Resumen Medio Oriente, 18 de noviembre de 2024.
“No reconocemos lo que se denomina ‘sionismo cristiano’. Este término no existe en nuestra literatura cristiana ni en nuestro léxico eclesiástico. La mezcla de cristianismo y sionismo es totalmente condenada y rechazada por nosotros, especialmente porque el cristianismo es una religión de amor, misericordia, fraternidad y paz, mientras que el sionismo es un movimiento racista y terrorista responsable de los desastres y reveses a los que se ha enfrentado nuestro pueblo, culminando en el genocidio que se está perpetrando contra nuestros queridos hermanos y hermanas de Gaza.
En Estados Unidos hay individuos que se autodenominan “sionistas cristianos”. Este fenómeno es despreciado y rechazado por nosotros porque su literatura es ajena a los valores cristianos. Interpretan el Antiguo Testamento de una manera política que se alinea con sus agendas e intereses, todos los cuales sirven al proyecto sionista colonialista y racista.
Actualmente hay un candidato a embajador de Estados Unidos en Tel Aviv que pertenece a este grupo e incluso afirma ser pastor cristiano. Alega que no existe tal cosa como Palestina o un pueblo palestino, como si no hubiera leído la historia -o se negara a reconocerlo- que Palestina existe, y su pueblo existe, le guste o no.
Es lamentable que tales individuos ocupen puestos de liderazgo en Estados Unidos. También es lamentable que afirmen estar afiliados al cristianismo, cuando el cristianismo es totalmente inocente de sus posiciones, retórica y acciones. Si fueran verdaderamente cristianos, pedirían el fin de la guerra en Gaza y Líbano y abogarían por una solución justa a la cuestión palestina que preserve la dignidad y la libertad del pueblo palestino. Sin embargo, estos individuos son como avestruces que entierran la cabeza en la arena, fingiendo que están en un mundo diferente.
Por mucho que ignoren la existencia de Palestina y de su resistente y luchador pueblo, Palestina existe, su pueblo existe y su historia es gloriosa. A todos los que niegan la existencia de Palestina o no han estudiado bien la historia, permítanme que les recuerde: En el Cuarto Concilio Ecuménico celebrado en Nicea en el siglo IV d.C., cuando al obispo de Jerusalén se le dio el título de ‘Patriarca’, se le nombró ‘Patriarca de la Ciudad Santa de Jerusalén y de toda Palestina’. Esto demuestra que Palestina existió y seguirá existiendo, y nadie tiene derecho a borrar su existencia. Palestina se menciona en la Biblia, y en lugar de que estos racistas nieguen la existencia de los palestinos, deberían trabajar para resolver la cuestión palestina, que es la clave para la paz en nuestra región y en el mundo.
La solución a la cuestión palestina no pasa por borrarla o negar la existencia del pueblo palestino, sino por conceder a nuestro pueblo sus legítimos derechos a vivir en libertad y en paz, como todos los demás pueblos del mundo. Por desgracia, estos sionistas no creen en la paz. Sirven a agendas colonialistas, racistas y hostiles a la humanidad. Negar la existencia del pueblo palestino y de la propia Palestina es una mezcla de ignorancia, odio, racismo y adhesión a una agenda política carente de humanidad y civismo.
Rechazamos todas las formas de racismo y odio, en todas sus formas y colores, y rechazamos la cultura de la guerra y la violencia. Parece que en Occidente hay quienes no quieren que cesen las guerras, para que las fábricas de armas sigan abiertas, y que paguen el precio personas inocentes, masacradas a sangre fría, sin ningún tipo de disuasión humana o moral.
Reitero que rechazamos el término “sionismo cristiano” porque lo consideramos un insulto al cristianismo y a sus valores. Insto a los periodistas que deseen hablar de estas personas a que las describan como: el grupo que afirma falsamente su afiliación al cristianismo, mientras que en realidad están alineados con el sionismo y sus ideologías y posiciones racistas y bárbaras.”