb desde sus primeras observaciones encontró extraños objetos rojizos en el universo primitivo. En su momento se discutía sobre como estos serían un indicativo de una falla fundamental en la cosmología y el entendimiento del cosmos y su evolución. Un nuevo estudio cree entender la verdad detrás de estos extraños puntos rojos.
Puntos Rojos Pequeños
Gracias a los sensibles instrumentos de James Webb y el gran espejo recubierto en oro, el telescopio fue capaz de detectar luz en el infrarrojo cercano y medio. En las imágenes de mayor exposición aparecían objetos rojos, también llamados LRDs por las siglas en inglés de Pequeños Puntos Rojos. Además de ser detectados por primera vez eran bastante comunes, muchos más de los esperados y no se parecían a nada conocido.
Los LRDs son objetos que existieron en los primeros 1500 millones de años del universo. Si toda la luz emitida proviniera de estrellas, la cosmología se enfrente a un problema a la hora de explicar cómo pudieron aparecer en tan poco tiempo y en tal cantidad.
Un nuevo estudio de una extensa población de LRDs encontró que cerca de un 70 % tienen señales características de agujeros negros absorbiendo materia a gran velocidad. Es decir, una gran cantidad son núcleos activos de galaxias. Al menos hasta un punto en la historia del universo en los que se extinguieron súbitamente.
Los agujeros negros de los LRD contaban con una densidad de gases en su alrededor que eran capaces de bloquear las emisiones en rayos X y oscureciéndolos para ser detectados desde la Tierra. Mientras tanto, la verdadera naturaleza del otro 30 % sigue intrigando a los científicos, requiriendo más observaciones para comprender el universo primitivo.