En Fish Lake, en Utah (EEUU), crece un bonito bosque de álamos que para la mayoría de las personas es simplemente eso: un bosque. Pero es mucho más. Se trata de un fenómeno sorprendente que acaba de ser desvelado por los científicos. Todos esos árboles, que suman más de 47.000 ejemplares, forman parte de un solo organismo, por lo que dicho bosque es considerado ya como uno de los seres vivos más grandes y viejos del planeta.
Los 47.000 álamos están conectados entre sí por su sistema de raíces y son idénticos genéticamente. “Todos esos árboles son en realidad un solo árbol”, ha explicado el geógrafo Paul Rogers a BBC.
Los 47.000 álamos están conectados entre sí por su sistema de raíces y son idénticos genéticamente
Se trata de un fenómeno que ha atraído durante décadas a los científicos. Y una de las grandes dudas que existían respecto a Pando se refería a su antigüedad.
Ya se sospechaba que podía tratarse de uno de los seres vivos más antiguos del planeta, pero los expertos no sabían con certeza su edad. Sin embargo, un equipo de biólogos ha conseguirlo resolver ese misterio. Su conclusión es que este bosque, aparte de su increíble tamaño, tiene una antigüedad de al menos 16.000 años.
Para estudiar la historia evolutiva de Pando, la bióloga Rozenn Pineau, del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta, y sus colegas, recolectaron y secuenciaron más de 500 muestras del árbol, así como de varios tipos de tejidos, incluyendo hojas, raíces y corteza.
El objetivo era extraer datos genéticos en busca de las mutaciones somáticas, que son alteraciones en el ADN que ocurren en las células de un organismo después de la concepción.
ADN idéntico
Según declaraciones de Pineau recogidas por la revista especializada New Scientist, “al principio, cuando Pando germinó a partir de una semilla, todas sus células contenían ADN esencialmente idéntico”.
“Pero cada vez que se crea una nueva célula y se replica la información genética, pueden producirse errores que introduzcan mutaciones en el ADN”, explicó.
Fue al analizar la señal genética de esas mutaciones presentes en diferentes partes del árbol cuando los investigadores pudieron reconstruir la historia evolutiva de Pando y estimar su edad.
Los bosques de álamos se pueden reproducir de dos maneras: o bien cuando los árboles maduros dejan caer semillas que luego germinan, o bien cuando liberan brotes de sus raíces, a partir de las cuales nacen nuevos árboles, a los que se les llama clones.
Pando no es el único bosque clon, pero sí el más extenso. Como los expertos lo consideran un mismo organismo, suman el peso de todos sus árboles, lo que da como resultado un ser vivo de 13 millones de toneladas.
Entre 16.000 y 81.000 años
Los investigadores hicieron tres estimaciones diferentes de la edad de este árbol, pues no estaban seguros de si habían pasado por alto algunas mutaciones o si algunas de las mutaciones que identificaron eran falsos positivos.
Suponiendo que los científicos identificaran correctamente cada mutación en la parte del genoma que secuenciaron, la primera estimación dice que Pando tiene unos 34.000 años de antigüedad.
Según la estimación más conservadora, el bosque ya vivía cuando los hombres cazaban mamuts
Si los expertos incluyen posibles mutaciones somáticas no detectadas, la segunda estimación -y la menos conservadora- sugiere que el árbol tendría uno 81.000 años.
Pero si se considera que sólo el 6% de las mutaciones que observaron los biólogos son “positivas verdaderas”, Pando entonces tendría 16.000 años.
En resumen, Rozenn Pineau y su equipo calcularon que la edad del árbol probablemente se encuentre entre 16.000 y 81.000 años.
“Incluso en su edad estimada más joven (16.000), este clon de álamo ha estado creciendo desde la última edad de hielo“, agregó Pineau a New Scientist.
Will Ratcliff, otro de los biólogos que participó en la investigación indicó que “para poner la edad de Pando en perspectiva, incluso según nuestra estimación más conservadora, estaba vivo cuando los humanos cazaban mamuts“. “Según nuestra estimación más antigua, germinó antes de que nuestra especie abandonara África”, agregó.
En el estudio, en tanto, se indica que “independientemente del escenario, estas estimaciones destacan la notable longevidad de Pando, lo que lo convierte en uno de los organismos vivos más antiguos de la Tierra”.
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