Hay muchas personas que se preocupan por cómo se ven sus dientes en una foto, pero lo más probable es que la mayoría ni siquiera piense en la forma de cada diente. Bueno, tendríamos que pensar en eso porque en parte la forma podría estar determinada por nuestra ascendencia Neandertal.
Un equipo internacional de investigadores co-liderado por Kaustubh Adhikari de la Universidad College London (UCL) descubrió diferencias en los dientes entre distintas etnias. Eso incluye una característica aparente determinada por un gen heredado de los neandertales. Su estudio se publicó el 12 de diciembre en Current Biology, y algún día podría ayudar en el diagnóstico y tratamiento de afecciones dentales genéticas.
Los investigadores, entre quienes había expertos de la Universidad Fudan de China, utilizaron escaneos 3D de moldes dentales en yeso para analizar las medidas de los dientes de 882 voluntarios de ascendencia europea, americana nativa y africana. Luego compararon esas mediciones con los datos genéticos de los voluntarios e identificaron 18 regiones de genomas que tienen que ver con el tamaño y la forma de varios dientes. Lo notable es que 17 de esas regiones se identificaron por primera ver como relacionadas con las dimensiones de los dientes.
“Hay muchos datos en los dientes sobre la evolución humana, y los dientes antiguos bien preservados tienen una importancia particular para los arqueólogos porque echan luz sobre hitos como el de cuándo se produjo la transición a la comida cocida y empezaron a reducirse en tamaño los dientes. Sin embargo, se sabe poco sobre la base genética de la variación en la población humana moderna en cuanto a forma y tamaño de los dientes, en parte debido a la dificultad para medirlos”, dijo Adhikari en una declaración de la UCL. “Ahora hemos identificado numerosos genes que tienen impacto en el desarrollo dental, y algunos de ellos son responsables de las diferencias que hay entre los grupos étnicos”.
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Con todo, “nuestros hallazgos no nos aclararon si los genes que identificamos como responsables de la forma de los dientes fueron una selección evolutiva debido a ventajas particulares a la salud dental, por lo que es posible que los genes hayan sido seleccionados debido a influencias que tienen en otras áreas, y que las diferencias en la forma sean solo un resultado colateral”, afirmó Andrés Ruiz-Linares de la UCL y la Universidad Aix-Marseille.
Entonces, en pocas palabras, los investigadores no están seguros de por qué se desarrollaron los genes que tienen impacto en la forma de los dientes.
“Algunos de los genes que contribuyen a la variación normal de las dimensiones dentales en gente sana también pueden contribuir a la variación patogénica, como sucede con dientes que no crecen, u otras afecciones de la salud mental”, dijo Qing Li de la Universidad Fudan, también co-líder del estudio. Las variaciones patogénicas son diferencias genéticas que aumentan las oportunidades de una persona de sfrir una enfermedad en particular, o un desorden genético. Es decir que los genes que determinan las medidas de los dientes también podrían determinar problemas de salud.
En consecuencia “esperamos que nuestros hallazgos sean de utilidad médica, si las personas con problemas dentales en particular pudieran someterse a pruebas genéticas que ayuden en el diagnóstico, o si algunas anomalías dentales pudieran algún día tratarse con terapias de genes”, añadió Li.
Falta todavía saber si esta investigación puede llevar a aplicaciones médicas. Mientras tanto, los dientes Neandertales se unen a cantidad de características que podríamos haber heredado de esos parientes perdidos. Y eso incluye la tolerancia al dolor y la forma de la nariz.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
