Decoración navideña: ¿Existe un árbol de Navidad sustentable? La respuesta es compleja
¿Se puede celebrar la Navidad de manera ecológica? Existen diferentes opciones y es fundamental considerar los factores antes de tomar una decisión.
Arriba, un árbol de Navidad hecho con plantas rodantes en Arizona, Estados Unidos.
Publicado 5 dic 2024, 09:05 GMT-3
A medida que se acercan las fiestas decembrinas, surge la pregunta sobre cuál es la opción más sustentable para adornar los hogares durante la temporada y sobre qué tipo de árbol de Navidad elegir.
Un artículo de 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) destaca que aproximadamente dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de decisiones tomadas en los hogares. Esta información resalta la importancia de considerar el impacto ambiental de nuestras elecciones, incluso en aspectos tan tradicionales como el árbol de Navidad.
La elección entre un árbol de Navidad natural o artificial es un tema de interés que reclama atención al analizar el impacto ecológico de nuestras decisiones cotidianas. Un análisis de la organización ambiental global The Nature Conservancy (TNC) sostiene que los árboles naturales presentan ventajas en comparación con sus versiones artificiales.
En primer lugar, señala TNC, los árboles reales no requieren las intensas emisiones de carbono asociadas a la producción y transporte de los ornamentos artificiales. Esta diferencia en el proceso de fabricación implica que optar por la versión natural pueda ser una decisión más ecológica.
Además, la tala controlada de árboles naturales contribuye a la salud de los bosques. De los aproximadamente 350 a 500 millones de árboles que crecen en granjas estadounidenses, solo 30 millones son cortados cada año para Navidad. Comprar un árbol natural ayuda a preservar el hábitat que la fauna necesita para sobrevivir, advierte la organización sin fines de lucro.
Otro aspecto relevante es que, una vez finalizadas las festividades, los árboles naturales pueden ser reciclados y reutilizados. El proceso de reciclaje consiste en triturar y convertirlo en compost, indica la página web del Gobierno de México. Además, se puede usar como leña o para realizar manualidades.
El análisis de TNC tiene en cuenta que los árboles artificiales muchas veces no son reciclables, recorren largas distancias hasta llegar a los hogares y a menudo terminan en vertederos después del primer uso.
“En los Estados Unidos, cerca de 10 millones de árboles artificiales son comprados cada temporada. Casi el 90 % de ellos son enviados alrededor del mundo desde China, dando como resultado un incremento en las emisiones de carbono y recursos. Y por el material del que están hechos, la mayoría no son reciclables y terminan en rellenos sanitarios locales”, subraya la entidad.
Una preocupación común al comprar uno natural es la tala de árboles. Sin embargo, la ciencia indica que un manejo forestal sostenible es clave para la conservación. El análisis de TNC confirma que, cuando los bosques se administran adecuadamente, pueden ofrecer recursos renovables sin comprometer su salud.
Por ejemplo, los bosques bien gestionados almacenan carbono de manera similar a aquellos no gestionados, lo que los convierte en una herramienta importante para el cambio climático.
Al optar por un árbol de Navidad real, se apoya la agricultura local. Según la Asociación Nacional de Árboles Navideños (una asociación comercial estadounidense que representa a la industria de los árboles de Navidad), por cada árbol comprado en Estados Unidos, los agricultores siembran tres plantines, lo que resulta en un aumento de forestales que pueden ayudar a mitigar el cambio climático y proporcionar beneficios, como aire y agua limpios, hábitat para la fauna y suelos saludables.
“No hay una respuesta correcta” sobre qué tipo de árbol es el más adecuado, ya que todas las opciones tienen repercusiones ambientales, dice Elisa Garza García, agricultora urbana mexicana y creadora del blog Elisa Hortaliza, en un artículo de 2022 de National Geographic Latinoamérica sobre cómo disfrutar el fin de año de una manera más amigable con el medio ambiente.
Para quienes ya poseen un árbol de plástico, considerar la reutilización o el intercambio con otras personas es una excelente alternativa, sugiere Dafna Nudelman, activista ambiental argentina y especialista en economía circular, en el artículo de 2022 de Nat Geo Latinoamérica.
Otra opción son los árboles elaborados con plástico compostable. Sin embargo, Garza García advierte que es esencial investigar las certificaciones que aseguren que estos productos son realmente compostables y conocer el destino adecuado que se les debe dar al final de su uso.
No obstante, “la mejor opción sería no tener un árbol de Navidad o sembrar uno afuera de la casa”, sostiene la agricultora urbana mexicana. La activista argentina explica que, aunque puedan parecer más ecológicos, el uso de árboles naturales cortados para un uso efímero implica la tala. Además, subraya, esos ejemplares forestales suelen cultivarse con pesticidas, lo que añade una preocupación adicional sobre su impacto ambiental.
Otra alternativa interesante expuesta en la entrevista de 2022 consiste en aprovechar materiales recuperados para crear un árbol de manera manual. Nudelman reflexiona que puede ser positivo “poner un poco de creatividad, amor y personalización para tratar de evitar el consumo”.
En definitiva, no existe una respuesta única sobre cuál es el mejor árbol de Navidad en términos ecológicos. En cualquier caso, es importante considerar las distintas alternativas y sus efectos en el medio ambiente. Las decisiones responsables que se tomen benefician al entorno y promueven una cultura de sostenibilidad.