Por El Diario
El presidente Joe Biden, manifestó este jueves su desacuerdo con los planes del presidente electo, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de México, Canadá y China.
Desde Nantucket, Massachusetts, donde celebra el Día de Acción de Gracias con su familia, Biden calificó estas medidas como “contraproducentes” y dijo que espera que Trump lo “reconsidere”.
“Estamos rodeados por el océano Pacífico, el océano Atlántico y dos aliados, México y Canadá. Lo último que necesitamos hacer es empezar a arruinar esas relaciones”, afirmó durante su visita a una estación de bomberos local, acompañado de su esposa, Jill Biden, y uno de sus nietos.
Trump anunció recientemente un arancel del 25% a bienes provenientes de México y Canadá, además de un recargo del 10% para productos chinos.
Según el equipo del presidente electo, estas medidas buscan presionar a dichos países a tomar acciones más severas contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Transición bajo tensiones
Biden, quien dejará la Casa Blanca el 20 de enero, subrayó también la importancia de una transición ordenada pese a las diferencias políticas con su sucesor.
“Quiero asegurarme de que esta transición se desarrolle sin problemas”, declaró.
Sin embargo, los expertos anticipan que las disputas comerciales derivadas de los aranceles podrían llegar a instancias internacionales, como la Organización Mundial del Comercio, lo que complicaría aún más el panorama económico global.
Repercusiones económicas y diplomáticas
Analistas y expertos han alertado sobre las consecuencias económicas de estas tarifas. México, cuyo 80 % de las exportaciones se dirige a Estados Unidos, podría enfrentar graves impactos en sectores clave como la automoción y la tecnología.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, advirtió que su gobierno no descartaría responder con aranceles recíprocos, lo que podría intensificar las tensiones comerciales. No obstante, este jueves aclaró que “no va a haber una guerra arancelaria”.
En Canadá, las proyecciones indican que incluso un arancel del 10 % podría reducir el PIB en un 1 %, mientras que un recargo del 25 % podría llevar al país a una recesión profunda.
Ante este escenario, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha convocado una reunión urgente con líderes provinciales para definir una estrategia de respuesta.
Con información de EFE.
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