“Me voy con la tranquilidad de que he dejado un legado como realmente lo siento, no solo deportivo, también personal. Entiendo que el cariño que recibo, si fuese solo por lo que hay en la pista, no sería el mismo”, dijo Rafa Nadal el pasado martes durante el acto de su despedida como tenista profesional. El balear de 38 años incidió en su discurso en el aspecto que considera más importante en su carrera. “El modo en el que me gustaría que se me recordase es como una buena persona de un pequeño pueblo en Mallorca que tuvo la suerte de tener un tío entrenador y una gran familia. Un niño que siguió sus sueños, que trabajó lo más duro posible”, insistió.
Y el hecho es que así le ven sus compañeros. “El primer aprendizaje que se adquiere de Rafa es la pasión con la que hay que vivir, la que él ha puesto cada vez que lo he podido ver en primera persona. La Davis la ha vivido con pasión dentro y fuera de la pista, es increíble. He sido afortunado de tenerlo cerca, de haber compartido vestuario, jugar dobles…”, reconoció Carlos Alcaraz, que intentará “ser la mejor persona y jugador” que pueda ser día a día. “Y si al final de mi carrera he conseguido la mitad que él, me iré más que contento”, añadió en la rueda de prensa posterior a su derrota en el dobles.
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En ella habló también el capitán español, David Ferrer, que fue quien decidió que Nadal jugará el primer punto de la eliminatoria de la Final a 8 de la Copa Davis. “La despedida siempre es triste, se va alguien especial, que siempre será recordado. Es un deportista que a nivel mundial y de la sociedad, ha dejado huella. Una persona con tanta humildad y ese respeto a todo el mundo es difícil de encontrar”. Marcel Granollers, que es de su misma generación, admitió que al equipo nacional le hubiese gustado “regalarle esta Davis”. “No ha podido ser, pero hay que darle las gracias por cómo ha llevado su carrera y los valores que ha transmitido, es de admirar”.
Ferrer, Alcaraz y Granollers son tres de los jugadores en los que la figura de Nadal ha tenido un gran impacto. Botic van de Zandschulp, su verdugo en Málaga, escribió en redes sociales: “Le vi jugar durante miles de horas desde que era un chaval que soñaba con competir en los grandes escenarios. Nunca imaginé que jugaría contra él, especialmente para compartir este momento con una verdadera leyenda”. Al italiano Lorenzo Musetti se le ha visto entrenarse en el Martín Carpena con una camiseta de Nadal. El estadounidense Sebastian Korda le cita como su ídolo y hasta le pidió una camiseta cuando se enfrentó con él por primera vez en Roland Garros 2020.
Serena Williams, Maria Sharapova (la americana y la rusa le homenajearon con una elástica personalizada) e Iga Swiatek son algunas de las tenistas que le admiran. Y, cómo no, sus grandes rivales: Federer y Djokovic. “Como un viejo amigo, siempre te apoyaré y te animaré con la misma fuerza en lo próximo que hagas. Lo mejor para siempre. Tu fan, Roger”, escribió el suizo. “Dejas un legado increíble. Muchas gracias por todo lo que has dado y por lo que dejas en el mundo del tenis. No te retires, hombre, quédate un poco más”, le espetó el serbio cuando se enfrentaron hace unas semanas en el Six Kings Slam de Riad. Los elogios no le llegan solo desde el tenis. “Desde que te vi ganar tu primer Grand Slam en 2005 hasta el último en 2022, has sido un héroe para mí y una inspiración para mi propia carrera”, señaló el golfista irlandés Rory McIlroy.
Nadal también ha dejado huella en los lugares en los que ha competido, como París, donde Nike le rindió homenaje, y en las instituciones deportivas. “Me voy con la sensación de que cuando vuelva a un torneo, estarán contentos de verme”, afirmó Rafa en una reciente entrevista de AS. Seguro que pronto tendrá ocasión de comprobarlo.
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