Dos cambios en la alimentación de los estadounidenses pueden contribuir a una vida más larga y saludable, según un reciente informe del panel de expertos en nutrición que está encargado de elaborar las Directrices Dietéticas 2025-2030. Implican disminuir la ingesta de ciertos productos e incrementar otros:
Estas modificaciones se suman a recomendaciones tradicionales como limitar los azúcares añadidos, el sodio y las grasas saturadas.
El informe forma parte de un esfuerzo continuo por mejorar la salud pública en Estados Unidos y será la base de políticas alimentarias federales. “Desde 1980, las recomendaciones han sido consistentes: comer más vegetales y reducir alimentos ricos en sal, azúcar y grasas saturadas”, señaló a Fortune Marion Nestle, experta en política alimentaria.
Sin embargo, el documento también expone desafíos actuales, como la prevalencia de alimentos ultraprocesados en la dieta estadounidense, que representan el 60% de los alimentos consumidos. Aunque estos productos han sido vinculados a problemas como obesidad y enfermedades crónicas, los expertos señalaron que la evidencia aún es insuficiente para emitir una recomendación concreta.
El panel concluyó que una dieta saludable debe ser rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, pescados y aceites vegetales ricos en grasas insaturadas. En contraste, debería ser baja en carnes rojas, alimentos procesados, bebidas azucaradas, granos refinados y grasas saturadas. También se incluyen productos lácteos bajos en grasa y opciones de alimentos de origen vegetal.
¿Qué pasa con el alcohol y los ultraprocesados?
A pesar de las expectativas, el informe no abordó cambios en las recomendaciones sobre el consumo de alcohol, que actualmente sugiere limitarse a dos bebidas al día para hombres y una para mujeres. Respecto a los alimentos ultraprocesados, aunque existen evidencias de su impacto negativo en la salud, los expertos consideraron que los estudios disponibles no son lo suficientemente sólidos para establecer nuevas pautas.
El informe será revisado por los Departamentos de Salud y Agricultura, y la guía definitiva será publicada en 2025. Durante este periodo, el público podrá opinar sobre las recomendaciones. Una reunión pública está programada para el 16 de enero.
El Dr. Peter Lurie, presidente del Center for Science in the Public Interest, destacó la importancia de adoptar estas recomendaciones. “Si bien hay espacio para mejorar, estas pautas son un paso en la dirección correcta para combatir las enfermedades relacionadas con la dieta en Estados Unidos”, subrayó al medio. Adoptar una alimentación más equilibrada y consciente no solo podría añadir años de vida, sino también mejorar significativamente su calidad.