Acción, reacción. Hansi Flick pidió a su equipo un golpe encima de la mesa para disipar las dudas y los jugadores recogieron el guante. Con un partido serio y sobre todo con conentración e intensidad a lo largo de los 90 minutos, el Barça exhibió ante el modesto Brest ganas de volver a volar alto tras los últimos tropiezos. Con más actitud que brillantez, los azulgranas dieron un paso importante de cara al objetivo de acabar en el top-8.
En medio de un ambiente enrarecido, el Barça afrontaba el duelo con poco que ganar y mucho que perder. Pese a su buen arranque de torneo, el Brest es uno de los equipos con menos presupuesto de la competición, lo que convertía al equipo catalán en favorito no solo para ganar sino incluso para golear. Más que el elenco de Eric Roy, la verdadera incógnita residía en el propio Barça, desdibujado en Balaídos y alejándose progresivamente del modo rodillo mostrado no hace tanto.
Si hay alguien que sabe de qué van las noches de Champions, este es Robert Lewandowski. El polaco llegó a Montjuïc con un reto por delante y el equipo utilizó la ambición extrema del ariete para allanar el camino. ‘Lewy firmó su diana 100 y 101 en Champions League, algo solo alcanzado por Cristiano Ronaldo (140) y Leo Messi (129). El Barça fichó al de Varsovia para acercarse a la ‘orejona’ y tras dos temporadas de fiasco en Europa, en esta tercera parece que hay más motivos reales para soñar.
Ovación a Pedri
Al margen del ex del Bayern, el otro gran protagonista de la noche fue Pedri, que sentó cátedra en la zona ancha y se marcó ovacionado por la afición. No le pudieron agradecer su recital los miembros de la Grada d’Animació, cuya ausencia enfrió algo el ambiente en el estadio. La cruz, en cambio, fue para un Frenkie de Jong silbado.
Situaciones personales al margen, el Barça aprovechó la oportunidad para hacer terapia y recuperar la sonrisa. Además, la victoria lograda supone la primera este curso sin la participación de Lamine Yamal, un runrún cada vez más latente en los últimos días.
A ratificar la mejora ante Las Palmas
Montjuïc, que en la presente campaña solo ha visto ganar a su equipo -ocho triunfos en ocho partidos, pudo comprobar que el compromiso de la plantilla con el libro de estilo de Hansi Flick sigue siendo máximo: volvió la presión intensa y se recuperó un punto de calma que brindó al Barça mucho mayor control.
Este sábado, frente a la UD Las Palmas, los azulgranas buscarán ratificar la reacción y volver a sumar tres puntos que permitan no solo mantener el liderato en Liga, sino colocar de nuevo la velocidad de crucero en un tramo de calendario repleto de compromisos.