El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, y su popularidad radica en su capacidad para aportar energía y mantener alerta el cuerpo. Sin embargo, el momento del día en que se consume puede influir significativamente en la manera en que afecta al organismo.
Según la ciencia, existe un momento particular del día que es más beneficioso para consumir esta infusión: la mañana.
Al despertar, el cuerpo experimenta un aumento natural en los niveles de cortisol, la llamada “hormona del estrés”, que ayuda a mantenerse despierto y alerta. Este pico ocurre generalmente entre las 8 y las 9 am. Consumir café durante este período no tiene tanto impacto, ya que el organismo se encuentra en pleno funcionamiento y en su máximo nivel de alerta natural.
En cambio, entre las 9:30 y las 11:30 am, el cortisol comienza a descender. Es en este momento cuando una taza de café puede ser más útil, potenciando la energía sin interferir con los ritmos naturales del cuerpo, según El Diario NY.
Tomar café más tarde en el día puede tener efectos secundarios, especialmente en personas sensibles a la cafeína. Consumirlo después de las 3:00 pm puede interferir con el sueño, debido a que la cafeína permanece en el organismo durante horas. Esto puede generar insomnio, dificultar un descanso profundo y afectar el rendimiento al día siguiente.
La ciencia sugiere que la mejor hora para disfrutar del café es media mañana, después del desayuno. Así, no solo se evita un impacto directo en los niveles de cortisol, sino que también se potencian los beneficios energéticos y cognitivos que ofrece esta bebida.
El médico funcional Carlos Jaramillo afirmó en El Diario NY que el consumo moderado de café a horas adecuadas maximiza estos beneficios. “La cafeína potencia las capacidades cognitivas y ayuda a mantener el enfoque, especialmente durante las primeras horas de trabajo o estudio”.
El café combate el cansancio y al mismo tiempo puede mejorar el rendimiento mental. La cafeína actúa directamente sobre el sistema nervioso central, mejorando la concentración, la memoria a corto plazo y el estado de alerta.
Aunque el café ofrece múltiples beneficios, es importante no excederse. El consumo moderado puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, gracias a sus antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
Sin embargo, consumirlo en exceso puede aumentar los niveles de cortisol y provocar nerviosismo o ansiedad. Es por eso que se recomienda beberlo con cautela y escuchar las señales del cuerpo.
