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Los expertos dijeron que el objetivo de Trump podría haber sido la intimidación, quizá a fin de conseguir un trato favorable para los barcos estadounidenses.
La sugerencia del presidente electo Donald Trump el martes de que Estados Unidos podría reclamar el Canal de Panamá —incluso por la fuerza— inquietó a los panameños, quienes solían convivir con la presencia del ejército estadounidense en la zona del canal y fueron invadidos por fuerzas militares estadounidenses en una ocasión anterior.
Pocos parecían tomarse muy en serio las amenazas de Trump, pero el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Acha, dejó clara la postura de su país en una conferencia de prensa horas después de que el presidente electo estadounidense reflexionara en voz alta sobre la posibilidad de retomar el canal.
“La soberanía de nuestro canal no es negociable y es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible”, dijo Martínez-Acha. “Que quede claro: el canal pertenece a los panameños y así seguirá siendo”.
Los expertos dijeron que el verdadero objetivo de Trump podría haber sido la intimidación, quizá dirigida a conseguir un trato favorable del gobierno de Panamá para los barcos estadounidenses que utilizan el paso. En términos más generales, dijeron, podría estar intentando enviar un mensaje a una región que será fundamental para sus objetivos de controlar el flujo de migrantes hacia la frontera estadounidense.
“Si Estados Unidos quisiera desacatar el derecho internacional y actuar como Vladimir Putin, podría invadir Panamá y recuperar el canal”, dijo Benjamin Gedan, director del Programa para América Latina del Wilson Center de Washington. “Nadie lo vería como un acto legítimo, y no solo causaría un grave daño a su imagen, sino también inestabilidad al canal”.
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