No importa que seamos pocos y viejecitos; seguimos siendo reyes del ahorro, príncipes en eso de dejar nuestras perrillas en el banco, potentados en mirar de vez en cuando la cartilla para cerciorarnos de que sí, de que ahí pone una buena cantidad, un seguro por si pintan bastos, por si vienen mal dadas. Resulta que los castellano-leoneses tenemos depositados en las entidades bancarias la friolera de 76.343,8 millones de euros, la mayor cifra desde que existen estadísticas de este tipo, unos 40 años. La inmensa mayoría de esos caudales está en cuentas a la vista, es decir que si usted se acerca a la ventanilla, muestra su documentación y pide una cantidad, se la dan, en teoría sin problemas ni discusiones. En estas condiciones están 83,5 de cada 100 euros. El resto, 16,5 euros, se halla depositado en inversiones y plazos, ya sean fijos, bonos o en alguna de las múltiples, enrevesadas, e ininteligibles para una mente media, ofertas bancarias. Hay algunas a las que solo les falta afirmar que ganarás el doble si aciertas los resultados del próximo Mundial de Selecciones. Vericuetos aparte, lo cierto es que estos datos confirman lo que sospechábamos desde hace siglos: que, en este terreno, somos conservadores, que nos fiamos lo justito de propuestas que no acabamos de entender. No en vano se inventó el refrán de “más vale pájaro en mano que ciento volando” para no meterse en aventuras dudosas. Leo que algunos expertos explican ese incremento del ahorro en tres factores: bajada de la inflación, descenso de los tipos de interés y mejoría del mercado de trabajo. Puede ser, ¿quién soy yo para refutarlo?, pero creo que les falta añadir ese toque sentimental, ese simbolismo tradicional, ese respirar aliviado cuando uno se ve poderoso en los renglones de su cartilla. O según dice uno de mi pueblo: “¡Cómo no vamos a ahorrar si aquí no tenemos donde gastarlo!” Y cuenta los jubilados que hay, casi todos los vecinos. Cobran cada mes, lo que nos les ocurría antes. Somos unos privilegiados; nos sobra mucho, tanto como para ahorrar 76.343,8 millones. Así que si no nos toca el domingo el Gordo, no pasa nada.