Punter saca su lado de ángel para hundir al Gran Canaria

La desastrosa temporada que está ofreciendo el Barcelona de baloncesto se tomó un receso este domingo. Resulta que se le ocurrió ganar en Gran Canaria, donde se jugará la próxima Copa del Rey, para la que todavía no está clasificado. No lo tiene garantizado ni ganando su próximo partido, ante Bilbao Basket, pero al menos hoy sí que cumplió con su parte del trato.

Lo hizo ante un Gran Canaria que volvió al partido cuando más difícil lo tenía pero que acabó pereciendo en una orilla que rozó hasta que Punter y los árbitros le echaron un capote al Barcelona. Resulta que el escolta, escondido en la primera parte, se mostró con todo su esplendor en la segunda, sacando ese lado de ángel baloncestístico que lleva dentro. Tantas veces criticado por sus erróneas elecciones en los finales apretados, hoy fue la tabla de salvación de un equipo que vaga como alma en pena, inversamente proporcional su rendimiento actual al potencial que atesora.

Empezaba Metu lanzándole un órdago a Tobey, emparejados como estaban ambos desde el salto inicial, acaso buscándole continuamente. El pívot del Granca lo aceptó con todas las de la ley, y si el gigante del Barça se cascaba ya siete puntos en aquel electrizante 12-10 inicial, Tobey ya había metido seis. Entre una cosa y otra, sendos triples de Brussino decantaban la balanza a favor de la hueste insular, que sin embargo acabó el primer cuarto encajando un parcial de 2-8 en contra, coronado por una solitaria bandeja de Núñez, para el 18-18.

El Barcelona, poco a poco, fue alicatándose en defensa, bajándole el ritmo el partido y, por supuesto, aumentado el tono físico del mismo. Por entonces ya andaba Fall en pista, a quien de momento le salva únicamente una envergadura tan infinita como para hacer dos puntos y cuatro rebotes sin apenas moverse del sitio. Todo eso, claro, con Willy, otra vez, con el chándal puesto en el banquillo, ausente del duelo por decisión técnica de Peñarroya.

Quien sí se unió esta vez a la causa fue el finísimo Joel Parra, que le sacó tres tiros libres a Homesley. Anotó dos, en cualquier caso suficientes para darle la primera ventaja al Barcelona, 22-23, desde aquel 0-2 inicial de Metu. Los muchachos de Peñarroya le metieron mucha más intensidad en su cancha al partido, lo que no fue entendido ni por el Granca ni por su calurosa afición. Aquella técnica a Thomasson derivó en un tiro libre de Brizuela y después en otro de Vesely para un 0-9 de parcial y el 23-29 en el marcador.

Los azulgranas comenzaban a sentirse muy a gusto y eso que, desde la periferia, Thomasson y Alocén apretujaron el duelo hasta el 29-31. Peñarroya comprendió rápidamente por donde le convenía tirar, así que juntó a Satoransky, Punter, Anderson, Parker y Metu, poderío físico interminable, intensidad total en las dos canastas, para acabar el segundo acto con una sonrisa a medias: 32-39.

Tímido hasta entonces, apenas un triple, Punter explotó a la salida de los vestuarios. Así, con nueve puntos del tirón, el ex escolta del Partizan lanzó al Barcelona hasta el 36-48 lo que obligó a Lakovic a parar el partido. Reaccionó, y de qué manera, el Gran Canaria. Resulta que, en apenas 80 segundos, el equipo insular apiló un parcial de 7-0 que le permitió meterse sobre la marcha en el duelo, teniendo que ser ahora Peñarroya quien pidiera tiempo muerto. Metu y Brussino se retaron desde las afueras para mantener una distancia que certificó un magnífico triple de Brizuela para cerrar el tercer cuarto con el apretado 56-61 en el cielo del animadísimo Gran Canaria Arena.

Sea como fuere, la hueste de Jaka Lakovic ya había hecho lo más difícil, pues volvió a meterse en el partido con todas las de la ley cuando parecía fuera de él. De pronto se invirtió la tendencia sobre la cancha tras técnica a Lakovic por protestar una posible falta de Brizuela sobre Alocén cuando este anotó una fulgurante bandeja. Thomasson enchufó desde el extrarradio por dos veces y, entre una y otra, Tobey posterizó a Metu para sacarle el 2+1. Esta magnífica secuencia de nueve puntos le permitió al Gran Canaria ponerse por delante, 67-65, algo que no sucedía desde el pretérito 23-22.

Cómo no, se encomendó el Barça entonces a Punter, on fire a más no poder. Se conectó tres veces consecutivas desde más allá del 6,75, 20 puntos ya en la segunda parte, 5/5 desde fuera, para hacerle darle un poco de aire y una notable ventaja, 67-75, con poco más de dos minutos de partido por delante.

Pero resulta que el Barça es un equipo tan tocado mentalmente que, otra vez, parecía empeñado en dilapidar un partido que tenía en el zurrón. Más que ir a sentenciar se dedicó a contemporizar y a punto estuvo de acabar el duelo en otras de las habituales tragedias azulgranas del curso. Resulta que el arreón final del Granca le permitió, tras un triple de Albicy, ponerse 74-75 con apenas 11 segundos por combatir. Punter, quién si no, y una extraña falta en ataque señalada al base francés del Granca terminaron de darle la victoria a un sufrido Barcelona.

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