A pesar del imaginario social de algunas personas, diversos estudios han demostrado que los videojuegos pueden representan beneficios cognitivos y mentales para los jugadores.
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La industria de los videojuegos siempre ha estado en el ojo del huracán y en repetidas ocasiones se le ha culpado de comportamientos violentos y asociales de sus usuarios. Aunque es cierto que la clasificación por edades de los juegos se hizo para evitar que el contenido no apropiado esté al alcance de los menores de edad, y algunos títulos han sido censurados, también es cierto que distintos estudios han demostrado que jugar puede traer ventajas cognitivas y mentales para los jugadores.
Eso es lo que sugiere el estudio Brain and Body de la Western University de Canadá con su investigación acerca de los videojuegos y el rejuvenecimiento del cerebro. El análisis contó con la participación de 2.000 personas, las cuales fueron evaluadas no solo por el tiempo de juego que poseían, sino también sus hábitos, estilos de vida y creencias por fuera del gaming. El estudio consistió en poner aprueba la memoria, la atención y el razonamiento de los encuestados relacionando esos resultados con el tiempo que pasan jugando videojuegos.
Para sorpresa de muchos, Brain and Body reveló que los jugadores que pasan un mínimo de cinco horas a la semana frente a la pantalla obtienen habilidades mentales por encima del promedio, lo que significa una rejuvenecimiento de su cerebro hasta de 13,7 años. En el caso de jugar menos de cinco horas a la semana el rejuvenecimiento cerebral se reduce a 5,2 años, lo que no es un número desdeñable, pero que sí es menos de la mitad en comparación a jugar al menos 60 minutos diarios por cinco días en promedio.
Respecto a los jugadores, no es una sorpresa leer que los videojuegos pueden mejorar cognitiva y mentalmente a una persona, lo que resulta innovador es que un estudio lo cuantifique en años de rejuvenecimiento para el cerebro. Sin embargo, no hay que perder de vista que el gaming no es la única alternativa para tener una buena salud mental, por decir lo menos. En este campo juegan desde la dieta, el ejercicio y el sueño, hasta asuntos como el nivel educativo, hábitos como la lectura o actividades estructuradas y periódicas de razonamiento y lógica, por ejemplo.
Actividad física y videojuegos
Estos dos conceptos no necesariamente deben estar separados y así lo han entendido los fabricantes desde hace más de una década cuando apareció el primer control con sensor de movimiento, el Wii Remote. Este mando, perteneciente a la famosa Nintendo Wii, significó toda una revolución en la historia de los videojuegos al competir con innovación la potencia de la Xbox 360 y la PlayStation 3.
¿El resultado? La Wii fue la rotunda ganadora de la séptima generación de videoconsolas con más de 100 millones de unidades vendidas e introdujo a más de uno al mundo del gaming. Todo esto gracias a un robusto catálogo de títulos que aprovechaban al máximo el sensor de movimiento de su control, especialmente la saga de entregas de Wii Sports y Wii Sports Resort.
Estos juegos, que vendieron más de 80 millones de copias, eran la recopilación de algunos de los deportes más populares del mundo para practicarlos simulando los movimientos reales. Esto supuso un cambio de postura, literal y figurativa, en la forma de jugar, pues disfrutar de un videojuego ya no estaba asociado, necesariamente, a sentarse frente a un televisor y mover los dedos.
Controles con sensor de movimiento
A este juego le siguió Wii Fit que sí estaba especialmente dedicado a hacer ejercicio en casa con la ayuda de la Nintendo Wii. Aunque esta propuesta no fue tan popular como la anterior, pues requería de una accesorio que se vendía por separado, sí marcó el precedente de que los videojuegos sí podían constituir una opción más amigable con la actividad física en casa.
Detrás de Nintendo se sumaron a los mandos con sensor de movimiento PlayStation, con los PS Move, y especialmente Xbox, con su cámara de sensor de movimiento Kinect. Esta última contaba con una tecnología de reconocimiento de movimientos corporales muy avanzada para su época y ayudó a afianzar la popularidad de la Xbox 360, la más exitosa en la historia de Microsoft.
Sin embargo, con el paso de los años estos dispositivos se quedaron cortos en el catálogo de videojuegos y la iniciativa fue abandonada por Sony y Xbox. Aunque la actual Nintendo Switch tiene sensores de movimiento en sus joycons y hasta una versión 2.0 del famoso Wii Sports, parece que la prioridad entre los fabricantes ya no está en este tipo de tecnologías, o por lo menos no por ahora.
En conclusión, si bien los responsables del estudio Brain and Body de la Western University en Canadá dejaron claro que nunca los videojuegos podrán suplir los beneficios de la actividad física, esta industria limpia cada vez más su nombre frente a la ciencia y alguna parte escéptica de la sociedad que no creen en el valor cultural, social e historia en Gaming en el mundo.
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