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Aunque la sentencia resultó simbólica y previsible, no tiene precedentes: Trump será el primer presidente delincuente de Estados Unidos.
A diferencia del juicio penal de Donald Trump, el cual duró siete dramáticas semanas, su sentencia del viernes fue breve.
Un día después de que Trump atendiera con otros expresidentes el funeral de Jimmy Carter, apareció en la corte a través de una pantalla de video frente a dos banderas estadounidenses. Unos treinta minutos después, fue oficialmente considerado un delincuente.
El presidente electo fue condenado en mayo por 34 cargos de falsificación de registros comerciales relacionados con un plan para encubrir un encuentro sexual con una estrella del porno, una historia lasciva que amenazó con descarrilar su campaña presidencial de 2016.
Estas son cinco conclusiones de la sentencia de Trump:
Juicio dramático, sentencia discreta
El juicio de Trump, el cual culminó con un veredicto de culpabilidad en mayo, fue un asunto dramático lleno de detalles íntimos de un escándalo, el testimonio entre lágrimas de una exasistente y despiadados contrainterrogatorios, incluido el del exabogado y solucionador de problemas de Trump, Michael Cohen.
Pero el viernes, la sentencia fue en gran medida simbólica y previsible. Trump recibió una liberación incondicional, una sentencia poco frecuente en los tribunales de Nueva York que no le impone penas de cárcel ni ningún otro requisito.
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