En un movimiento estratégico para enfrentar sus dificultades financieras, Kohl’s ha decidido cerrar 27 sucursales de bajo rendimiento, distribuidas en 14 estados diferentes y con California liderando el recorte con 10 tiendas. Esta postura se enmarca en un esfuerzo por prevenir una potencial quiebra y reestructurar sus operaciones comerciales.
Así lo expresó Tom Kingsbury, director ejecutivo saliente, en un comunicado oficial: “Siempre tomamos estas decisiones muy en serio. A medida que continuamos desarrollando nuestra estrategia de crecimiento a largo plazo, es importante que también tomemos medidas difíciles pero necesarias para respaldar la salud y el futuro de nuestro negocio para nuestros clientes y nuestros equipos”.
Las tiendas de Kohl’s en California que cerrarán sus puertas
- Balboa (San Diego)
- Encinitas
- Fremont
- Mountain View
- Napa
- Pleasanton
- Point West (Sacramento)
- San Rafael
- San Luis Mitrado
- Westchester
Kingsbury también dijo que absolutamente todos los empleados serán recompensados económicamente por este mal trago, e incluso archivarán sus perfiles en caso de que, más adelante, puedan surgir nuevas vacantes de trabajo en la misma empresa.
El minorista, que opera más de 1.100 establecimientos a nivel nacional, atraviesa un período crítico marcado por una continua disminución en sus resultados. Las ventas en tiendas comparables han caído un 9,3 por ciento en el tercer trimestre, y las visitas de clientes se redujeron un 6,3 por ciento promedio, según revela el New York Post.
Los próximos meses serán cruciales para Kohl’s, especialmente con la inminente llegada de Ashley Buchanan, proveniente de Walmart y Michaels, quien asumirá como nuevo director ejecutivo. La transición ocurre en un momento particularmente sensible, donde la compañía proyecta una disminución de ventas netas entre el 7 y 8 por ciento para el año.
La caída de las acciones, que superan el 50 por ciento desde enero del 2024, refleja la compleja situación financiera de la empresa y los desafíos que enfrenta en un mercado minorista. Los empleados deberán buscar nuevas vacantes en otro lugar, mientras que los habituales clientes tendrán que hacer sus compras en sucursales lejanas o bien, en tiendas de otra marca.