Martes, 17 de diciembre 2024, 00:36
La espectacular racha de resultados del Athletic desde que cayera ante el Girona en Montivili, allá por la novena jornada, le ha permitido codearse con los clubes más poderosos de la Liga –no ha visto tan cerca a Barcelona, Atlético y Real Madrid en las últimas tres décadas–, asentarse en la cuarta plaza, la última que da acceso a la Champions, e incluso alejar a los eventuales rivales para disputar la máxima competición continental. La consistencia de los rojiblancos, unida al inesperado bajón del equipo azulgrana y la irregularidad de la tropa de Ancelotti, han abierto un panorama más que ilusionante cerca ya de concluir la primera vuelta.
Los colchoneros, eso sí, están en plena ebullición con seis victorias consecutivas –los culés y los del Cholo Simeone se enfrentan este sábado en la Ciudad Condal en una cita determinantes para ambos–. El Athletic ha jugado 18 encuentros y tiene 33 puntos frente a los 38 de la escuadra de Hansi Flick –con la misma carga de partidos–, los también 38 del Atlético y los 37 del Madrid, estos últimos con un choque menos.
Los números de los hombres de Ernesto Valverde han sido espectaculares en lo que va de curso y, sin embargo, son ligeramente peores a los de la pasada campaña porque, a estas alturas, en la jornada 18, habían llegado a las 35 unidades en su casillero. La salvedad es que la distancia que había por aquel entonces con los principales aspirantes al título era mucho más acusada que la de ahora –nada menos que diez puntos– porque el rendimiento de los más fuertes del torneo doméstico fue altísimo.
Además, se coló un ‘intruso’ inesperado, el Girona, que distorsionó la zona noble de la tabla. El Madrid había sumado 45 puntos, los mismos que el equipo de Montilivi, mientras que Atlético y Barcelona tenían 38. La principal diferencia entre aquel Athletic y el actual es que por aquel entonces sólo disputaba la Liga, mientras que ahora ha combinado ese campeonato con la Europa League y, por tanto, el desgaste es mucho mayor. Desde agosto las rotaciones han sido constantes y el equipo ha respondido.
Pero sí ha pagado el doble esfuerzo y muy pronto entrará en escena en la Copa y en la Supercopa de Arabia Saudí. Hay una estadística reveladora en este sentido si se analiza su inmaculada andadura por el Viejo Continente, en el que ha cedido un empate y sumado cinco triunfos para coliderar la competición junto a la Lazio. Y es que los rojiblancos solo han conseguido una vez sumar los tres puntos en el torneo de la regularidad después de asumir una cita europea días antes. Fue en Vallecas, donde remontaron para imponerse por 1-2 con goles de Sancet después de que el partido se torciera por un grave error de Paredes.
Otros tiempos
El resto, cuatro empates y una derrota, en el surrealista partido de Montilivi con hasta tres penaltis fallados por los bilbaínos. Ha llovido desde entonces y, a pesar de los condicionantes y el cansancio acumulado por la plantilla, la situación del Athletic es envidiable, por encima de las expectativas más optimistas antes de que el balón echase a rodar en verano.
Echar la vista atrás hasta la campaña 1995-96, la primera en la que se aplicaron los tres puntos por victoria, sirve para descubrir que hubo épocas en las que la contestación a los más poderosos económicamente daba otro aire a la Liga y los resultados eran más ajustados. Dos ejemplos. En el curso 2001/2002 sólo había dos puntos de diferencia entre el líder y el quinto en la jornada 18: Deportivo, 33; Real Madrid, 32; Celta, 31; Betis, 31; y Athletic, 31. Tres años antes la clasificación en lo más alto estaba aún más apretada, con siete equipos en un margen de cinco puntos: Celta, 34; Mallorca, 32; Barcelona, 31; Real Madrid, 31; Valencia, 30; y Atlético y Atletic, 29.
A día de hoy un escenario así sería casi impensable porque el monopolio del Barça y del club merengue es absoluto, con permiso esporádico de los colchoneros. Son datos que sirven para poner en valor lo atesorado por los bilbaínos cuando está a punto de finalizar un año de ensueño. Discutir la dictadura del poder establecido es una noticia fantástica para el Athletic porque mira a los contrincantes sin complejos, de tú a tú. Los de Valverde cayeron con justicia ante los azulgrana –con un sensacional Padilla en la portería–, perdieron por la mínima ante el Atlético en San Mamés en el descuento con un tanto de Correa, y superaron al Real Madrid en La Catedral con goles de Berenguer y Guruzeta y con Agirrezabala como protagonista al parar un penalti a Mbappé.
El gran objetivo es blindar el cuarto puesto en la Liga, el último que abre las puertas de la Champions. Y en este sentido el panorama se presenta muy favorable si los resultados siguen en la misma línea. El que surge como principal adversario para pelear por esa posición es el Villarreal, que viaja sexto con 26 puntos pero con dos partidos menos que el Athletic. Incluso si se diera el caso de que ganara los dos, seguiría por detrás de los rojiblancos, con un punto menos. Los hombres de Marcelino ya han pasado por Bilbao y regresaron a tierras castellonenses con una derrota. El sorprendente Mallorca de Jagoba Arrasate suma 27 puntos y algo más atrás están situados Real Sociedad y Osasuna, con 25. El Athletic juega precisamente este sábado en El Sadar el que será su último compromiso de 2024.