El presidente electo de EE UU, Donald Trump, se ha implicado este viernes en el contencioso sobre el destino de TikTok en Estados Unidos al pedir al Tribunal Supremo que suspenda una ley que prohibiría en el país la plataforma de microvideos si no es vendida por su matriz china. Trump ha asegurado este viernes que el tribunal debería concederle tiempo tras su toma de posesión, el próximo 20 de enero, para “buscar una solución negociada” al litigio. El republicano no se ha pronunciado públicamente sobre la constitucionalidad de la ley, que está previsto entre en vigor la víspera de su asunción, el 19 de enero, aunque afirma que plantea “problemas preocupantes” sobre la libertad de expresión.
Mediante un escrito elevado a la Alta Corte, Trump dijo a los jueces que sólo él “posee la experiencia consumada para negociar, el mandato electoral y la voluntad política para negociar una resolución que salve la plataforma y aborde al mismo tiempo las preocupaciones de seguridad nacional expresadas por el Gobierno”. La solicitud no especifica qué tipo de acuerdo pretende ni cuál sería la duración de la prórroga para alcanzar la solución que promete.
La solicitud se produjo mientras TikTok y la Administración del presidente Joe Biden presentaban escritos opuestos al tribunal, en los que la compañía argumentaba que la corte debe anular la ley, mientras que el Gobierno enfatizaba su posición de que el estatuto es necesario para eliminar riesgos para la seguridad nacional. Los jueces federales dieron a comienzos de mes el visto bueno a la prohibición de la plataforma si su propietaria china no la vende.
“El presidente Trump no se posiciona sobre los méritos subyacentes de esta disputa. En cambio, solicita respetuosamente que el Tribunal considere suspender la fecha límite de la Ley para la desinversión del 19 de enero de 2025, mientras considera los méritos de este caso”, dice el escrito presentado por el presidente electo, que no apoyó a ninguna de las partes en el caso y fue redactado por John Sauer, su elección para procurador general.
El tribunal está tramitando el caso con un calendario muy ajustado, con los argumentos finales programados para una sesión especial el 10 de enero, poco más de una semana antes de que la ley entre en vigor. El caso enfrenta el derecho de las empresas y los usuarios a la Primera Enmienda, que consagra la libertad de expresión, con los intereses de la seguridad nacional.
Trump sostiene en su petición que una pausa en el proceso proporcionaría “un respiro para que el tribunal considere las cuestiones con un calendario más desahogado”. Su solicitud se ha producido tras el duelo de argumentos presentados hoy mismo por TikTok y la Administración saliente del presidente Biden. El actual Departamento de Justicia, dirigido por Biden, sostiene que el control chino de TikTok plantea “graves amenazas a la seguridad nacional”. La plataforma “recopila datos sensibles sobre decenas de millones de estadounidenses y sería una potente herramienta para operaciones encubiertas de influencia por parte de un adversario extranjero”, ha argumentado la procuradora general de EE UU, Elizabeth Prelogar, la abogada principal de la Administración ante el Tribunal Supremo.
Por su parte, TikTok ha replicado a los jueces que el Congreso no tuvo en cuenta alternativas distintas a la prohibición. “La historia y los precedentes enseñan que, incluso cuando la seguridad nacional está en juego, las prohibiciones de [la libertad de] expresión deben ser el último recurso del Congreso», se ha defendido la compañía.
Trump ha dado marcha atrás en su postura sobre la popular aplicación, tras haber intentado prohibirla durante su primer mandato por motivos de seguridad nacional. De hecho, se unió a TikTok durante la última campaña presidencial y su equipo la utilizó para conectar con los votantes más jóvenes, especialmente los masculinos, impulsando contenidos a menudo machistas y destinados a hacerse virales. A principios de este año dijo que seguía creyendo que TikTok entrañaba riesgos para la seguridad, pero que se oponía a prohibirlo.
La solicitud de Trump al Supremo es el último ejemplo de su implicación y participación en la agenda política nacional e internacional antes de asumir el cargo. El presidente electo republicano ya ha empezado a negociar con otros países sus planes de imposición de aranceles, e intervino decididamente la semana pasada en la primera iniciativa para financiar temporalmente el Gobierno, al pedir a su partido que rechazara un plan bipartidista, que ni siquiera llegó a votarse. Pese al evidente riesgo de cierre de la Administración si no se alcanzaba un acuerdo antes del plazo previsto, también boicoteó el segundo plan, que fue rechazado en votación, accediendo finalmente al tercero, aprobado in extremis.
También ha mantenido reuniones con líderes extranjeros y empresarios en su club de Mar-a-Lago, en Florida, mientras termina de configurar su Administración. Entre esos encuentros con empresarios, figura el que mantuvo la semana pasada con el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew.
