Si hay una fiesta tradicional en Gipuzkoa esa es, sin duda, Santo Tomás. A pesar de que es una fecha que llena de orgullo a los donostiarras y disfraza sus calles de olores y trajes tradicionales, hay otros municipios como Azpeitia, Lekeitio, Errenteria, Irun, Hondarribia, Usurbil o Arrasate en los que también se celebra por todo lo alto.
1- Orígenes de la fiesta
La festividad se remonta al siglo XIX, cuando los baserritarras se desplazaban a Donostia para pagar las rentas de las fincas que cultivaban. Aprovechaban para llevar consigo productos del caserío que no había en la ciudad y, asimismo, se aprovisionaban de productos que no había en el campo. A pesar de que la necesidad de la feria desapareció, la tradición de reunirse ese día continúa en pie, convirtiendo la plaza de la Constitución en el epicentro de la celebración.
2- La figura central: el cerdo
El cerdo es la figura central del día. Antiguamente, las familias se reunían para realizar la matanza y despiece del cerdo, fundamental para el sustento durante el invierno. Joxemiel Barandiaran, referente indispensable de la antropología y cultura vasca, consideraba estos sacrificios como una dedicación a la tierra, simbolizada en el folklore vasco como Lur. La matanza del cerdo también era augurio de suerte y fertilidad, asociando su sacrificio a una cosecha abundante y prosperidad para el próximo ciclo. Actualmente, los productos extraídos del cerdo son fundamentales en los puestos de Santo Tomás, donde se venden txistorras, morcillas y otros embutidos.
3- El talo, la txistorra y la sidra
Los tres reyes indiscutibles de la celebración son el talo, la txistorra y la sidra. En las calles de muchas localidades de Gipuzkoa se mezclan con sus olores y es imprescindible degustar al menos uno de los productos. El talo es una clásica tortilla elaborada con harina de maíz considerada antaño una comida cotidiana en las zonas rurales. En cuanto a la txistorra, es una versión más fina y fresca del chorizo, con orígenes vascos y considerado un símbolo gastronómico del territorio. La bebida por antonomasia es la sidra, que no puede faltar en una feria que conmemora las tradiciones vascas.
4- Fiesta familiar
Al ser una celebración que abarca todo el día, es considerada como un punto de encuentro intergeneracional, donde se entremezclan los más pequeños con los más mayores para disfrutar de la gastronomía, actividades y tradiciones.
Fotos: buen ambiente en la Feria de Santo Tomás Ruben Plaza
5- Vestimenta tradicional
A pesar de que los trajes han evolucionado con los años, continúan manteniendo la esencia de los originales, que datan de los siglos XVIII y XIX. El atuendo tradicional femenino es una falda larga, a menudo de colores oscuros; una blusa o camisa blanca de manga larga; un delantal de lino o algodón, utilizado para proteger la ropa de las tareas domésticas o agrícolas; un pañuelo en la cabeza; calcetines blancos de lana; y abarcas en los pies.
En cuanto al traje masculino, está compuesto por un pantalón oscuro o con rayas finas blancas; una blusa de lino o algodón, generalmente negra o blanca; un chaleco para protegerse del frío; calcetines de lana; abarcas; un pañuelo sobre los hombros; y una txapela. Esta vestimenta es una manera de enaltecer y recrear las costumbres antiguas del territorio.
6- Santo Tomás en Donostia
Arrasate, Azpeitia, Tolosa, Irun, Eibar… Muchas localidades de Gipuzkoa celebran la jornada por todo lo alto, pero Donostia se ha convertido en un punto de encuentro para la mayoría de los guipuzcoanos el 21 de diciembre como celebración previa a la Navidad y la feria continúa extendiendo y ampliándose cada año. A pesar de festejarse en otros municipios, la feria tiene su origen en Donostia.
7- Puestos y productos
Los puestos se abren desde las 10.00 hasta las 20.00 horas y están repartidos por toda la ciudad, pero los principales puntos de encuentro son la plaza de la Constitución y la plaza de Gipuzkoa, donde hay hortalizas, talos, bocadillos, dulces y sidra. Además en la plaza Okendo se pueden encontrar animales y en el exterior del Mercado San Martín se sitúan los principales puestos artesanales y con gastronomía más variada. Durante el día también se organizan campeonatos de pelota, concursos de gastronomía y trajes, o eventos alrededor de la música y los deportes.
8- Tradiciones antiguas
A lo largo de los años algunas de las tradiciones se han ido consolidando, pero otras se han perdido. Antiguamente, el 21 de diciembre se llevaba a cabo una rifa con el gran cerdo vivo que actualmente se expone en la plaza de la Constitución. Este, servía como alimento para sobrevivir el invierno. También era un día muy especial para los más pequeños, ya que recibían regalos.
En cuanto a la gastronomía, durante las primeras ediciones, lo habitual era comer chorizo frito con pan, pero los estudiantes comenzaron a organizar puestos en los que vendían talo con txistorra para recaudar dinero para sus viajes, y la tradición se popularizó.
9- Santo Tomás en Azpeitia
En Azpeitia es muy tradicional el mercado de hortalizas, flores y frutas que se organiza en la Plaza del Mercado. No obstante, también son populares las actuaciones musicales y de bertsolaris, además de los puestos de talos y txistorra, que no pueden faltar. Al igual que en el resto del territorio, los ciudadanos también optan por vestirse con los clásicos trajes de baserritarras.
10- Santamasak en Arrasate
En Arrasate la fiesta se conoce como Santamasak y se celebra durante tres días, desde el 22 hasta el 24 de diciembre. Una de las peculiaridades es la txerri-dantza, un baile que se hace en honor al cerdo y que va acompañado de una canción. La fiesta termina el martes 24 con la llegada de Txoronpio y Txoronpia, que son los encargados de recoger las cartas de los niños y entregárselas a Olentzero.