Tras la confirmación hoy, en el Congreso Extraordinario de la FIFA, de que Arabia Saudí será el país anfitrión de la Copa Mundial 2034, 21 organizaciones han publicado una declaración conjunta en la que condenan la decisión como un “momento de gran peligro” para los derechos humanos.
Entre los signatarios se encuentran organizaciones de derechos humanos saudíes en la diáspora, grupos de trabajadores migrantes de Nepal y Kenia, sindicatos internacionales, representantes de aficionados al fútbol y organizaciones globales de derechos humanos.
Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“La imprudente decisión de la FIFA de adjudicar la Copa Mundial 2034 a Arabia Saudí sin asegurarse de que existen protecciones adecuadas para los derechos humanos pondrá muchas vidas en peligro. Basándonos en pruebas claras disponibles hasta la fecha, la FIFA sabe que, si no se llevan a cabo reformas fundamentales en Arabia Saudí, los trabajadores serán explotados e incluso morirán, y aun así ha optado por seguir adelante sin tener esto en cuenta. La organización corre el riesgo de tener una importante responsabilidad respecto a los numerosos abusos contra los derechos humanos que se cometerán.”
La FIFA sabe que, si no se llevan a cabo reformas fundamentales en Arabia Saudí, los trabajadores serán explotados e incluso morirán, y aun así ha optado por seguir adelante sin tener esto en cuenta.
Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional
“En cada etapa de este proceso de adjudicación, la FIFA ha mostrado que su compromiso para con los derechos humanos es una farsa. Mientras tanto, su constante falta de indemnización a los trabajadores migrantes que fueron explotados en Qatar genera poca confianza en que se haya aprendido de las lecciones extraídas. La FIFA debe cambiar urgentemente de rumbo y garantizar que la Copa Mundial viene acompañada de amplias reformas en Arabia Saudí, o arriesgarse a relacionar un decenio de explotación, discriminación y represión con su torneo estrella.”
“El deficiente proceso de adjudicación de la FIFA también quedó patente en la concesión de la Copa Mundial 2030, en la que quedaron sin abordar importantes riesgos para los derechos humanos. Desde la actuación policial excesiva y los desalojos forzosos hasta los derechos laborales y la discriminación legalizada, queda muchísimo por hacer para garantizar que todo el mundo puede disfrutar del torneo de 2030 mientras se respetan plenamente sus derechos.”
Lina Alhathloul, directora de Vigilancia e Incidencia de ALQST for Human Rights, organización de derechos humanos de la diáspora saudí, ha manifestado:
“Resulta descorazonador, cuando no sorprendente, que la FIFA haya designado a la Arabia Saudí de Mohammed bin Salman como anfitriona de la Copa Mundial basándose en una presentación plagada de defectos, que elude la colaboración con partes interesadas externas e incluso con la propia población saudí. Ahora que ha sucedido, es necesario emprender acciones urgentes y sostenidas para mitigar los graves riesgos de que se cometan violaciones de los derechos laborales y civiles asociadas al torneo; esas acciones deben incluir reformas importantes y creíbles.”
Bhim Shrestha, confundador de Shramik Sanjal, red nepalí de trabajadores y trabajadoras migrantes, dirigida por trabajadores, ha declarado:
“Nosotros, los trabajadores y trabajadoras migrantes, soportamos una grave explotación, y nuestra vulnerabilidad a menudo se pasa por alto. Nuestras vidas importan. Tememos por la vida de miles de nuestros hermanos y hermanas que están en peligro. La FIFA no debe mirar hacia otro lado; las vidas de migrantes exigen rendición de cuentas y justicia.”
Información complementaria
El 11 de noviembre, Amnistía Internacional y la Sport & Rights Alliance (SRA) pidieron a la FIFA que detuviera la votación para adjudicar la Copa Mundial 2034, tras un análisis detallado de los riesgos para los derechos humanos en el país y de las grandes lagunas en la estrategia de derechos humanos propuesta por la Federación de Fútbol saudí. Las organizaciones pidieron también a la FIFA que garantice que se elabora una estrategia de derechos humanos mucho más significativa para el torneo de 2030 que se celebrará en España, Marruecos y Portugal. El análisis se basaba en una detallada evaluación de riesgos de ambos torneos elaborada por Amnistía Internacional y la SRA, que se publicó en junio.
El 29 de noviembre, Amnistía Internacional criticó la evaluación de Arabia Saudí realizada por la FIFA calificándola de “impresionante blanqueo”, y criticó también el hecho de que, ignorando las recomendaciones de un informe independiente encargado por la FIFA, no se hubiera indemnizado a los trabajadores migrantes que participaron en la Copa Mundial 2022 celebrada en Qatar.