Con un mensaje en favor de “la unidad, la justicia y el respeto a las libertades individuales” se celebró esta tarde por primera vez en el país el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes. El acto se realizó en el Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento (exCCK), organizado por la Alianza de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) y reunió a la vicepresidenta Victoria Villarruel; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la canciller Diana Mondino, entre otras autoridades del gobierno libertario.
“Estamos viviendo tiempos complejos. Muchos años de crisis tras crisis. Un índice de pobreza y de degradación cultural y moral enorme. Aunque tenemos fe en Dios, no sostenemos el pensamiento mágico”, expresó el presidente de Aciera, el pastor Christian Hooft, al resumir los desafíos que enfrenta el país en esta hora de crisis.
“Salir de este estado requiere mucho esfuerzo, el compromiso de todos, y la ayuda del Dios Todopoderoso. No podemos salir sin falta de perdón, sin justicia y sin respeto a las libertades individuales”, señaló el pastor Hooft, líder de unas de las instituciones evangélicas de mayor representatividad en el país.
En referencia a los tiempos de crispación y a mensajes que muchas veces llegan desde lo más alto del poder, Hooft señaló que “un pueblo dividido no prevalece”, y afirmó que “esta lógica amigo/enemigo y de denostar al que piensa distinto nos paraliza y nos inhibe como nación.”
Según las mediciones más confiables, se estima que más de seis millones de personas pertenecen a las comunidades evangélicas en el país, aproximadamente el 15,3% de la población.
La vicepresidenta Villarruel y el ministro Francos expresaron su reconocimiento por la presencia de las iglesias evangélicas, especialmente en estos tiempos de fuertes demandas sociales, a la vez que elogiaron especialmente los esfuerzos de Aciera.
Frente a la emergencia social, Hooft transmitió el mensaje de Aciera: “La pobreza es una calamidad. Las iglesias evangélicas estamos con los necesitados como nos enseñó el Señor, pero no ensalzamos la pobreza. No hay ninguna virtud en ella por sí misma”.
“Dios no quiere que a nadie le falte lo esencial. Nuestro Dios bendice el esfuerzo y reconoce el valor del mérito y la dignidad del trabajo. De la nada, nada viene. Eso sí, tampoco acepta la explotación del prójimo y el capitalismo salvaje, sin reglas, sin límites. Dios siempre estará del lado del más débil, y nos pide no abandonarlo”, dijo el titular de Aciera.
“Hoy no celebramos una fiesta religiosa. Celebramos la identidad histórica de la fe de millones de ciudadanos argentinos. Celebramos junto a las instituciones amigas que hoy nos acompañan, la pluralidad, la diversidad y la igualdad”, destacó el presidente de Aciera.
Entre los presentes estuvo el secretario de Culto y Civilización de la Nación, Nahuel Sotelo, quien valoró especialmente el trabajo que realizan las iglesias evangélicas en todo el país. “Celebramos que la Argentina sea un modelo mundial en el que todas las religiones conviven en paz”, dijo el funcionario a LA NACION.
El Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes fue instituido este año, al sancionarse en abril la ley 27.741, que recogió una práctica ya extendida en veinte provincias.
La fecha de las iglesias evangélicas es el 31 de octubre, fecha que marca el inicio de la Reforma Protestante, en 1517, y “la transformación de una parte importante de Occidente”, señaló Hooft.
El pastor evangélico también recordó que el Ministerio de Justicia de la Nación, a través de la Inspección General de Justicia, reglamentó este año el derecho a la personería jurídica religiosa otorgada por el Nuevo Código Civil y Comercial, un reconocimiento pendiente desde hace nueve años. Y también en 2024 se creó la primera capellanía evangélica para la policía bonaerense. Decisiones similares se adoptaron en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Misiones, Chaco y Neuquén.
Estuvieron también la vicejefa del gobierno porteño, Clara Muzzio; el ministro de Desarrollo Urbano y Habitat Urbano de la Ciudad, Gabriel Mraida; el embajador de Israel, Eyal Sela; los intendentes de San Vicente, Nicolás Mantegazza, y de Almirante Brown, Mariano Cascallares; el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, legisladores nacionales, autoridades del Episcopado, del Centro Islámico y de la comunidad judía.
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