Ucrania está convencida de que Rusia quiere expulsar a las tropas ucranianas que ocupan parte de la región rusa de Kursk antes de la investidura de Donald Trump
Ucrania está convencida de que Rusia quiere expulsar a las tropas ucranianas que ocupan parte de la región rusa de Kursk antes de la investidura de Donald Trump como nuevo presidente de EEUU, el 20 de enero. También cree que para esa fecha Rusia quiere ocupar también todo Donetsk, donde el avance ruso es constante y hoy fueron evacuados otros 120 civiles.
Por su parte, el equipo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, empezará a trabajar ya con el gobierno de Joe Biden para llegar a un “acuerdo” entre Ucrania y Rusia, dijo el domingo Mike Waltz, futuro asesor de seguridad de la Casa Blanca.
En el campo de batalla, la pasada noche ha habido ataques cruzados entre ambos países. El jefe de la administración militar de Kiev asegura que Rusia ha lanzado un ataque con drones sobre la capital ucraniana y han logrado derribar 50 de los 73 drones rusos enviados en las últimas horas. “La alerta de ataque aéreo en la ciudad duró más de tres horas”, ha dicho Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev.
Desde Rusia, sin embargo, acusan a Ucrania de lo mismo pero a la inversa y aseguran que los sistemas de defensa antiaérea del país han destruido 34 drones ucranianos sobre su territorio, según informa Reuters. De ellos, 27 se dirigían a la región de Kursk, fronteriza con Ucrania.
El Kremlin ha dicho hoy que Rusia ha lanzado esta semana, por primera vez, un misil balístico hipersónico contra Ucrania porque Occidente “está dispuesto a todo” para “aplastar a Rusia” e “infligirle una derrota estratégica”. Así lo ha asegurado Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en declaraciones a la televisión pública rusa, tal como recoge Efe. Además, añade que “cualquier acción consiguiente no es una escalada”, son “pasos de respuesta a la escalada provocada por los occidentales”.