Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: Jehová Estaba con José
Estudio Bíblico Lectura Bíblica: Génesis 37–41
Tema: Descubre el propósito de Dios en tu vida
Introducción
Amados hermanos y hermanas, hoy vamos a explorar una de las historias más conmovedoras y significativas de la Biblia: la vida de José, hijo de Jacob. La frase clave en nuestra reflexión será “Jehová estaba con José” (Génesis 39:2). Este pasaje nos muestra cómo Dios estuvo presente en cada momento de la vida de José, desde su juventud hasta su ascenso al poder en Egipto.
En un mundo lleno de incertidumbre, esta historia nos recuerda que, sin importar nuestras circunstancias, Dios está con nosotros. La presencia de Dios en la vida de José no solo lo sostuvo en sus pruebas, sino que también lo llevó a cumplir un propósito mayor.
Reflexionemos juntos sobre cómo la fidelidad de Dios se manifiesta en nuestras vidas hoy en día y cómo podemos confiar en Su plan, incluso cuando enfrentamos dificultades. La vida de José nos ofrece valiosas lecciones sobre la presencia constante de Dios en medio de nuestras pruebas.
I. Jehová Estaba con José en sus Pruebas
El contexto histórico y cultural de la vida de José nos ayuda a entender mejor su historia. Durante el Imperio Medio de Egipto, una época de prosperidad y estabilidad, José, un hebreo, logró alcanzar una alta posición de influencia. Este entorno es crucial para comprender cómo Dios obró en su vida.
Las pruebas que enfrentó José nos enseñan cómo confiar en Dios en tiempos difíciles. A través de sus experiencias, podemos ver cómo Dios estaba trabajando en su vida para un propósito mayor.
a. La Traición de sus Hermanos
José era el hijo favorito de Jacob, lo cual despertó envidia en sus hermanos (Génesis 37:3-4). Lo vendieron como esclavo a mercaderes ismaelitas (Génesis 37:28). Aunque esta traición fue dolorosa, Dios tenía un propósito mayor. Como dice Romanos 8:28, Dios usa todas las cosas para bien.
En nuestras vidas, también podemos enfrentar traiciones y dificultades que no entendemos. Pero debemos recordar que Dios puede usar incluso nuestras peores experiencias para bien (Romanos 8:28). La traición de los hermanos de José nos enseña a confiar en la soberanía de Dios y a esperar en Su propósito, incluso cuando enfrentamos el dolor y la injusticia.
Al reflexionar sobre esto, me acuerdo de una experiencia personal. Cuando salí del ejército, encontré difícil adaptarme a la vida civil. Enfrenté muchas decepciones y desafíos, pero con el tiempo, entendí que Dios estaba preparando mi camino hacia el ministerio. Así como José no podía ver el propósito divino detrás de su traición, nosotros también debemos confiar en que Dios tiene un plan, incluso en nuestras dificultades más grandes.
Charles Spurgeon, un reconocido predicador y teólogo del siglo XIX, dijo sabiamente: “Dios nunca permite que Sus hijos sufran sin un propósito. El sufrimiento nos hace más parecidos a Jesús y nos prepara para Su reino.” Esta verdad se refleja claramente en la vida de José. Su sufrimiento fue una preparación para el papel que Dios le tenía reservado.
b. La Esclavitud en Egipto
Al llegar a Egipto, José fue vendido a Potifar, un oficial del faraón (Génesis 39:1). A pesar de ser un esclavo, “Jehová estaba con José, y fue varón próspero” (Génesis 39:2). Potifar vio que Dios estaba con José y lo puso a cargo de toda su casa (Génesis 39:4-6). Esta prosperidad no fue casualidad; fue una manifestación de la presencia de Dios en la vida de José.
Dios puede prosperarnos en medio de nuestras circunstancias más difíciles. Cuando confiamos en Él y nos mantenemos fieles, Él puede bendecir nuestras obras y darnos éxito, incluso en situaciones adversas. La prosperidad de José en la casa de Potifar nos recuerda que Dios está siempre con nosotros, bendiciendo nuestro trabajo y guiándonos hacia Su propósito.
Recuerdo cuando empecé mi carrera pastoral. No fue fácil al principio, y muchas veces me sentí como un extranjero en mi propia comunidad. Pero a medida que perseveraba y confiaba en Dios, vi cómo Él prosperaba mi ministerio. Al igual que José, debemos recordar que Dios puede bendecirnos y prosperarnos, incluso en tiempos de dificultad.
John Calvin, un influyente teólogo de la Reforma Protestante, afirmó: “La Providencia de Dios gobierna todas las cosas y nada sucede sin Su voluntad.” La prosperidad de José bajo la administración de Potifar es un claro ejemplo de cómo la providencia de Dios opera incluso en las circunstancias más difíciles.
c. La Prisión Injusta
La esposa de Potifar acusó falsamente a José de intentar abusar de ella, y él fue encarcelado injustamente (Génesis 39:20). A pesar de esta injusticia, Jehová estaba con José en la prisión (Génesis 39:21). Dios mostró Su misericordia hacia José y lo hizo hallar gracia ante el jefe de la cárcel, quien lo puso a cargo de todos los presos (Génesis 39:22-23).
