Hansi Flick volvió a sonreír. Para el técnico del FC Barcelona, el partido europeo ante el ‘muro amarillo’ del Signal Iduna Park tenía un significado especial. Significaba su regreso a Alemania, en un escenario de postín y en duelo de la máxima competición europea. Y el Barça lo sacó adelante, con algún error defensivo pero de la manera que más le gusta jugar al de Heidelberg: golpeando más que su rival.
Flick apretó los puños con rabia y esbozó una sonrisa con el gol de Ferran que supondría el 2-3 definitivo. Flick se abrazó a su cuerpo técnico y a los jugadores al final del partido, se dirigió a la gran cantidad de aficionados azulgranas presentes en el Signal Iduna Park y Flick, en definitiva, exteriorizó su felicidad.
El técnico azulgrana es consciente de que su equipo no ha ganado todavía nada y que en la Liga ha pasado por dificultades en algunos partidos, pero la Champions es la Champions, y bien que lo sabe. Y Dortmund es Dortmund. Un triunfo de prestigio, pero sobre todo, un triunfo para seguir adelante con su idea futbolística.
La anécdota en la sala de prensa
A Hansi Flick se le iluminaban los ojos cuando miraba hacia la parte alta del sector norte del Signal Iduna Park y veía a más de 3.400 barcelonistas entregados a su equipo. Entre los presentes, su vecino y tres hijos, a los que no falló. “El lunes cené en Barcelona y me encontré a un vecino que me dijo que vendría a Dortmund con sus tres hijos. Me pidió por fajor que ganáramos el partido, que la última vez que había viajado a Europa para seguir al equipo había sido en Liverpool…”, explicó, divertido y muy sonriente, Hansi Flick en sala de prensa en respuesta a una pregunta de SPORT. El técnico alemán pudo cumplir el deseo de su vecino, que tan mal lo había pasado en Anfield, y que, seguro, tanto disfrutó en otro de los estadios donde se canta a pleno pulmón el ‘You’ll never walk alone”.
Hansi Flick se muestra siempre muy cercano con los aficionados, suele pararse a la entrada de la Ciutat Esportiva Joan Gamper y le gusta tomar el pulso a los culés. Se nota en todas sus intervenciones la admiración que siente por el FC Barcelona y su objetivo de volver a hacer muy grande al equipo azulgrana.
El de Dortmund fue el desplazamiento más masivo de la afición barcelonista en los últimos años y bastante tendrá que ver la confianza que genera en los culés el Barça de Hansi Flick. Recuperar el orgullo europeo perdido es el primer paso para volver a cosechar grandes éxitos y la sonrisa del mister alemán es la que marca el camino.