Probablemente no se hubiera atrevido a hacerlo en otras ciudades del mundo, pero Jason Reitman lo hizo en Mar del Plata.
El director de La joven vida de Juno, Amor sin escalas y Ghostbusters: El legado, se subió, a la medianoche del viernes, a un auto con desconocidos. Los muchachos, más jóvenes que él, lo habían reconocido en la plazoleta entre el Auditorium y el Hotel Provincial. Y allí fue con ellos, “a jugar al bowling”.
Jason, hijo de Ivan Reitman, el creador de Los Cazafantasmas, la está pasando genial en Mar del Plata. Es probable que pronto lo volvamos a ver por aquí.
Pero por ahora vino a acompañar Saturday Night, la película que dirigió y que está en la Competencia Internacional, por lo que puede ganar el Astor a la mejor del Festival.
La noche de la inauguración, en el foyer del Auditorium, casi pasaba desapercibido. Pero ahora es otra cosa. Ahora sale a tomarse fotos junto al cartel con el lobo marino del Festival, y la gente lo reconoce y saluda. Firma autógrafos. Posa para selfies.
-¿Cómo fue que te invitaron al Festival?
-Gabriel (Lerman, uno de los dos codirectores artísticos del Festival) estaba en una proyección de Saturday Night, en Norteamérica, se acercó a mí y me dijo: “¿Vendrías?”. Yo nunca había estado en la Argentina. Cuando era más joven, mis películas entraban en festivales de cine internacionales, y yo siempre estaba tan ocupado tratando de hacer mi próxima película que nunca me detenía a ver el mundo.
Aprendí que en cierto punto necesito hacer una pausa y realmente ir a estos festivales de cine y ver mis películas proyectadas en otros países. Entonces, en el momento en que Gabriel me lo pidió, dije que sí. Y esta es mi primera vez en la Argentina. Mi primera vez en Buenos Aires, y mi primera vez aquí, en Mar del Plata.
-¿Conocías algo previamente de la Argentina, de Mar del Plata o del cine argentino?
-He visto películas argentinas y las disfruto.
-¿Cuáles recordás?
-Me preguntás como si me debieran gustar, jajaja.
-No, ja, es solo para saber cuáles viste, no si te gustaron o no.
-Entendido. Bueno, obviamente Relatos salvajes (menciona el título en inglés), que me resultó extraordinario. Wild Tales me recordó a cuando vi Tiempos violentos cuando era más joven. Y creo que Nueve reinas es increíble.
-¿Sabías que hicieron una remake en Hollywood?
-Alguien me dijo que había una nueva versión. ¿Quién la hizo?
-Se llamó “Criminal”, con John C. Reilly y Diego Luna, la dirigió el que era primer asistente de Steven Soderbergh, Gregory Jacobs.
-¿El primer asistente? ¿En serio? No, nunca la vi. Pero sí, hace poco vi La ciénaga por primera vez, y es preciosa. Pero lo que me pareció aún más interesante fue venir a este festival de cine. Y sé que éste es un momento importante para este festival de cine. Sé que estamos en un momento de cambio y, por lo general, un festival de cine está ahí para apoyar al cineasta. Pero a veces es el trabajo del cineasta apoyar al festival de cine.
En apoyo al Festival
Y es por eso que me encanta estar aquí ahora, porque veo un festival de cine con una enorme cantidad de historia y que cuenta con el apoyo de un grupo joven de cineastas que aman las películas. Cuando estoy entre el público, lo que veo es gente de veintitantos años que ama el cine. Y quieren que este festival de cine prospere. Y es emocionante estar aquí en este momento.
Jason ha vivido desde niño en sets de filmación junto a su padre, fallecido en 2022, y director de Gemelos, Junior y El pelotón chiflado.
-¿Qué recuerdos tenés, como televidente, del programa?
-Cuando era niño, recuerdo haber visto un episodio y pensé en mi cabeza: “Deben hacer esto una vez al año”. Y mi padre dijo: “No, lo hacen todas las semanas”. Y eso me rompió el cerebro. La idea de que de alguna manera lo hicieran todas las semanas. Y fue la primera vez que pensé en que Saturday Night Live no era como un lugar donde estos artistas estuvieran en la televisión, sino que había un equipo.
