Para obtener buenas piezas, es indispensable entregar otras. Esa ha sido la visión del alto mando de los Marlins de Miami en tiempos recientes y la misma volvió a quedar reflejada este pasado fin de semana, cuando tiraron del gatillo en una transacción poco habitual entre equipos de la misma división.
Los peces salieron del abridor venezolano Jesús Luzardo y del receptor de ligas menores Paul McIntosh en una transacción con los Filis de Filadelfia que le permitió al conjunto del sur de la Florida agregar a dos piezas prometedoras a sus filas: el dominicano Starlyn Caba y el norteamericano Emaarion Boyd.
Caba, de apenas 19 años de edad, estaba rankeado como el cuarto mejor prospecto de los cuáqueros por parte de los expertos de MLB Pipeline y se posiciona también en la casilla 81 entre las 100 joyas más promisorias de todo el béisbol en la actualidad.
El torpedero, que de inmediato reclamó la tercera plaza en el ránking de promesas de los Marlins, se convirtió en el cuarto jugador del equipo dentro del reconocido “Top 100”, junto con Thomas White, Noble Meyer y Agustín Ramírez.
En apenas su segunda campaña como profesional, el quisqueyano ligó para .228 de promedio, con siete dobles, un triple y dos jonrones, además de registrar 26 impulsadas, 57 anotadas y 50 bases robadas en 78 desafíos disputados entre las categorías “rookie” y Clase A de los Marlins en 2024.
Entre lo mejor de su clase
Caba fue considerado como uno de los mejores prospectos disponibles en la clase internacional de 2023 y rindió acorde a lo esperado en su estreno en la Liga de Verano de la República Dominicana, con una línea ofensiva de .301/.423/.346 en 38 cotejos.
“Cuando adquirimos a jugadores jóvenes, todo se resume en lo que esperamos de ellos en el futuro”, señaló Peter Bendix, presidente de operaciones de béisbol de Miami, en declaraciones para el portal oficial del club.