Incluso en los momentos de mayor oscuridad, Dios no nos abandona. La prisión podría haber sido el final para José, pero para Dios, fue solo otro paso en Su plan. En nuestras propias vidas, podemos enfrentar acusaciones falsas y maltratos, pero debemos recordar que Dios está con nosotros, guiándonos y protegiéndonos. La presencia de Dios en la prisión nos enseña a mantener la fe y la esperanza, sabiendo que Él está trabajando en nuestras vidas.
C.S. Lewis, un célebre autor y teólogo cristiano, expresó: “Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, pero nos grita en nuestros dolores: el sufrimiento es Su megáfono para despertar a un mundo sordo.” La prisión de José fue un lugar de sufrimiento, pero también fue un lugar donde Dios trabajó poderosamente en su vida.
Del mismo modo que Dios estuvo con José en sus pruebas, también estuvo con él en su prosperidad, demostrando Su fidelidad en cada etapa de su vida.
II. Jehová Estaba con José en su Prosperidad
Dios no solo estuvo con José en sus pruebas, sino también en su prosperidad. Las bendiciones que recibió José fueron una prueba de la fidelidad de Dios y Su plan para él.
a. Interpretación de Sueños
Dios le dio a José la habilidad de interpretar sueños (Génesis 40:8). Esto lo llevó a interpretar los sueños del faraón (Génesis 41:15), elevándolo a una posición de poder en Egipto.
Dios nos da dones y habilidades por una razón. Debemos usar estos dones para Su gloria y confiar en que Él tiene un plan para nosotros. La habilidad de José para interpretar sueños es un recordatorio de que Dios puede usar nuestras capacidades para abrir puertas y llevarnos a lugares que nunca imaginamos. Debemos estar atentos a las oportunidades que Dios pone en nuestro camino y ser fieles en usar los dones que Él nos ha dado.
R.C. Sproul, un destacado teólogo reformado contemporáneo, enfatiza: “Cada don y habilidad que poseemos es dado por Dios, no para nuestra gloria, sino para Su propósito y Su gloria.” Sproul destaca que los dones de José, como la interpretación de sueños, no eran para su propia gloria, sino para cumplir el propósito de Dios. Esto reafirma que debemos usar nuestras habilidades para glorificar a Dios y cumplir Su voluntad.
b. Gobernador de Egipto
El faraón reconoció la sabiduría y el favor de Dios en José y lo puso a cargo de todo Egipto (Génesis 41:41). José pasó de ser un esclavo y prisionero a ser el segundo en comando del país más poderoso de su tiempo. Este ascenso no fue casualidad; fue el cumplimiento del plan de Dios para salvar a muchos durante la hambruna.
John Piper, un respetado pastor y autor cristiano, explica: “Dios no solo tiene el control absoluto, sino que también tiene un plan perfecto que se desarrolla en su propio tiempo.” Piper refuerza la idea de que el ascenso de José al poder no fue un accidente, sino parte del plan perfecto de Dios. Esto nos recuerda que debemos confiar en el tiempo y los planes de Dios, que siempre son perfectos.
Dios no solo quiere que superemos nuestras pruebas, sino que prosperemos y lideremos. La historia de José como gobernador de Egipto nos enseña que Dios puede llevarnos a posiciones de influencia y poder para cumplir Su propósito. Debemos estar dispuestos a aceptar las bendiciones de Dios y usar nuestra posición para Su gloria y para ayudar a otros.
c. Salvación de su Familia
Cuando la hambruna golpeó, José pudo salvar a su familia gracias a su posición en Egipto (Génesis 45:7). Sus hermanos vinieron a Egipto en busca de alimento, sin saber que encontrarían a José, quien no solo les proporcionaría sustento, sino que también les mostraría perdón y reconciliación (Génesis 45:5). Este acto de salvación aseguró la preservación del linaje de Israel y el cumplimiento del pacto de Dios con Abraham.
Dios puede usar nuestras bendiciones para bendecir a otros. La salvación de la familia de José es un ejemplo de cómo nuestras vidas pueden impactar a aquellos que nos rodean. Debemos estar dispuestos a perdonar y reconciliarnos, usando las bendiciones de Dios para cumplir Su propósito en nuestras vidas y en las vidas de otros.
La vida de José no solo nos muestra cómo Dios puede estar con nosotros en nuestras pruebas y prosperidad, sino también cómo Su propósito se cumple a través de todo.
III. El Propósito de Dios con José
La vida de José nos muestra que Dios tiene un para cada uno de nosotros. Sus planes son siempre buenos, aunque a veces no los entendamos de inmediato.
a. Preparación para el Liderazgo
Desde su juventud, Dios preparó a José para un gran liderazgo (Génesis 37:5-11). Las pruebas que enfrentó fueron lecciones que lo equiparon para su futuro papel.
