- Autor, Ines Silva & Damian Zane
- Título del autor, BBC News
Lo que el resto del mundo ve como un escándalo de vídeos sexuales, podría ser el último episodio del drama que ocurre en la vida real sobre quién será el próximo presidente de Guinea Ecuatorial.
Durante las últimas dos semanas, se han filtrado decenas de videos (se estima que entre 150 y más de 400) de un alto funcionario manteniendo relaciones sexuales en su oficina y en otros lugares con diferentes mujeres.
Los videos han inundado las redes sociales, impactando y despertando el interés dentro y fuera del pequeño país centroafricano.
Muchas de las mujeres filmadas eran esposas y parientes de personas cercanas al poder.
Parece que algunas sabían que las estaban filmando manteniendo relaciones sexuales con Baltasar Ebang Engonga, a quien también se le conoce como “Bello” por su buena apariencia.
Todo esto es difícil de verificar, ya que Guinea Ecuatorial es una sociedad muy controlada en la que no existe una prensa libre.
Pero una teoría es que las filtraciones fueron una forma de desacreditar al hombre en el centro de la tormenta.
Engonga es sobrino del presidente Teodoro Obiang Nguema y uno de los aspirantes a sustituirlo.
Obiang es el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo, habiendo ejercido el cargo desde 1979.
A sus 82 años, supervisó el auge económico de su país, que luego cayó en una crisis por sus ahora menguantes reservas de petróleo.
Hay una pequeña élite extremadamente rica, pero muchos de los 1,7 millones de habitantes del país viven en la pobreza.
La administración de Obiang es duramente criticada por su historial de derechos humanos, que incluye asesinatos arbitrarios y torturas, según un informe del gobierno estadounidense.
También ha tenido su cuota de escándalos, incluidas las revelaciones sobre el lujoso estilo de vida de uno de los hijos del presidente, ahora vicepresidente, que una vez fue dueño de un guante con incrustaciones de cristales valorado en US$275.000 que usó Michael Jackson.
A pesar de que se celebran elecciones, no hay una oposición real en Guinea Ecuatorial, ya que los activistas han sido encarcelados y exiliados, y aquellos que aspiran a ocupar cargos públicos son vigilados de cerca.
Intrigas palaciegas
La política en el país está repleta de intrigas palaciegas, como la del escándalo que envuelve a Engonga.
Era el jefe de la Agencia Nacional de Investigación Financiera y trabajaba en la lucha contra delitos como el blanqueo de dinero.
Pero resultó que él mismo estaba siendo investigado.
Fue detenido el 25 de octubre acusado de malversar una enorme suma de dinero de las arcas del Estado y depositarla en cuentas secretas en las Islas Caimán. No ha hecho comentarios sobre la acusación.
Después, Engonga fue llevado a la tristemente célebre prisión de Playa Negra, en la capital, Malabo, donde presuntamente los opositores del gobierno son sometidos a un trato brutal.
Le confiscaron los teléfonos y los ordenadores y unos días después empezaron a aparecer en internet los vídeos íntimos.
La primera referencia que la BBC encontró sobre ellos en Facebook es del 28 de octubre en la página externa de Diario Rombe, un sitio de noticias dirigido por un periodista exiliado en España, que decía que “las redes sociales estallaron con la filtración de imágenes y videos explícitos”.
Una publicación en X al día siguiente se refería a un “escándalo monumental que sacude al régimen” mientras “los videos pornográficos inundan las redes sociales”.
Lucha por el poder
Pero se cree que originalmente aparecieron uno por uno unos días antes en Telegram, en uno de los canales de la plataforma conocido por publicar imágenes pornográficas.
Luego algunas personas en Guinea Ecuatorial los descargaron en sus teléfonos y los compartieron en grupos de WhatsApp, causando un enorme revuelo.
Engonga fue identificado rápidamente junto con algunas de las mujeres que aparecían en los videos, incluidas familiares del presidente y esposas de ministros y altos funcionarios militares.
El gobierno no pudo ignorar lo que estaba sucediendo y el 30 de octubre el vicepresidente Teodoro Obiang Mangue (antiguo propietario del guante de Michael Jackson) dio a las empresas de telecomunicaciones 24 horas para encontrar formas de detener la difusión de los videos.
“No podemos seguir viendo cómo se desintegran las familias sin tomar ninguna medida”, escribió en X”.
