Visto el rendimiento del Barça en LaLiga y en la Champions, los blaugrana deberían determinar, sin duda, que el apasionante encuentro del sábado en Montjuïc pertenece a la competición europea, en lugar de la local. El mejor Barça se ha visto cuando ha comenzado esa musiquilla pegadiza e icónica que marca que se está delante de un gran acontecimiento. Los más futboleros y los más románticos apelan a que la mejor competición es LaLiga porque es la que mide con mayor exactitud cuál es el mejor equipo, el que mantiene más alto el nivel de regularidad. La Champions es un choque de trenes, una competición de infarto, en la que si un equipo está mal 20 minutos es posible que se vaya a casa. El técnico alemán Jürgen Klopp dijo en su día que era un torneo que había que jugar con el corazón más que con la cabeza. El Atlético ha conformado una plantilla muy competitiva y Simeone ha dado con la tecla tras un inicio irregular. Las piezas han ido encajando y hoy este Atlético, que llegó a estar a más de diez puntos del Barça, es candidato al título. El mejor ataque contra la mejor defensa. Los alicientes para el encuentro de Montjuïc son espectaculares y, habitualmente, los Barça-Atlético no decepcionan, independientemente del histórico de resultados que exista con anterioridad.
Lo que, sin embargo, no acaba de entenderse es el doble rasero con que se mide el fútbol masculino y el femenino. No puede ser que después de haber disputado la fase de grupos de la Champions, el sorteo para los cuartos de final de la competición femenina sea el ¡7 de febrero! ¿No hay otra fecha anterior? ¿Se entendería que se hiciera eso con el fútbol masculino? Las eliminatorias se jugarán en marzo, vale, pero no cuesta nada hacer un sorteo más cercano al final de la primera fase y así los equipos que deben enfrentarse disponen de más tiempo para estudiar a sus rivales. Ya está fuera de lugar que no haya VAR en los mismos partidos femeninos que masculinos, pero da una imagen de dejadez tremenda el poner una fecha tan tardía para el sorteo de los cuartos de una competición muy interesante y exigente. Aún queda recorrido para ir poniéndole más sentido común a competiciones de gran nivel.