A.W. Tozer, un teólogo y pastor influyente del siglo XX, observó: “Es dudoso que Dios pueda bendecir grandemente a un hombre hasta que lo haya herido profundamente.” Tozer sugiere que las grandes bendiciones vienen después de grandes pruebas. La vida de José ilustra esta verdad, ya que sus experiencias difíciles lo prepararon para ser un líder bendecido por Dios. Debemos confiar en que Dios nos está preparando para algo mayor.
En nuestras vidas, Dios también nos prepara a través de nuestras experiencias. Cada prueba y cada bendición es una lección que nos equipa para cumplir el propósito de Dios. Debemos estar atentos a la dirección de Dios y confiar en que Él nos está guiando hacia Su plan.
b. Cumplimiento del Propósito Divino
El plan de Dios se cumplió cuando José se convirtió en el salvador de su familia y de Egipto durante la hambruna (Génesis 50:20). Lo que sus hermanos quisieron para mal, Dios lo usó para bien. Dios tiene el poder de convertir nuestras situaciones más difíciles en oportunidades para Su gloria.
Dietrich Bonhoeffer, un teólogo y mártir cristiano, explicó: “Dios no nos guía a través de la lógica humana, sino a través de Su propósito y Su voluntad.” Bonhoeffer subraya que el plan de Dios para José no siempre tenía sentido desde una perspectiva humana, pero se cumplió perfectamente según la voluntad divina. Esto nos anima a confiar en el propósito de Dios, incluso cuando no entendemos Sus caminos.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y Él siempre lo cumplirá. Debemos confiar en que Dios está obrando en nuestras vidas, incluso cuando no entendemos Su plan. La historia de José nos enseña a confiar en la soberanía de Dios y a esperar en Su propósito.
c. Ejemplo de Fe y Perseverancia
José es un ejemplo de fe y para todos nosotros (Hebreos 11:22). Su vida nos enseña a mantener la fe, incluso cuando no entendemos los planes de Dios. La perseverancia de José es un recordatorio de que debemos mantenernos firmes en nuestra fe, confiando en que Dios está con nosotros en cada paso del camino.
Martyn Lloyd-Jones, un destacado predicador galés, afirmó: “La fe es el rechazo de ver con los ojos naturales y confiar en la promesa de Dios.” Lloyd-Jones enfatiza que la fe de José no se basaba en lo que veía, sino en las promesas de Dios. Esto refuerza la importancia de confiar en Dios y perseverar, aun cuando las circunstancias sean difíciles.
Las lecciones de la vida de José son relevantes para nuestras vidas hoy. Debemos aplicar estos principios en nuestras propias circunstancias.
Aplicación
¿Cómo podemos aplicar las lecciones de la vida de José a nuestras vidas hoy? Primero, debemos confiar en que Dios está con nosotros en todas las circunstancias. Segundo, debemos usar nuestros dones y habilidades para Su gloria.
Finalmente, debemos recordar que nuestras pruebas tienen un propósito y que Dios está trabajando en nosotros para cumplir Su plan. La historia de José nos anima a mantener la fe y la esperanza, sabiendo que Dios está siempre con nosotros.
En nuestras pruebas, debemos recordar que Dios está con nosotros. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, podemos confiar en que Dios está obrando en nuestras vidas. Debemos usar nuestros dones y habilidades para servir a Dios y a otros.
Dios nos ha dado talentos por una razón, y debemos ser fieles en usarlos. Finalmente, debemos confiar en el propósito de Dios. Incluso cuando no entendemos por qué suceden ciertas cosas, debemos recordar que Dios tiene un plan y que Él está trabajando en nosotros para cumplir Su propósito.
Que estas lecciones nos inspiren a confiar más en Dios y a seguir Sus caminos con fe y perseverancia.
Conclusión
La vida de José es un testimonio poderoso de la presencia y el propósito de Dios. A través de las pruebas y las bendiciones, “Jehová estaba con José”. Esta historia nos enseña que Dios está con nosotros en cada momento de nuestras vidas, guiándonos y protegiéndonos. Nos llama a confiar en Su plan y a perseverar en la fe.
Reflexionemos sobre cómo podemos ver la mano de Dios en nuestras propias vidas y cómo podemos responder con fe y obediencia. Que la historia de José nos inspire a seguir adelante, sabiendo que Dios está con nosotros y que Su plan siempre es bueno.
José nos muestra que Dios está con nosotros en las pruebas y en las bendiciones. Debemos confiar en que Dios tiene un propósito para nuestras vidas y que Él siempre lo cumplirá. La historia de José nos anima a mantener la fe y la esperanza, sabiendo que Dios está siempre con nosotros y que Su plan es perfecto.
Reflexionemos sobre cómo podemos aplicar estas lecciones a nuestras propias vidas y cómo podemos confiar en la presencia y el propósito de Dios en cada circunstancia.
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Soy un Pastor retirado de 70 años de edad, nacido y criado en California en una familia cristiana. Soy el mayor de tres hermanos.