Es importante continuar el debate y análisis de cómo la iluminación puede convertirse en una herramienta clave para mejorar el bienestar en los espacios que habitamos y en los que trabajamos, considerando, además, que pasamos cerca del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, lo que hace que la calidad de estos entornos sea crucial para la salud y calidad de vida.
Así fue que el concepto de ‘iluminación centrada en el ser humano’ ha tomado protagonismo en el ‘We Mind Forum’, cuyo Congreso está organizado por WeMind Cluster y acoge a profesionales y líderes del sector que buscan compartir conocimientos, casos de éxito y buenas prácticas. En este espacio de reflexión, Lamp participó como ponente especialista de iluminación como herramienta para mejorar la salud mental y física de las personas en diversos entornos.
En la mesa centrada en el tema de iluminación, organizada por CICAT y moderada por Andrea Padré, han participado Marta Ribas Escolá, diseñadora e ingeniera experta en neurociencia aplicada, psicología ambiental y bioconstrucción; Josep Cardona, ejecutivo experto en estrategia y desarrollo de negocio en el sector salud, que lidera proyectos enfocados en mejorar la atención sanitaria, destacando su labor en AdSalutem Institute for Healthy Sleep para promover el sueño saludable y la salud cerebral, Adrià Huguet Ferran, físico y doctor en Ciencias Aplicadas, especializado en ingeniería espectral y el impacto de la luz en la salud, y Raquel Quevedo, diseñadora de interiores especializada en diseño de iluminación arquitectónica y Directora de Marketing, así como miembro del comité de sostenibilidad e innovación de Lamp.
Para empezar, Marta Ribas Escolá ha profundizado en los conceptos de bienestar y salud bajo un enfoque holístico en los espacios y ha subrayado la importancia de medir y hacer un diagnóstico integral de los entornos para alcanzar lo que ha denominado la humanización de la arquitectura e ingeniería, defendiendo, también, que el análisis subjetivo de los usuarios o pacientes puede ayudar a medir los parámetros que más están influenciando su malestar, tanto psicológico como ambiental.
Por su parte, Raquel Quevedo (Lamp) puso el foco en la relevancia de lo que llamamos iluminación inclusiva y sus ámbitos de influencia atendiendo a factores como la ergonomía visual, los efectos psicológicos, cognitivos y fisiológicos de la iluminación. Y ha abarcado también el concepto de neuroiluminación y lo que esta disciplina en pleno desarrollo implica. Su discurso se ha centrado en cómo ésta puede servir de herramienta preventiva, atendiendo a las diversas sensibilidades de cada usuario y a sus respuestas únicas a la luz, si se proyecta y planifica de la manera adecuada. En este mismo sentido, Adrià Huguet Ferran ha ahondado durante su intervención en los conceptos de luz dinámica, luz azul y su afectación a nivel hormonal y un análisis de los receptores del ojo.
Posteriormente, Josep Cardona ilustró a los asistentes abordando la relación entre la luz y el sueño desde un punto de vista científico y se ha adentrado en asuntos como el ciclo circadiano; la producción de melatonina y la sincronización de los relojes interno, social y ambiental; las funciones del cerebro mientras dormimos con sus beneficios a nivel de neurodesarrollo, envejecimiento saludable o rendimiento; y ha hecho especial hincapié en la privación del sueño como una epidemia de salud pública y los problemas asociados a ésta.
Para cerrar la mesa redonda, el panel de expertos ha analizado varios casos prácticos de proyectos en los que la iluminación ha sido un factor clave para la mejora y bienestar de pacientes. Entre ellos, la participación en el estudio elaborado en la UCI del Hospital Universitario La Católica, de Chile, en el que ha intervenido Lamp. En este caso, la intervención lumínica, junto con la mejora en el confort acústico y la mejora de los protocolos de cuidado, ayudó a mejorar la cantidad y calidad del sueño de pacientes críticos, aumentando en más de dos horas el promedio de sueño profundo de los mismos, reduciendo en un 30% el delirio y aumentando en más de un 40% los niveles de melatonina nocturna. A consecuencia de esto, bajaron considerablemente los síntomas de depresión post-UCI y mejoraron los resultados de los pacientes en pruebas de memoria y atención.
Desde 2019 la Comisión Internacional de Iluminación (CIE) denomina como “Iluminación integradora” a esta iluminación diseñada para mejorar el bienestar, el rendimiento y la salud de los usuarios, teniendo en cuenta tanto los efectos visuales, como los no visuales. La adaptación de las estrategias de iluminación bajo este concepto integrador, a medida que las investigaciones y los conocimientos en la materia avanzan, son esenciales para maximizar los beneficios potenciales derivados de la neuroiluminación.
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