“Mientras tanto, se está investigando el origen de estas publicaciones para encontrar al autor o autores y hacerlos responder por sus acciones”.
Como los equipos informáticos del detenido estaban en manos de las fuerzas de seguridad, las sospechas recaen sobre alguien que, tal vez, pretendía dañar la reputación de Engonga antes del juicio.
La policía pidió a las mujeres que se presenten para abrir una causa contra Engonga por compartir imágenes íntimas sin su consentimiento. Una de ellas anunció que lo va a denunciar.
Lo que no está claro es por qué Engonga hizo las grabaciones.
Pero los activistas plantean otros motivos que podrían estar detrás de la explosiva filtración.
Además de estar emparentado con el presidente, Engonga es hijo de Baltasar Engonga Edjo’o, el jefe de la unión económica y monetaria regional Cemac.
“Lo que estamos viendo es el fin de una era, el fin del presidente actual. Hay una cuestión de sucesión y ésta es la lucha interna que estamos viendo”, dijo el activista ecuatoguineano Nsang Christia Esimi Cruz, que ahora vive en Londres.
El activista, en declaraciones al podcast Focus on Africa de la BBC, afirmó que el vicepresidente Obiang estaba tratando de eliminar políticamente a “cualquiera que pudiera desafiar su sucesión”.
Se sospecha que el vicepresidente, junto con su madre, está apartando a cualquiera que amenace su camino hacia la presidencia, incluido Gabriel Obiang Lima (otro hijo del presidente Obiang de otra esposa), que fue ministro del Petróleo durante 10 años y luego pasó a un papel secundario en el gobierno.
Se cree que los miembros de la élite saben cosas unos de otros que preferirían que no se hicieran públicas, y en el pasado se han utilizado vídeos para humillar y desacreditar a opositores políticos.
También hay frecuentes acusaciones de conspiración golpista, lo que alimenta aún más la paranoia.
Pero Cruz también alega que las autoridades quieren utilizar el escándalo como excusa para tomar medidas enérgicas contra las redes sociales, que es por donde se filtra mucha información sobre lo que realmente está sucediendo en el país.
En julio, las autoridades suspendieron temporalmente internet después de que estallaran protestas en la isla de Annobón.
Para el activista, el hecho de que un alto funcionario tuviera relaciones sexuales fuera del matrimonio no es sorprendente, ya que forma parte del estilo de vida decadente de la élite del país.
El vicepresidente, que fue condenado por corrupción en Francia y al que se le han confiscado sus suntuosos bienes en varios países, quiere ser visto en Guinea Ecuatorial como el hombre que toma medidas enérgicas contra la corrupción y las malas prácticas.
El año pasado, por ejemplo, ordenó la detención de su medio hermano por acusaciones de que había vendido un avión propiedad de la aerolínea estatal.
Pero en este caso, a pesar de los esfuerzos del vicepresidente por detener la difusión de los videos, estos siguen circulando.
Esta semana trató de parecer más decidido al pedir la instalación de cámaras de vigilancia en las oficinas gubernamentales “para combatir los actos indecentes e ilícitos”, informó la agencia de noticias oficial.
Después de afirmar que el escándalo “había denigrado la imagen del país”, ordenó suspender a cualquier funcionario que fuera descubierto participando en actos sexuales en el trabajo, ya que, dijo, se trataba de una “flagrante violación del código de conducta”.
El vicepresidente no se equivocó al decir que la historia ha despertado mucho interés en el exterior.
A juzgar por los datos de Google, las consultas de búsqueda que incluyen el nombre del país se han disparado desde principios de esta semana.
El lunes, en X, Guinea Ecuatorial era uno de los términos más populares en Kenia, Nigeria y Sudáfrica, superando en ocasiones el interés por las elecciones estadounidenses.
Esto ha frustrado a algunos activistas que están tratando de contarle al mundo lo que realmente está sucediendo en Guinea Ecuatorial.
“Guinea Ecuatorial tiene problemas mucho más grandes que este escándalo sexual”, afirmó Cruz, quien trabaja para una organización de derechos humanos llamada GE Nuestra.
“Este escándalo sexual para nosotros es solo un síntoma de la enfermedad, no es la enfermedad en sí. Solo muestra lo corrupto que es el sistema”.
Información adicional de Peter Mwai de BBC Verify.
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