Los recientes retiros de productos de marcas reconocidas, como Boar’s Head y McDonald’s, encendieron las alarmas sobre la seguridad alimentaria en Estados Unidos. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay motivos para entrar en pánico… al menos, no todavía.
Si bien algunos retiros de alimentos pasan desapercibidos, varios brotes recientes de gran envergadura, relacionados con zanahorias orgánicas, cebolla en juliana y liverwurst, generaron una creciente preocupación por la seguridad de los alimentos que consumimos. No obstante, los datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no muestran un aumento significativo en el número de retiros, la mayoría de los cuales son emitidos voluntariamente por las propias empresas.
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Aunque la idea de un aumento en los retiros de alimentos pueda sonar alarmante, en realidad podría indicar que las autoridades sanitarias y los productores son más eficientes a la hora de identificar los brotes de manera rápida. Nuevas herramientas, como la secuenciación del genoma completo, permiten a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), junto con las autoridades locales, establecer vínculos genéticos entre los brotes y los microorganismos causantes de las enfermedades de manera más rápida.
Esto permite a los funcionarios de salud pública entrevistar rápidamente a las personas afectadas para determinar qué alimentos consumieron semanas atrás y así rastrear el origen exacto del brote. Además, Craig Hedberg, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, señala que se producen más brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos de los que se publicitan. Gracias a las mejoras en la vigilancia y los laboratorios de salud pública, estos brotes se identifican y rastrean con mayor rapidez.
Al igual que otros tipos de brotes, la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos presenta un cierto grado de aleatoriedad. Según Don Schaffner, microbiólogo de alimentos de la Universidad de Rutgers, la ocurrencia de tres brotes importantes en un período relativamente corto podría ser simplemente una cuestión de azar.
Por otro lado, los hábitos alimentarios de la población están en constante evolución, lo que plantea nuevos desafíos para la seguridad alimentaria. Cada vez más personas consumen alimentos preparados fuera del hogar, como en restaurantes o en productos listos para consumir. Según Darin Detwiler, experto en seguridad alimentaria de la Universidad Northeastern, esto implica una mayor cantidad de ingredientes y etapas de procesamiento, lo que aumenta las posibilidades de contaminación.
Un sistema complejo de regulación
En Estados Unidos, la seguridad alimentaria se regula mediante un sistema complejo que involucra a diversas agencias. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) se encarga de la carne y las aves de corral, mientras que la FDA es responsable de casi todos los demás alimentos. En caso de brotes, los CDC colaboran con los departamentos de salud locales para llevar a cabo las investigaciones.
Además, se espera que los propios productores de alimentos se autoregulen. En caso de que se produzcan enfermedades transmitidas por los alimentos, el sistema de justicia civil entra en juego, permitiendo a las personas afectadas presentar demandas contra los minoristas, mayoristas y restaurantes.
Cómo protegerse
Existen varias medidas que podemos tomar para reducir el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos:
- Mantenerse informado: Estar al tanto de los retiros de alimentos y las alertas sanitarias.
- Practicar una buena higiene: Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de manipular alimentos.
- Manipular los alimentos de manera segura: Limpiar las superficies, utensilios y tablas de cortar regularmente.
- Cocinar los alimentos a la temperatura adecuada: Utilizar un termómetro para alimentos.
- Refrigerar los alimentos perecederos de inmediato: Almacenar los alimentos a temperaturas seguras para prevenir el crecimiento bacteriano.
- Evitar la contaminación cruzada: Separar los alimentos crudos y cocidos.