El futuro será o no eléctrico (nosotros creemos que no del todo), pero todos los fabricantes están trabajando en diferentes motos eléctricas, bien sean sencillos scooter o modelos con más pretenciones.
Ya os informamos del la ‘join venture’ de Royal Enfield con Stark, fruto de la cual ha nacido la Flying Flea, la primera moto de propulsión eléctrica del fabricante anglo-indio. Como en el caso de Harley-Davidson, una marca con carisma, como Royal Enfield, y con una personalidad muy marcada no ha querido vincular su nombre con vehículos eléctricos de manera directa.
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redacción solo moto
La Flying Flea rinde homenaje a la moto del mismo nombre nacida para abastecer a las tropas británicas durante la II Guerra Mundial, una moto muy ligera que podía lanzarse desde un avión con un paracaídas.
La Flying Flea actual tiene una cierta similitud con aquella, y con detalles curiosos como una suspensión delantera con dos amortiguadores y bieletas con cierta similitud a las Hossack.
La moto de Royal Enfield y Stark no dispondrá de batería extraíble. Según un estudio realizado por ambas firmas, la mayoría de usuarios de este tipo de vehículos no le da especial importancia a este detalle, y sí a lo fácil que es robar las baterías extraíbles.
Parece ser que tampoco se optará por un sistema de carga rápida, ya que este tipo de recarga disminuye la vida útil de la batería. Sí que contará con un cargador universal, que estará ubicado dentro de la propia moto.
La gente de la marca también anunció que la moto será configurable, con versiones equivalentes a un A1 y A2, además de otras configuraciones.
La primera versión de la Flying Flea será la C6 (C de Classic), para más tarde contar con una segunda versión llamada S6 (S de Scrambler).