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Trump presiona a Trudeau y Sheinbaum con la cuestión arancelaria
05:15 – Fuente: CNN
CNN —
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se alzó con la victoria en 2015 gracias a su promesa de cambio y “caminos soleados” para el país.
Casi una década después, un oscuro nubarrón ha descendido sobre su Gobierno, cada vez más impopular, con la renuncia de una importante ministra del Gabinete debido a una disputa sobre cómo manejar las amenazas arancelarias del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
La abrupta salida este lunes de la ministra de Finanzas y antigua aliada de Trudeau, Chrystia Freeland -y su reprimenda pública a su jefe- dejó atónitos a los canadienses y amenazó con deshacer aún más el Gobierno de un país conocido por su estabilidad.
El ya inestable control de Trudeau sobre el país se volvió más tenue a medida que aumentan las presiones para que renuncie.
Esto es lo que está ocurriendo y lo que significa para Canadá.
Justin Trudeau, antiguo profesor de instituto e hijo mayor de Pierre Trudeau, uno de los primeros ministros más conocidos de Canadá, fue elegido en 2015 con una mayoría parlamentaria decisiva para su Partido Liberal.
Trudeau, uno de los líderes más jóvenes de la historia del país, se convirtió rápidamente en un icono de los valores progresistas de Canadá en la escena mundial, actuando como antítesis de Trump durante el primer mandato del presidente entrante de Estados Unidos.
Trudeau ganó sucesivas elecciones en 2019 y 2021, pero su popularidad no ha dejado de caer desde entonces a medida que los canadienses se han ido frustrando con los escándalos políticos, las promesas incumplidas y la economía, entre otros problemas.
Un video viral de un tenso intercambio entre Trudeau y un trabajador del acero que se quejaba del alto costo de la vida llegó a encarnar el creciente resentimiento que muchos canadienses sentían hacia Trudeau.
“En realidad no estás haciendo nada por nosotros, Justin”, dijo el trabajador.
La caída política de Trudeau se ha consolidado en los últimos meses, después de que el Partido Liberal perdiera un par de escaños históricamente seguros en elecciones parciales, lo que ha llevado a algunos miembros de la coalición de Trudeau a pedirle que se haga a un lado.
Un signo especialmente revelador de la impopularidad del primer ministro es que, según David Coletto, CEO de Abacus Data, actualmente hay más canadienses que ven con buenos ojos al próximo presidente de Estados Unidos que a Trudeau: 26% frente a 23% respectivamente en las últimas encuestas.
La última vez que los canadienses fueron encuestados sobre Trump, en noviembre de 2020, solo el 11% lo veía con buenos ojos, dijo Coletto.
La ministra de Finanzas Freeland renunció este lunes a su cargo horas antes de presentar su informe fiscal anual.
Su sorprendente anuncio se produjo después de que Freeland dijera que Trudeau había intentado degradarla, tras un desacuerdo entre los dos políticos sobre cómo estaba gestionando Canadá la amenaza de aranceles de Trump.
Canadá, con unos 40 millones de habitantes, es uno de los mayores socios comerciales y aliados más cercanos de Estados Unidos.
Freeland, que durante mucho tiempo fue considerada como una posible sucesora de Trudeau, dijo que ella y el primer ministro habían llegado a estar “en desacuerdo sobre el mejor camino a seguir para Canadá”, en su carta de renuncia publicada en las redes sociales.
Ella y Trudeau habían discrepado en las últimas semanas sobre las vacaciones de dos meses del impuesto sobre las ventas y las rebajas de 250 dólares canadienses (US$ 175) para la mayoría de los trabajadores, políticas ampliamente consideradas como tácticas para recuperar votantes.
“Nuestro país se enfrenta hoy a un grave desafío. La administración entrante de Estados Unidos está aplicando una política de nacionalismo económico agresivo, que incluye la amenaza de aranceles del 25%”, declaró Freeland.
“Tenemos que tomarnos esa amenaza muy en serio”, dijo, argumentando que Canadá debe evitar “trucos políticos costosos” en favor de “mantener nuestra pólvora fiscal seca” para “tener las reservas que podamos necesitar para una próxima guerra comercial”.
Los canadienses “saben cuándo trabajamos para ellos, y también saben cuándo nos centramos en nosotros mismos. Inevitablemente, nuestro tiempo en el gobierno llegará a su fin”, dijo Freeland, que escribió que seguirá en el Parlamento y que planea presentarse de nuevo.
Freeland, experiodista de The Financial Times, Reuters y el Globe and Mail, fue una interlocutora clave con la primera administración Trump y negoció el acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá.
Su renuncia, desde una perspectiva estadounidense, es similar a la de un vicepresidente que dimite, dijo Tari Ajadi, profesor adjunto de Ciencias Políticas en la Universidad McGill, y no se va en silencio, sino que “decide renunciar porque no está de acuerdo fundamentalmente con la dirección del gobierno, del país, y porque está convencida de que perderá las próximas elecciones.”
Hasta ahora, Trudeau insistió en que seguirá siendo primer ministro y aún no ha reconocido directamente la salida de Freeland.
Pero los expertos ven poco camino por delante para el asediado líder liberal.
“No veo cómo va a recuperarse”, dijo Tyler Chamberlin, profesor asociado de la Telfer School of Management de la Universidad de Ottawa.
“Si era casi imposible que volviera, que volviera a ser competitivo, que convenciera a los canadienses o que cambiara de opinión sobre él, creo que esto lo hace básicamente imposible ahora”, dijo Coletto.
La marcha de Freeland puso de manifiesto las fisuras dentro del propio partido de Trudeau y animó a más miembros de su propia bancada a pedir su renuncia.
Al menos siete parlamentarios liberales pidieron públicamente a Trudeau que renuncie, y otros más lo han hecho en privado, según fuentes consultadas por CBC News, filial de CNN.
Los tres líderes de la oposición canadiense también han pedido la renuncia de Trudeau.
“Este no es un Gobierno que tenga mucha vida en absoluto”, dijo Ajadi.
Las próximas elecciones federales de Canadá deben celebrarse legalmente antes del próximo mes de octubre. Podrían adelantarse si Trudeau las convoca o si los legisladores desencadenan una moción de censura.
Según los sondeos, si las elecciones se celebraran hoy, el Partido Conservador de Pierre Poilievre obtendría una victoria decisiva.
Mientras la supervivencia política de Trudeau pende de un hilo, los acontecimientos de este lunes sumieron en la confusión a un país considerado en general como una potencia media estable -e incluso aburrida-, según Ajadi.
Con la promesa de aranceles en el horizonte y poca buena voluntad entre Trudeau y Trump, la pérdida de Freeland es también una pérdida para Canadá, dijo Chamberlin.
El presidente electo de EE. UU. ha lanzado ataques contra Trudeau, llamándolo “gobernador” y refiriéndose a Canadá como el estado 51º .
“El gran Estado de Canadá está atónito mientras la ministra de Finanzas renuncia, o fue despedida, de su cargo por el gobernador Justin Trudeau”, dijo Trump en su plataforma de redes sociales Truth Social. “Su comportamiento fue totalmente tóxico, y para nada conducente a hacer tratos que sean buenos para los muy infelices ciudadanos de Canadá. ¡¡¡No se la echará de menos!!!”.
Hace 40 años, el padre de Trudeau, Pierre, dio un paseo nocturno en medio de una tormenta de nieve en Ottawa antes de decidir renunciar como primer ministro de Canadá.
Ahora, con la nieve cayendo en la mayor parte del país, puede que sea el momento de que el joven Trudeau dé su propio paseo, dijo Coletto.