Había estas personas que escribían los sketches, estas personas que hacían el programa. Y lo hacían todas las semanas. Porque crecí en sets, crecí rodeado de personas que hacen películas. Siempre quise ser uno de ellos. Siempre quise serlo. Nunca quise ser actor. Quería ser el tipo en el camión de la cámara contando chistes sucios. Y así que ésta es mi carta de amor a las personas que realmente hacen el programa.
-Tu padre en cierta manera estuvo relacionado al humor de “Saturday Night Live”…
-Mi padre dirigió un show llamado National Lampoon Show, a principios de los años ‘70. Y el National Lampoon Show era un programa en vivo que tenía a John Belushi, a Gilda Radner, y a Bill Murray. Y así, Lorne Michaels (el creador de SNL) y mi padre eran los dos jóvenes canadienses que estaban trabajando con todos estos comediantes extraordinarios. Y ambos sabían que este era el futuro.
Escritor por una semana en “Saturday Night Live”
-Pero después del éxito de “La joven vida de Juno”, vos pediste participar como escritor invitado de un sketch…
-Sí, durante una semana. Era un invitado.
-¿Qué te pareció esa experiencia?
-Fue extraordinario. Quiero decir, fue un sueño hecho realidad. Y pude hacer un sketch al aire y pude estar cerca del entorno y ver cómo se veía, sentir lo que se sentía. Pero es como ser un invitado en la casa de alguien. Nunca me consideré un escritor en SNL. Solo pensé que era como visitar la Argentina. Simplemente podés caminar y ver cómo es y sentirlo. Y fue increíble. Así que soy un pequeño, pequeño, pequeño, pequeño grano de arena en la playa que es Saturday Night Live.
-Según has contado, en “Saturday Night” hay 80 papeles con diálogos y hasta 80 actores de fondo que rotan constantemente. ¿Cómo realizaste el casting, la elección del elenco? Debe haber sido tortuoso…
-Es la parte más aterradora del proceso, porque sabía que esta película tendría éxito o fracasaría en función de a quién eligiéramos. Así que trabajo con John Papsidera, un director de casting increíble, que hace todas las películas de Christopher Nolan. Es brillante para descubrir talentos.
El que dio a conocer a Timothée Chalamet
Hace diez años hicimos juntos una película llamada Men, Women & Children (nunca estrenada en la Argentina), que fue demasiado desafiante. En primer lugar, recuerdo el día en que John me dijo: “Quiero presentarte a un actor. Nunca ha hecho una película. Su nombre es Timothée Chalamet”. Ese es John.
Así que en esta película, me presenta a actores como Corey Michael Smith (que interpreta a Chevy Chase), que creo que será una estrella de cine o Ella Hunt (es Gilda Radner), que también será una estrella de cine. Y hay tantos de esos en este filme… Pero tenés razón, a los actores de reparto también los elegimos en persona. Y eso es muy diferente a… No conozco a nadie que haya hecho eso nunca.
-Y habrás visto en el proceso a actores que se limitaban a hacer una caricatura, por ejemplo, de John Belushi…
-Bueno, creo que si hacés una película sobre Saturday Night Live, existe la expectativa de que vas a hacer una película sobre imitaciones. Y yo quería hacer una película sobre lo que realmente se sentía en los 90 minutos previos al primer episodio. Quería capturar el estado de ánimo real. Y como resultado, no se trata de John Belushi haciendo un papel cómico. Es John Belushi quien está asustado, quien es vulnerable, quien piensa que de alguna manera este podría ser el final de su vida y el final de su talento. Y entonces se necesitaron actores que entendieran cómo era el personaje en esos 90 minutos específicos.
-Entrevistaron a gente que estuvo allí para la primera grabación? Hablaste con Lorne Michaels, el creador del programa, y con Dan Aykroyd, amigo tuyo, y de tu padre, me imagino…
-Hablamos con todos. Quiero decir, todos los escritores vivos, todos los actores vivos, con Lorne Michaels muchas veces. Y tratamos de recopilar la mayor cantidad posible de recuerdos de esa noche de estreno, por supuesto, que fue hace 50 años.
-¿Y había contradicciones?
