Se espera que el presidente electo, Donald Trump, nombre al senador por Florida Marco Rubio como secretario de Estado en los próximos días, según tres fuentes familiarizadas con el proceso de selección.
Las fuentes advirtieron que nada es definitivo hasta que se anuncie y que el presidente electo aún podría cambiar de opinión.
El nombramiento convertiría al político de ascendencia cubana en el primer latino en ocupar el cargo diplomático más importante de Estados Unidos.
Rubio, de 53 años, fue una figura constante durante la campaña presidencial de Trump. Incluso se llegó a especular que podría ser su elección para comañero de fórmula, antes de que se anunciara que ese puesto lo ocuparía JD Vance.
El diario The New York Times fue el primero en informar sobre los planes de Trump de nombrar a Rubio para el cargo.
El legislador de Florida ha abogado en años anteriores por una política exterior dura con respecto a los enemigos geopolíticos de Estados Unidos, incluidos China, Irán y Cuba, según la agencia de noticias Reuters. La política exterior es una de las pocas áreas en las que existe un profundo desacuerdo filosófico entre la base de Trump.
Una de las principales propuestas de Trump durante su campaña fue que implementaría políticas de “Estados Unidos primero”, una doctrina que enfatiza una menor ayuda exterior, tratando de limitar la participación estadounidense en los conflictos extranjeros actuales y evitando los futuros. Pero sigue habiendo visiones contrastantes dentro del Partido Republicano, incluso entre los partidarios destacados de Trump.
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Si bien el floridano es un partidario declarado del presidente electo, la percepción es que era una de las opciones “menos MAGA”,según dijo un aliado de Trump a nuestra cadena hermana NBC News. Es una posición que requiere apelar lo suficiente a la base política más aislacionista de Trump, pero también defender la línea menos disruptiva de política exterior a la que los partidarios de Trump generalmente se oponen.
Rubio, miembro del Comité de Relaciones Exteriores, es visto como una posible elección capaz de lograr atraer lo suficiente a la base política de Trump, sin erosionar innecesariamente las relaciones con los aliados extranjeros.
Otra persona cercana al presidente electo señaló que Rubio era alguien en quien “la base de Trump podía confiar”.
“Si bien Marco es un poco más agresivo que el presidente y vicepresidente entrantes, en realidad no está tan lejos de ellos como mucha gente podría suponer a primera vista”, comentó otro aliado de Trump. “Se ha alineado mucho más con el presidente en cuestiones relacionadas con los aranceles. Tiene una postura similar sobre la cuestión de China e incluso votó en contra de la última ronda de financiamiento a Ucrania”.
Durante la última Administración de Trump, el número de diplomáticos en altos rangos del Departamento de Estado se desplomó, primero por salidas voluntarias poco después de su elección y luego por desgaste a medida que la autoridad de sus puestos se redirigía a personas designadas políticamente.
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En los últimos días, Trump ha hecho una serie de anuncios sobre la formacion de su Administración. El lunes dio a conocer sus planes de nombrar al exrepresentante republicano por Nueva York Lee Zeldin como administrador principal de la Agencia de Protección Ambiental y al representante republicano por Florida Mike Waltz como su asesor de seguridad nacional.
La semana pasada informó que Susie Wiles, su directora de campaña, sería la jefa de Gabinete de la Casa Blanca. Y el domingo, nombró al exdirector de ICE y partidario de línea dura en inmigración Tom Homan como su “zar de la frontera”.
Si Rubio se convierte en secretario de Estado, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, podrá elegir un sustituto. Ese candidato ocupará el cargo al menos hasta 2026, cuando se celebrarán elecciones para el puesto.
