El INEGI, junto al IFT, advirtieron que el uso prolongado de dispositivos como el celular o la computadora en la infancia, podría desencadenar problemas de salud.
Entre estos, el sobrepeso, la obesidad y otras complicaciones, debido a que ese estilo de vida fomenta el sedentarismo.
Asimismo, OMS y el LabDO reportaron que largos periodos de sedentarismo en la escuela se han vuelto predominantes y están relacionados con el deterioro de la salud infantil.
40% de los adolescentes en México ya padece obesidad
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Federal de Telecomunicaciones también informaron que el 81 por ciento de los mexicanos mayores de seis años; es decir, 97 millones de personas, utilizaron internet en 2023.
Una cifra similar usó teléfonos celulares.
Ahora bien, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (hecha de 2020 a 2023) reveló que el 37 por ciento de los escolares y el 40 por ciento de los adolescentes padecen sobrepeso u obesidad.
Asimismo, más de 542 mil niños mexicanos viven con diabetes tipo 1, con cerca de 78 mil nuevos casos anuales.
Riesgos del uso excesivo de dispositivos móviles
El Neurocentro – Recuperación Funcional, ubicado en España, identifica varios riesgos asociados al uso excesivo del celular en menores de edad.
Entre los más destacados se encuentran:
- Problemas posturales.
- Exposición a contenido inapropiado.
- Dificultades de atención y concentración.
- Retrasos en el desarrollo del lenguaje.
- Aislamiento social.
- Trastornos del sueño.
Expertos insisten en el uso moderado y supervisado de celulares y computadoras
El uso controlado de dispositivos puede fomentar el aprendizaje y la interacción social, no obstante, los expertos insisten en limitar a los niños el tiempo frente a las pantallas.
Esto, con el objetivo de garantizar su bienestar físico, mental y emocional, aunque también recomiendan integrar esfuerzos entre familias, escuelas y comunidades, pues esto será clave para el menor.
Otras soluciones para combatir la obesidad en menores de edad:
- Alimentación saludable: Promover una dieta balanceada con frutas, verduras y agua, reduciendo ultraprocesados y bebidas azucaradas.
- Ejercicio diario: Fomentar actividades físicas al menos una hora al día, como deportes o juegos al aire libre.
- Límites en pantallas: Regular el tiempo frente a dispositivos y proponer actividades alternativas como lectura o juegos fuera de casa.
- Educación y ejemplo: Enseñar hábitos saludables en casa y la escuela, siendo un modelo positivo para los menores.
- Apoyo emocional: Reforzar la autoestima y atender problemas emocionales que puedan influir en la alimentación.
- Acciones comunitarias: Impulsar políticas públicas, menús escolares saludables y actividades recreativas comunitarias.