Mural de Donald Trump, en Las Vegas, Nevada.
Foto: EFE – CAROLINE BREHMAN
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A quienes han luchado por frenar el cambio climático les cayó como un baldado de agua fría la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos. En múltiples intervenciones, se ha mostrado como un negacionista del calentamiento global, haciendo oídos sordos a las advertencias de los científicos.
Por eso, muchos de esos líderes ya empezaron a pronunciarse sobre lo que implica que Trump vuelva a la presidencia, aunque no sin advertir que es un momento para redoblar los esfuerzos. El aumento de la temperatura del mar, el incremento de la emisión de gases de efecto invernadero y el colapso de los arrecifes de coral, son solo algunos ejemplos por los cuales creen que no es momento de retroceder en la lucha contra el cambio climático, pese a las malas noticias.
De hecho, un análisis hecho a principios de este año por Carbon Brief sugirió que, con la victoria de Trump se podrían generar 4.000 millones de toneladas de CO2 (equivalente) en Estados Unidos para 2030, en comparación con los planes trazados por la administración de Joe Biden. De acuerdo a sus cálculos, esa cantidad causaría daños climáticos globales por un valor de más de 900.000 millones de dólares.
Como señaló Christiana Figueres, responsable de clima de la ONU entre 2010 y 2016, “el resultado de estas elecciones se considerará un duro golpe para la acción climática mundial, pero no puede detener ni detendrá los cambios en curso para descarbonizar la economía y cumplir los objetivos del Acuerdo de París”.
A sus ojos, “el trabajo vital que se está llevando a cabo en comunidades de todo el mundo para regenerar nuestro planeta y nuestras sociedades continuará, imbuido de un espíritu nuevo y aún más decidido en la actualidad. Pone de manifiesto que existe un antídoto contra la fatalidad y la desesperación. Es la acción sobre el terreno, y está ocurriendo en todos los rincones de la Tierra”.
Otra de las personas que se pronunció tras la elección de Trump fue Laurence Tubiana, directora General de la Fundación Europea del Clima. Para ella, el resultado de las elecciones es “un revés para la acción climática mundial”. Aun así, añadió, “el Acuerdo de París ha demostrado su resistencia y es más fuerte que las políticas de cualquier país. El contexto actual es muy diferente al de 2016. Hay un fuerte impulso económico detrás de la transición mundial, que Estados Unidos ha liderado y del que se ha beneficiado, pero que ahora corre el riesgo de perder”.
A lo que se refiere Tubiana es a la decisión que Trump había tomado en el pasado, cuando fue presidente de Estados Unidos, y decidió retirarse del Acuerdo de París, donde el planeta trazó la meta de no superar los 1,5 °C (con respecto a los niveles preindustriales). Pero Tubiana tiene un buen argumento para recordarle a ese país por qué debería pensar en el cambio climático: “El devastador balance de los recientes huracanes nos recuerda que todos los estadounidenses se ven afectados por el empeoramiento del cambio climático”.
“La elección de un negacionista del clima a la Presidencia de EE.UU. es extremadamente peligrosa para el mundo. Ya estamos viendo daños extremos, pérdida de vidas en todo el planeta debido al calentamiento de 1,3 °C inducido por el hombre. El presidente Trump no estará por encima de las leyes de la física y tampoco lo estará el país que dirige”, dijo, por su parte, Bill Hare, director general de Climate Analytics y uno de los autores, en el pasado, de los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
Respecto a la posibilidad de que EE.UU. vuelva a retirarse del Acuerdo de París, cree que “el mayor perdedor será Estados Unidos. Ya hemos pasado por esto antes: la retirada de Estados Unidos en la primera presidencia de Trump no provocó el colapso del Acuerdo, como predijeron algunos expertos”.
Otra de las líderes de la lucha contra el cambio climático que se pronunció fue Gina McCarthy, que ocupó el cargo de asesora nacional sobre clima de la Casa Blanca. “No importa lo que diga Trump, el cambio hacia la energía limpia es imparable y nuestro país no dará marcha atrás. Nuestra coalición es más grande, más bipartidista, está mejor organizada y está totalmente preparada para ofrecer soluciones climáticas, impulsar las economías locales e impulsar la ambición climática”.
McCarthy está convencida de que no permitirán que Trump “se interponga en el camino de dar a nuestros hijos y nietos la libertad de crecer en comunidades más seguras y saludables”.
Algo similar aseguró Izabella Teixeira, exministra de Medio Ambiente de Brasil. “No hay lugar para el negacionismo climático en el contexto de la emergencia climática. La sociedad estadounidense es corresponsable del calentamiento global y, a pesar de la victoria de Trump, sin duda será corresponsable de las soluciones a la crisis climática”.
Julius Mbatia, experto en financiación climática de ACT Alliance, dijo una buena frase para recordar por qué, pese a la elección de un negacionista del cambio climático en Estados Unidos, no se puede dar marcha a atrás: “El cambio climático no conoce fronteras nacionales ni geopolíticas”.
Como Mbatia, ahora muchos tienen los ojos puestos en la COP29 de cambio climático, que se llevará a cabo en pocos días en Bakú, en Azerbaiyán, donde uno de los temas centrales será superar los cuellos de botella relacionados con los desafíos financieros.
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