Franco Colapinto protagonizó algunos choques impactantes en las últimas carreras de la temporada de Fórmula 1, pero el que más preocupó tanto a su equipo como a los aficionados fue el accidente que sufrió durante la clasificación del Gran Premio de Las Vegas. El accidente tuvo un impacto de 50G, es decir, que el piloto argentino tuvo que soportar hasta 50 veces su peso corporal en menos de un segundo. En las últimas horas se compartió un video del accidente desde un ángulo nunca antes visto y que es aún más sorprendente.
En un intento de meter su Williams a la Q3, Colapinto venía haciendo récords de velocidad en minis sectores del último tramo del circuito, pero en el video se ve desde el frente como su monoplaza se estrella contra el muro después de haber hecho contacto con una curva, prácticamente destrozando la mitad del auto. Hasta pareciera que el piloto se hace uno con la pared, y debido a la velocidad con la que venía, el auto siguió rodando por varios metros sacando chispas y con dos ruedas menos.
Las imágenes son tan impactantes que te hacen cuestionar cómo es que Colapinto salió caminando de semejante accidente. Si bien fue inmediatamente socorrido por los comisarios y posteriormente trasladado al centro médico para realizarse todos los chequeos necesarios, no se supo hasta el día siguiente si el argentino iba a poder disputar de la carrera o no debido a la gravedad del accidente. Afortunadamente, pasó todos los controles médicos y le dieron el alta para correr.
La impactante toma del accidente de Colapinto en Las Vegas
No es raro ver accidentes de este tipo en un deporte tan arriesgado como lo es la Fórmula 1. Pero en los últimos años se comenzó a priorizar la integridad de los pilotos, por lo que se fueron introduciendo nuevas medidas de seguridad para que esos choques no se conviertan en tragedias. El último accidente fatal que se vio en esta categoría fue el de Jules Bianchi en 2014, que generó una oleada de innovaciones tecnológicas para proteger a los pilotos.
Una de ellas fue en 2018 la introducción del halo que rodea la cabina de la monoplaza. Al principio fue una innovación polémica, ya que surgieron varios argumentos en contra del mismo que sostenían que perjudicaban la vista de los pilotos. Con el tiempo se fueron acostumbrando a este nuevo elemento que tiene el potencial de salvar vidas.
El halo protege la cabeza de los pilotos de cualquier elemento que vuele por la pista, sobretodo las piezas que se desprenden de otros autos, o cuando una monoplaza se sube a otra en medio de un choque, e incluso cuando se estrellan contra un muro, como le sucedió a Colapinto en Las Vegas.
El halo de seguridad del Mercedes de Lewis Hamilton. Foto de AFPDesde ya, no fue solamente gracias al halo que el argentino pudo salir caminando de semejante accidente, si no la combinación de varias medidas de seguridad. Principalmente, el material que compone la célula de supervivencia o monocasco. Esta parte central de las monoplazas está compuesta por fibra de carbono con 6 mm de espesor combinada con una capa de Kevlar, un material altamente resistente a los golpes. Esta estrucutura está diseñada para absorber la mayor cantidad de energía posible durante un accidente y es escencial para la seguridad de los pilotos.
Por otro lado, en 2003 se introdujo el HANS (Head and Neck Support), que funciona como un soporte para la cabeza y el cuello del piloto, reduciendo los movimientos de cabeza para evitar lesiones. Se estima que reduce un 72% la tensión del cuello durante un accidente y que ayudó a salvar vidas incontables veces.
Además de todos los elementos que previenen grandes lesiones, también existen dispositivos de alta tecnología que permiten analizar lo que ocurrió durante un choque. Por ejemplo, el acelerómetro que utilizan los pilotos en el oído desde 2014 que permite recopilar la cantidad de fuerzas G que impactaron sobre ellos durante un accidente. Su ubicación es clave tanto a la hora de no generar molestias durante la carrera como para recopilar datos de los movimientos de cabeza, que también son observados por la cámara fija que captura hasta 400 fotogramas por segundo.
No está demás mencionar la vestimenta especial que utilizan todos los pilotos cada vez que se suben al auto. En 1963 se hicieron obligatorios los monos, y en 1975 se creó una norma para que fueran resistentes al fuego. Cada centímetro del mono debe resistir entre 600 y 800 grados celsius por más de 11 segundos. Décadas más tarde, después del increíble accidente que sufrió Romain Grosjean en el Gran Premio de Bareín en 2020, donde su monoplaza se partió al medio y el piloto quedó atascado en las llamas por varios minutos, se introdujeron los guantes resistentes al fuego.
Afortunadamente, el francés logró escapar del fuego, aunque sufrió graves quemaduras en sus manos. Por eso, en 2021 se comenzó a trabajar en mejorar la resistencia al fuego de los guantes.
