“Muchos corredores del Maratón de Valencia me han pedido consejo, no saben que va a pasar con sus vidas, lo han perdido todo, están cansados… pero quieren estar en la línea de salida”

José Garay, el entrenador de cerca de 7.000 inscritos en la Maratón de Valencia, lleva dos semanas ayudando a sus pupilos a enfrentarse a una situación muy delicada. Reconoce que muchos damnificados por la tragedia de la DANA en Valencia le piden consejo para seguir entrenando y poder correr con garantías la prueba. Soj historias desgarradoras que le han dejado roto pero no ha parado de ofrecerles su apoyo y consejos para que cunplan con su sueño ese día:

En un atículo en el diario valenciano ‘Las Provincias’ titulado ‘Juntos, somos más fuertes”, comparte lo que están viviendo estos corredores que lo han perdido todo:

Nos pasamos la vida tomando decisiones. El conjunto de todas ellas, marcan el rumbo y el destino de nuestro quehacer diario. Algunas son acertadas y otras son erróneas. Pero en este escenario nos movemos constantemente. En algunos momentos nos hemos equivocado y nos hubiera gustado dar marcha atrás para no realizar lo que hicimos. En otras, nos sentimos orgullosos por haber tomado la decisión adecuada. Cuando la decisión afecta a miles de personas y hay en juego multitud de sensibilidades diferentes, sentimientos contrariados y opiniones para todos los gustos, se convierte en un dilema complicado de resolver. Maratón Valencia junto a las autoridades, han decidido seguir adelante con uno de los mayores eventos deportivos de nuestra Ciudad. Me consta, que han hablado con todos los puntos de vista, han contactado con cientos de afectados para conocer su opinión, han evaluado la situación y no ha sido fácil tomar la decisión de realizar la prueba. Por ello deseo que todos los corredores que vengan el fin de semana, tomen conciencia de lo que ha sucedido. Sin duda será otro maratón.

Durante la semana he tenido contacto con decenas de corredores afectados que me han pedido ayuda, para modificar su plan de entrenamiento. La mayoría de ellos llevaban dos semanas sin entrenar. Están viviendo los peores días de sus vidas. Llevan soportando una carga física terrible trabajando sin descansar, para aliviar la destrucción generada. La incertidumbre les invade. No saben que va a pasar con sus vidas. Han perdido sus negocios, trabajos y no saben por dónde empezar. Están cansados. Pero dentro de este contexto, algunos de ellos me han escrito que quieren estar en la línea de salida de Maratón Valencia.

Otros, como mi querido amigo Rafa Ramos de Paiporta, me dijo que su maratón acabó el martes 29 de octubre. Toda su energía, su esfuerzo y su tiempo, están dedicados a restablecer su vida y la de los demás. Durante estos días, he descubierto una vez más la bondad del ser humano. También la capacidad enorme de sobreponerse a grandes dificultades. No dejo de sorprenderme de la fortaleza mental para levantarse en las peores situaciones y querer seguir adelante. Mi amigo Pep Domenech, me contó la entereza de su suegro, un señor de 80 años, que después de ver como su casa estaba arrasada en el barrio de La Torre, fue el primero en animar a sus familiares y empezar con las tareas de limpieza. No quiero olvidar el emotivo entierro de Vicente Tarancón, socio fundador y director de la empresa valencia de equipación deportiva Luanvi. Los familiares han pasado unos días terribles porque su coche lo arrastró la riada y estaba desaparecido. Amigos y muchos conocidos del deporte valenciano acompañamos a la familia en una mañana muy triste. Con gran serenidad me dijo su hijo Javier, que el mejor homenaje que le pueden hacer a su padre es continuar adelante. Vicente no se hubiera rendido en esta situación. Habría salido adelante empujando con fuerza.

Cuántas historias hemos vivido a lo largo de estos días. Cuántas emociones nos invaden. Con todo esto, tenemos la obligación todos los que no hemos estado afectados directamente, de seguir avanzando. Los afectados nos están mostrando su resiliencia y su capacidad de no rendirse. Por ello, hay corredores que me han dicho que a pesar de todo lo vivido quieren estar recorriendo las calles de la ciudad de Valencia el próximo 1 de diciembre. Me he encontrado con situaciones muy diferentes, que hay que personalizar.

En general el criterio que les ha pautado es el siguiente:

1.- Deben reajustar totalmente el objetivo de marca. El organismo está fatigado, cansado, ha perdido semanas de entrenamiento. La condición física ha empeorado. No tiene ningún sentido seguir con lo que se tenía previsto. Por ello hay que modificar el plan y ahora más que nunca se debe adaptar a las posibilidades reales.

2.- La desmotivación y la frustración es importante. Por ello hay que encontrar el motivo de estar en la línea de salida. Volver a reencontrarse con el entrenamiento, les ayuda a conectar con lo que hacían antes.

3.- En esta nueva planificación, sólo vamos a realizar una semana de tapering. El objetivo es utilizar una semana más de carga para seguir construyendo y mejorar la forma física.

4.- Eliminamos sesiones de intensidad. En estos momentos, pueden generar mucho cansancio y pueden ser contraproducentes. Hay que tener en cuenta que los procesos de recuperación están mermados. Si las sesiones generan un impacto muy elevado, les costará mucho generar las adaptaciones.

5.- El entrenamiento se basará en realizar kms para tener la mejor adaptación muscular y metabólica posible. En la mayoría de los casos tiene dos días de rodaje entre semana de 1h en días alternos. El fin de semana aprovechamos para realizar el sábado un pequeño fartlek para tocar ritmos cercanos al de competición del maratón y el domingo realizar un largo de unos 28-30 kms para tener suficiente profundidad de kms. De este modo a lo largo de la semana jugamos mucho con el equilibrio del descanso y el entrenamiento.

6.- Por otro lado, hay que cuidar mucho la salud y no enfermar. Hay que llegar el día de la competición con la sensación que nuestro organismo no está debilitado. Está claro, que la carga emocional de ese día será muy importante y habrá que gestionarla.

Los corredores se enfrentan a un maratón diferente. El propósito ha cambiado totalmente. El objetivo de cruzar la pasarela azul se ha cargado de emoción. Correr por otros que no pueden y demostrar la fortaleza de una sociedad unida, se ha convertido en el sentimiento de todos los participantes. Nos esperan 42kms de esperanza. Miles de corazones llenarán las calles de nuestra preciosa Valencia, demostrando que juntos somos capaces de superar cualquier adversidad.