-Dios mío. Sí. Sí. Nada cuadraba. Pero, está bien. Ya sabés, ésta es una película que combina mito, leyenda y verdad. Pero lo que captura es lo que sentí. Lo que quería capturar era la energía, el caos, el miedo de que esto nunca sucediera. También a Lorne Michaels y capturar lo que es ser director. Cuando sos director, todo el mundo te hace preguntas y tenés esta idea en tu cabeza de lo que estás haciendo, pero nadie más lo entiende, y nadie lo entenderá hasta que finalmente esté terminado. Y ésa es la parte de mí que siempre conectó con Lorne.
-Y escribiste el guion original en tres días…
-Sí. Así que lo investigamos todo durante un año entero y escribimos este documento, que no era el guion, sino este documento de Google que tenía cada pequeño detalle que queríamos en la película. Y es un documento confuso porque es toda esta acción simultánea. Y finalmente, cuando nos dimos permiso para escribir, sabíamos muy bien lo que queríamos hacer.
Fueron tres días en los que Gil Kenan, mi compañero de escritura en Londres, y yo en Los Ángeles, escribimos todo el día. Yo escribía, luego escribíamos juntos. Luego yo me iba a dormir y él escribía, y él se iba a dormir y yo escribía…
Cómo capturar el caos
-¿Y cómo hiciste para capturar adecuadamente el caos de todo esto?
-Mucho. Sabés, me gusta decir que hicimos un musical. Es como una película de baile. Así que durante meses, coreografiamos cada pieza de movimiento. Y comenzamos en un gran escenario vacío con solo cinta en el suelo.
-Al mejor estilo de lo que hacía Stanley Kubrick, marcando en el suelo dónde eran las pisadas, por ejemplo, en “Nacido para matar”.
-Es un poco así. Entonces son dos cosas. Una, hay una coreografía muy específica sobre todos los movimientos porque lo que quería era que los actores caminaran en el set y sintieran que estaban en un lugar real. Así que construimos un set de 360 grados, dos pisos.
Cada habitación, cada luz está incorporada en el techo. No hay luces de cine, ¿verdad? Cada luz está incorporada. Cada cable está oculto detrás de una pared. Y como resultado, cuando entrabas a nuestro escenario (lo construyeron de cero en Atlanta), donde quiera que vayas, son 360 grados. Estamos en 1975 y todos los actores secundarios han estado ensayando, así que saben dónde van.
Así que si sos un actor y entrás en el escenario por primera vez, estás entrando en un mundo real. Es teatro real. Es teatro inmersivo. Así que puedo decirte, ve aquí, ve aquí, ve aquí, esto va a venir por aquí, esto te va a golpear. Y luego, cuando digo “acción”, me someto, me rindo. Porque en ese momento, cobra vida, y me sorprende. Y siempre sentí que si los actores pueden sentirse como si estuvieran en una experiencia inmersiva, el público se sentirá como si estuviera en una experiencia inmersiva.
-Y la calidad d la imagen me sorprendió, parece como si la hubieras hecho en 1975. ¿Filmaste la película en 16 mm?
-Sí. Sí. Sí. Fue increíble. Se ve bien, ¿verdad? Bueno, para mi DP (el director de fotografía Eric Steelberg, que trabajó con él en todas sus películas) todavía somos grandes, y siempre hemos pensado que las películas de los años ‘70, las películas de 35 milímetros de los años 70 se parecen a las de 16 mm de ahora. Así que si queríamos crear un documento que pareciera de esa época, la mejor forma de hacerlo era filmar en 16 mm. Pero es tan hermoso. Ahora solo quiero filmar todo en él.
-¿Sí?
-Es hermoso, y es real.
-¿Es más barato?
-O es el mismo precio. Pero, honestamente, ¿sabes qué?, es el mismo precio que el digital, pero lo que siento es que cuando estás viendo algo digital, no estás viendo algo real. Es como si simplemente no hubiera. Yo quiero ver la veta, quiero sentir que estoy viendo una película.
-¿Habrá más películas de “Los Cazafantasmas”?
-Sí.
-Me refiero a películas, porque sé que estás trabajando en una serie animada.
-Sí. Estamos haciendo una serie animada y está resultando genial.
-¿Y podés contarme algo sobre la serie animada?
-No. Pero sí, creo que Los Cazafantasmas es parte de la cultura cinematográfica, y me sentí muy honrado de dirigir Ghostbusters: El legado y hacer esa película para mi padre. Y me siento muy honrado de ayudar ahora a que más cineastas se adentren en el universo de Los Cazafantasmas.