Todo parece indicar que en 2025 los tipos de interés seguirán la senda bajista con la que se despidieron del pasado año, un horizonte que descoloca a los inversores con un perfil más conservador que ven cómo los productos por los que han venido apostando en los últimos tiempos pierden rentabilidad y dejarán de ser una opción para su dinero.
Así, los depósitos, las cuentas remuneradas o las Letras del Tesoro cotizarán a la baja en este recién estrenado año. Ante este hecho, ¿qué alternativa se presenta a quienes deseen invertir?
Los expertos del comparador financiero HelpMyCash no dudan en indicar que para un inversor conservador los depósitos a plazo fijo pueden seguir siendo una buena opción, siempre que se den prisa y elijan propuestas a largo plazo si no van a necesitar ese dinero de manera inmediata. Aún hay productos con una rentabilidad de hasta un 3,3% TAE, como los depósitos a un año de Banca Progetto o de Novum bank, “o las opciones a más largo plazo de la banca europea cuyos rendimientos rondan el 3% TAE a dos años o el 2,95% a tres años”, apuntan desde HelpMyCash.
Los mismos expertos también aseguran que, al menos, durante el primer semestre del año el Tesoro Público (Letras, Bonos y Obligaciones) puede seguir siendo una buena opción para los inversores que no quieran riesgos. A partir de entonces auguran que sus rendimientos podrían situarse por debajo del 2%.
Los fondos monetarios también podrían ser una opción para HelpMyCash, mientras que, definitivamente, la renta fija perderá atractivo.
El oro y la plata podrían ser inversiones refugio y los expertos de XTB los recomiendan porque prevén que aumenten su precio gracias a “las tensiones comerciales globales”.
Por otra parte, la inversión inmobiliaria, en un contexto de crédito barato como el que se avecina, podría ser un destino ideal para el dinero de los indecisos que buscan rentabilidad sin demasiado riesgo, aún a costa de inmobilizar su efectivo.
Una opción mucho más arriesgada, aunque se prevén cambios en el sector que incidirán en la seguridad de esta apuesta, la encontramos en las criptomonedas: según Bloonberg, el Bitcoin, el más popular de estos productos, terminó 2024 con una revalorización del 130%. Su popularidad se ha disparado conforme ha avanzado la fiabilidad y estabilidad de estos productos, algo que se podría apuntalar en 2025, año en el que arrancará el Reglamento europeo sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA, por sus siglas en inglés) e importantes bancos (BBVA, Caixabank, Santander…) van a empezar a comercializarlos.