La noche más oscura de Matta Ballesteros

Ramón Matta Ballesteros, nacido en Tegucigalpa en 1945, se erigió como una figura central en el narcotráfico internacional durante las décadas de 1970 y 1980.

Su habilidad para establecer conexiones entre los cárteles de Medellín, liderado por Pablo Escobar, y organizaciones mexicanas como el Cártel de Guadalajara, lo posicionó como un engranaje clave en la ruta de la cocaína hacia Estados Unidos.

Apodado “Don Matta”, su influencia se extendió más allá del ámbito del narcotráfico.

En Honduras, invirtió en sectores como la agricultura y la ganadería, especialmente en los departamentos de Olancho y El Paraíso, donde ofrecía salarios elevados y apoyo comunitario, ganándose la simpatía de muchos habitantes locales.

La relación de Matta Ballesteros con el Cártel de Medellín fue particularmente estrecha. Actuó como facilitador en la logística del transporte de cocaína desde Colombia, utilizando su aerolínea SETCO para mover cargamentos ilícitos.

Además, esta misma aerolínea fue utilizada por el gobierno estadounidense para suministrar a los Contras en Nicaragua, lo que añade una capa de complejidad a su perfil.

Sus vínculos con capos mexicanos, como Miguel Ángel Félix Gallardo del Cártel de Guadalajara, consolidaron una alianza que permitió el flujo masivo de drogas hacia el norte.

Esta colaboración no solo fortaleció las operaciones de ambos cárteles, sino que también estableció rutas que serían utilizadas por años en el tráfico de estupefacientes. Matta Ballesteros fue vinculado con Pablo Escobar, el capo colombiano líder del Cártel de Medellín.

La noche del 5 de abril de 1988, Matta Ballesteros fue capturado en su residencia en la colonia Los Ángeles de Comayagüela.

Según informes, agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), en colaboración con autoridades hondureñas, llevaron a cabo la operación.

Sin embargo, su esposa, Nancy de Matta, denunció que se trató de un secuestro, alegando que se violaron procedimientos legales y que se plantaron evidencias en su contra.

Tras su captura, Matta fue trasladado rápidamente a Estados Unidos, donde enfrentó múltiples cargos relacionados con el narcotráfico yagente de la DEA, Enrique Camarena.

Este hecho generó protestas en Honduras, con manifestaciones que denunciaban la violación de la soberanía nacional y la ilegalidad de su extradición.

En Estados Unidos, Matta Ballesteros fue condenado a múltiples cadenas perpetuas. Portada de Diario LA PRENSA refiriéndose a su detención.

Las autoridades estadounidenses lo señalaron como uno de los principales responsables de introducir grandes cantidades de cocaína al país, utilizando una compleja red de contactos y recursos logísticos que había establecido a lo largo de los años.

A pesar de su encarcelamiento, la figura de Matta Ballesteros sigue siendo objeto de debate en Honduras. Sus hijos y familiares han solicitado en múltiples ocasiones su repatriación, argumentando razones humanitarias y cuestionando la legalidad de su captura y traslado a territorio estadounidense.