La DANA del pasado 29 de octubre se ha llevado por delante municipios enteros, viviendas, más de 200 víctimas mortales… y un tejido económico que tendrá una recuperación muy difícil. Una situación en la que se encuentran, entre otras empresas, Yapadú, especializada en luz y sonido para espectáculos de danza, teatro o circo, y que trabaja con alrededor del 80% de las compañías valencianas desde su creación en 2006.
Su nave se encontraba en el Polígono San Antonio de Poyo de Riba-roja, y como su propio nombre avanza, ha sido gravemente dañada por el desbordamiento del barranco del Poyo, tal y como cuenta Javier Sahuquillo: “La nave ha quedado totalmente arrasada, y lo peor es que en el momento del desbordamiento, dos de nuestros compañeros se encontraban dentro y tuvieron que pasar la noche refugiados en un altillo, con la puerta reventada por la fuerza de los coches y del agua”.
Más de dos metros de agua destrozaron su escenografía, focos y material de iluminación, ordenadores, mesas de sonido, equipación técnica… que es fundamental en todos los espectáculos. Elementos que, como señala Sahuquillo, “además de ser muy caros, o bien los compramos aquí en empresas que también están destrozadas, o tenemos que encargarlos fuera de España, lo que hace muy difícil y tardía su llegada”.
Pérdida de oportunidades
Yapadú ha cifrado en entre 700.000 y 850.000 los daños provocados por la catástrofe, ya que además de renovar todo su equipamiento, tendrán que reparar toda la nave. Pero no solo eso. “La DANA también supone falta de oportunidades para el presente y futuro. Nos encontrábamos en pleno estreno de ‘El agua de Valencia’ en La Rambleta y no hemos podido facturar 10 funciones; tampoco podemos presentarnos pronto a licitaciones para gestionar festivales; y tardaremos en volver a funcionar con normalidad porque utilizamos material muy caro”, señala el dramaturgo y director.
Ante esta situación, cree que son necesarias ayudas especiales para infraestructuras y material propio del sector. Lamenta que los peritos de los seguros puedan ir a la baja siente “tristeza” porque el Ministerio de Cultura tenga un presupuesto bajo que, en momentos como este, hará más difícil la recuperación. “Nos hemos sentido abandonados, hemos tenido mucha ayuda de voluntarios y vemos buena voluntad por parte del ministerio, pero hay que reivindicar que se aumente ese presupuesto para que nos ayuden. Es momento de reactivarse y en empresas como la nuestra trabajamos 12 personas de forma directa, a la que se suman refuerzos que tenemos habitualmente. Imagina esto con todas las empresas de sector escénico afectadas”, cuenta.
Además, Sahuquillo señala que “una gran parte de las salas y teatros del Circuit Cultural han quedado muy dañadas” y “es momento de seguir”. “Teatros como Sala Russafa han abierto sus puertas y el público ha podido desconectar de esta situación. Tenemos un complejo de inutilidad muy grande pero no podemos seguir así, somos trabajadores y si queremos ayudar a un sector como este, la mejor forma de hacerlo es llenando el patio de butacas”, destaca.
Seis millones de euros en pérdidas
De acuerdo con un estudio impulsado por la Associació Valenciana d’Empreses d’Arts Escèniques (AVETID), en el que participan otras asociaciones del sector, el sector escénico privado valenciano cifra en más de 6 millones de euros el total de pérdidas entre daños materiales, daños en salas y suspensión de funciones. Únicamente en equipamiento, las pérdidas en material técnico y material escénico como vestuario, escenografía y atrezo rondarían los 3 millones de euros, según la primera estimación, mientras que los daños en almacenes, locales, salas de teatro y elementos de transporte superarían los 800.000 euros.
Este primer informe de trabajo también detalla el personal afectado laboralmente, sumando 771 personas entre personal fijo (161 personas) y personal afectado por funciones canceladas (610 personas). En el caso de personas afectadas directamente con la empresa o compañía con bienes personales afectados, la cifra asciende a 232 personas. Así mismo, se cifra en 856 las altas perdidas en la Seguridad Social, tanto por la paralización de ensayos (163 personas) como por funciones suspensas (693 personas).
En este sentido, las compañías valencianas se han visto obligadas a cancelar 366 funciones y aplazar otras 155, con unas pérdidas superiores al millón de euros. Por lo que respecta a las salas privadas de teatro de València, los efectos de la DANA de octubre han obligado a suspender 174 funciones y a posponer 81, cifrando la cantidad económica estimada de la pérdida del total de funciones afectadas en 429.600 euros y la estimación de la pérdida de ingresos por taquilla consecuencia de la reducción de asistencia de público prevista entre el 29 de octubre y el 31 de diciembre en 701.000 euros.
AVETID ha constituido una comisión de crisis y ha señalado que ya se trabaja junto al Ministerio de Cultura en la canalización de estas ayudas. También este lunes ha mantenido la primera reunión con la Secretaría Autonómica de Cultura y el Institut Valencià de Cultura, al que piden “una respuesta urgente y clara” para abordar esta crisis que, consideran, podría ser más dura que la de la pandemia de la COVID-19.