El régimen de Cuba ha iniciado este miércoles las primeras excarcelaciones de presos políticos, sin que se conozca todavía la magnitud total de la operación. El anuncio oficial incluye a 553 detenidos —aparentemente también beneficia a comunes—, pero la cifra de sentenciados por motivos políticos supera el millar, según informa el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
Algunos de los excarcelados presentan graves problemas de salud, que han sido ignorados durante años por las autoridades. Es el caso de Reyna Yacnara Barreto Batista, liberada por el Tribunal Supremo, con una sentencia que admite su enfermedad psiquiátrica, desatendida hasta que La Habana consiguió un acuerdo con el Vaticano.
El OCDH exige que sean liberados todos los presos políticos sin distinciones. Actualmente están encarcelados los principales líderes opositores de Cuba, entre ellos José Daniel Ferrer García, Félix Navarro, Sayli Navarro y Luis Manuel Otero Alcántara, además de casi un millar de personas que se manifestaron pacíficamente en 2021 y en años posteriores, y también un importante número de enfermos y ancianos.
El OCDH siempre ha insistido en que todos son inocentes, y deben ser liberados inmediatamente, sin condiciones de ningún tipo y sin la obligación de abandonar el país. Por el momento, el régimen cubano ha excarcelado a 14 presos de los 553 de los que se ha comprometido a liberar.
Fuera de la lista negra
Las excarcelaciones se producen después de que el Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, haya retirado a la isla caribeña de la lista negra de países que patrocinan el terrorismo. Biden indicó que el Gobierno cubano «no ha brindado ningún apoyo al terrorismo internacional» durante el último periodo de seis meses y ha proporcionado seguridad de que no lo hará en un futuro, según ha informado la Casa Blanca.
Asimismo, en un memorándum dirigido a los altos funcionarios estadounidenses ha subrayado que Washington «mantiene como objetivo central» de su política «la necesidad» de que exista «más libertad y democracia», así como «mayor respeto por los Derechos Humanos» en Cuba. De igual forma, Biden ha comunicado su decisión al Congreso.