WASHINGTON (AP) — El gobierno de Estados Unidos informó el martes al Congreso sobre su intención de retirar la designación de Cuba como patrocinador estatal del terrorismo, anunció el martes la Casa Blanca, como parte de un acuerdo facilitado por la Iglesia Católica para liberar a prisioneros políticos en la isla.
Funcionarios del gobierno federal, que hablaron sobre el anuncio bajo condición de anonimato, dijeron que “muchas decenas” de prisioneros políticos y otros considerados por Estados Unidos como detenidos injustamente serían liberados antes de que el gobierno del presidente Joe Biden llegue a su fin el 20 de enero a mediodía.
Estados Unidos también disminuirá algunas presiones económicas sobre Cuba, así como un memorando de 2017 emitido por el entonces presidente Donald Trump que endureció la postura de Estados Unidos hacia Cuba.
En Cuba, las autoridades cubanas consideraron como positivo el anuncio de Estados Unidos pero no lo suficiente, dado que el grueso del embargo y el perjuicio ocasionado sigue vigente.
El mismo día, un comunicado de la Cancillería cubana informó que 553 personas condenadas por diversos delitos serían liberadas como un gesto al Jubileo 2025 decretado por el papa Francisco.
La mediación de la institución religiosa para lograr excarcelaciones de presos no es nueva en la isla, ya que a finales de la pasada década se produjo un arbitraje similar que dio resultados positivos.
El presidente Miguel Díaz-Canel también reaccionó en su cuenta de X, antes Twitter, al anuncio norteamericano.
“Agradezco a todos los que contribuyeron a la decisión anunciada hoy por Estados Unidos de excluir a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar y que, junto a otras dos medidas adoptadas, ha tenido un alto costo para el país y las familias cubanas”, expresó el mandatario cubano.
La determinación del presidente saliente demócrata de un sólo mandato probablemente será revertida la próxima semana después de que el presidente electo Trump asuma el cargo y el designado como secretario de Estado, Marco Rubio, asuma la posición de principal diplomático de Estados Unidos.
Rubio, cuya familia salió de Cuba en la década de 1950 antes de la revolución comunista que llevó al poder a Fidel Castro, ha sido siempre partidario de que se impongan sanciones sobre la isla. Rubio asistirá el miércoles a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para sus audiencias de confirmación y es probable que hable sobre sus raíces cubanas en su testimonio.
En los últimos días del gobierno de Trump, el 11 de enero de 2021, la Casa Blanca restableció la designación, que había sido revertida durante el período de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos durante el segundo mandato del presidente Barack Obama. Al hacerlo, el gobierno de Trump mencionó el apoyo de Cuba al mandatario venezolano Nicolás Maduro y su negativa a extraditar a rebeldes colombianos a Colombia, entre otros temas, incluyendo su continuo albergue de estadounidenses buscados.
La decisión fue una de varias en el área de política exterior que Trump hizo en los últimos días de su primer mandato.
Grupos de derechos humanos y activistas, incluyendo la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, han estado presionando al gobierno de Biden para que retire la designación.
El Congreso y el próximo gobierno de Trump tendrán la oportunidad de revisar y potencialmente revertir las acciones de Biden, aunque los funcionarios estadounidenses dijeron que el gobierno de Biden había determinado que no había “pruebas creíbles” de que Cuba estuviera actualmente involucrada en apoyar el terrorismo internacional.
De momento no había comentarios por parte del equipo de transición de Trump ni de Rubio ni de su oficina, pero uno de sus colegas republicanos en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador Ted Cruz, criticó rápidamente la medida del gobierno de Biden.
“La decisión de hoy es inaceptable en función de sus circunstancias”, señaló Cruz en un comunicado. “El terrorismo avanzado por el régimen cubano no ha cesado. Trabajaré con el presidente Trump y mis colegas para revertir inmediatamente y limitar el daño de la decisión”.
Sobre la decisión de Estados Unidos de sacar a la nación caribeña de la lista de países patrocinadores del terrorismo, el gobierno cubano consideró que “a pesar de su carácter limitado, se trata de una decisión en la dirección correcta y en línea con el sostenido y firme reclamo del gobierno y el pueblo de Cuba, y con el llamado amplio, enfático y reiterado de numerosos gobiernos, en especial de América Latina y el Caribe”, expresó el comunicado de la Cancillería.
“Esta decisión pone fin a medidas coercitivas específicas que, junto a muchas otras, causan un grave daño a la economía cubana, con un efecto severo sobre la población”, agregó la nota. “Este es y ha sido un tema presente en los intercambios oficiales de Cuba con el gobierno de Estados Unidos”.
Las sanciones de Estados Unidos contra la isla ocasionaron entre marzo de 2023 y febrero de 2024 pérdidas a la nación caribeña por unos 5.000 millones de dólares, según cálculos del gobierno cubano.
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La corresponsal de The Associated Press Andrea Rodríguez contribuyó a este reporte desde La Habana.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.