Cambios de calado en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con el nombramiento como prefecta de Simona Brambilla y de Ángel Fernández Artime como pro-prefecto
Ya dentro del Dicasterio, como secretaria, se considera su labor fundamental a la hora de ‘desatascar’ la investigación sobre las graves denuncias que recaían sobre el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), tras sustituir al franciscano español José Rodríguez Carballo
Francisco comienza el año con paso firme en su reforma de la Curia y, en la solemnidad de los Reyes Magos, ha anunciado un destacado presente, del que ya había dejado caer pistas: el del nombramiento de la primera mujer para presidir un dicasterio en la Curia vaticana.
‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo
Se trata de Simona Brambilla, M.C., a la que ha nombrado prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la que hasta ahora era Secretaria.
Igualmente, el Papa ha nombrado pro-prefecto de esa institución curial al cardenal español Ángel Fernández Artime, S.D.B., ex rector mayor de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco.
La apuesta de Francisco
Hace tres semanas, Francisco ya había dado claras muestras de su apuesta por la misionera de la Consolata, al designarla personalmente – junto con otra mujer, María Lía Zervino- como nuevo miembro delConsejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo.
Si esta designación ahondaba en el reiterado anuncio de Jorge Mario Bergoglio de ir abriendo mayores espacios de responsabilidad dentro del gobierno de la Iglesia para las mujeres, cuando hace poco más de un año la nombró secretaria del ‘Ministerio’ de la Vida Consagrada, fue acogido como un guiño a la Iglesia en salida y misionera.
Perteneciente a la Congregación de las Misioneras de la Consolata, en la que ha desempeñado el cargo de Superiora General desde 2011 hasta mayo de 2023 y el de Consejera General de 2005 a 2011, la hermana Simona Brambilla, tras licenciarse enPsicología en el Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana, tuvo una primera experiencia misionera en Mozambique, que ha descrito como breve pero densa y sobre todo decisiva en su camino.
Desatascando el caso Sodalicio
Ya dentro del Dicasterio, como secretaria, se considera su labor fundamental a la hora de ‘desatascar’ la investigación sobre las graves denuncias que recaían sobre el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), tras sustituir al franciscano español José Rodríguez Carballo.
Tal y como ha contando en RD Pedro Salinas tras su encuentro de hace unas semanas en el Vaticano de Brambilla con las víctimas de la institución fundada en Perú por Luis Figari, “nítidamente, sor Simona parecía estar muy distante de los entresijos y maquinaciones que se urden en la curia vaticana y a los que están acostumbrados a tratar los encumbrados capitostes del Sodalicio”.
“A todos nos quedó la sensación de que estábamos, por fin, frente a alguien que no iba a vacilar al momento de ejercer su autoridad contra los perpetradores de los abusos más disímiles durante medio siglo de existencia”.
Así pues, un nombramiento histórico -y por mucho motivos- el de esta religiosa italiana para hacerse cargo de un Dicasterio que ha tenido todo el control sobre una forma de vida, entrega y testimonio cuya fuerza humana está mayoritariamente constituida por féminas.
